ENTRE LA NECEDAD Y LA GROSERÍA

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El comportamiento es un espejo

en el que cada uno muestra su imagen

                                      (Goethe)   

    El diplomático José Antonio de Urbina en su libro “100 preguntas básicas de protocolo” cuenta un hecho muy llamativo ocurrido en Islamabad capital de Pakistán, durante una recepción ofrecida por un embajador islámico a la que fue invitado el nuevo embajador español. Éste se acercó a un grupo de ministros pakistaníes y de otros países islámicos, todos tenían un vaso de whisky en la mano. En el acto del saludo, el embajador español dijo: “¡pero ustedes ¡” ¿El Corán no les prohíbe beber alcohol? Al día siguiente en todos los medios de comunicación aparecía esta noticia: “El nuevo embajador español no sólo es tonto sino además grosero”.

    Me ha venido a la memoria  este lamentable hecho al ver en la televisión  que en una rueda de prensa en el Congreso, su señoría Miriam Nogueras, la parlamentaria del PDeCAT (Cataluña)  apartaba la bandera española que estaba detrás de ella para que no apareciera en las imágenes que tomaran los medios de comunicación. Y terminó la faena diciendo pomposamente que no la representaba a ella.

Entonces habría que preguntarle a su señoría la Presidenta del Congreso de los diputados de España, qué contestó su señoría Miriam Nogueras a la pregunta, ¿Juráis o prometéis  acatar la Constitución? Si dijo sí o dijo no.

También llama la atención la indiferencia , la pasividad de los parlamentarios, de los políticos de todos los partidos y de la mayoría de los medios de comunicación, comprados, acogotados y mudos ante esta monstruosa falta de respeto a los símbolos nacionales, instituciones y a todos los españoles. Es inadmisible tan grosero comportamiento en un cargo que dice que representa al pueblo español. Todos sabemos que existen personas torpes y maleducadas sin que ellas sean conscientes de su cortedad; pero hay otras que sí lo saben y lo hacen a propósito. ¿A cuál de ellas pertenece esta señoría? Pertenezca a una u otra clase el hecho cierto es que ha pisoteado el honor y los sentimientos de España y de los españoles y le ha salido gratis, sin penalización alguna. La necedad y la grosería han entrado lentamente en España y ya es para quedarse y precisamente en aquellos que dicen que nos representan.

        Por otra parte también nos preguntamos ¿Qué trabajo realiza esta especial diputada por el bien y la grandeza de España y de los españoles para que le paguemos más de 8000 euros mensuales y de otros muchos privilegios y prebendas que disfruta?

   Al parecer ultrajar el nombre de España en sus símbolos está muy bien pagado (hay otros antecedentes que dejamos para otra ocasión)

 También goza de inmunidad parlamentaria española y del ostentoso e inmerecido tratamiento de señoría… Por curiosidad he buscado en el diccionario de Lengua Española el significado de “señoría” y dice: “Tratamiento dado a las personas a quien compete por su dignidad”. Pues sí, está claro, especialmente en este caso.

   Si alguien lee este artículo quizá piense que a mis 91 años no debería escandalizarme de estas cosas y comportamientos, que hoy se piensa de otra manera y lo de esta diputada es cosa corriente a la que ya estamos más que habituados. Puede que los que así piensen lleven su razón, pero no es la mía, porque con 19 años hice juramento durante el “servicio militar” ante la Bandera de España, que aun a mi edad sigue vigente porque no lo he derogado: “Estar siempre dispuesto o defender a la Patria, incluso con la ofrenda de la vida si fuera necesario”. Puede ocurrir que también me tachen de reaccionario, que no estoy con los tiempos, pero sigo el camino que trazó Manuel García Morente en su libro Idea de la Hispanidad: “Tradicionalismo no significa, pues, ni estancamiento ni reacción; no representa hostilidad al progreso, sino que consiste en que todo el progreso nacional haya de llevar en cada uno de sus momentos y elementos el cuño y estilo que definen la esencia de la nacionalidad”.      

Para mí esa esencia es la lealtad y el compromiso de mi juramento a la Bandera de España.    

JOSE ANTONIO BUSTOS

0 thoughts on “ENTRE LA NECEDAD Y LA GROSERÍA

  1. Excelente artículo, querido D. Jose Antonio, evidentemente la palabra ” señoría” le queda grande a muchísimos diputados.
    Le animo a seguir escribiendo con esa maestría para continuar deleitándonos con sus puntos de vista, que son los de la gente de orden y respeto. Felices 91 y más, amigo.

  2. Me gustan mucho los razonamientos tan integros y verdaderos de esta persona, que por sus diferentes vivencias a través de los años nos habla del momento tan revuelto y despectivo que estamos viviendo.

  3. Ante todo felicitar al Sr. José Antonio Bustos por esos 91 años cumplidos. Y que Dios quiera que nos siga deleitando y dando esas magistrales publicaciones, por muchos años mas!
    Tengo la seguridad de que debe tener muchos adictos; y todos le
    animamos para que siga escribiendo!

    No hay opiniones ni decisiones estúpidas, sólo estúpidos que opinan y toman decisiones.
    Eso es lo grave.

    Aquí tenemos la prueba:

    Severo problema el de la mala educación! Y falta de respeto.
    Si es mala, a los que les toca, es mejor estén callados y quietecitos.
    Mas que nada para que no se les vea meter la pata, porque nos da vergüenza que encima nos digan a nosotros:

    ¿Y a esta gente habéis votado?”

    Aquella que no se siente representada, mejor que también rechace las asignaciones de su grupo, y otras prebendas y facilidades que disfruta, pues proceden de una Patria que no es la suya, ni la representa.

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