**DE MONS ACUTUS AL CASTILLO DE COTE (HISN AQUT) Historia de MONTELLANO 2ª parte**

La forma simple, pronunciada qut en árabe, podría haberse aplicado a un cerro como el de Cote, cuya forma semeja el codo en alto de un brazo cerrado, y haberse conservado como topónimo.

Pero no se conoce que codo se haya aplicado a tal accidente geográfico, si no al recodo de un río y, sobre todo, como medida de longitud, incluso en mozárabe, por lo que no se cree que fuera codo, el primer significado de Cot.

G.W.T, “refugio”. Una raíz árabe cuyo significado podría resultar apropiado al castillo de cot es gwt, de la que el vocalista in arábico y Pedro de Alcalá en el árabe de Andalucía hasta fines del siglo XV, derivan algunos términos como el sentido de

“socorro” o “refugio”. La transcripción Coth en un documento de 1253, también podría haber sido una de las soluciones para intentar reflejar la pronunciación interdental de la consonante sorda “t” árabe inexistente en romance, y la oclusiva postpalatal sonora inicial es transcrita también con la oclusiva velar, sorda, en otros términos.

Pero obliga a descartar este étimo el inconveniente insalvable de que el resultado fonético esperado y documentado en árabe andalusí de esta raíz es “gawwatt, igata y otros bien distintos a Qut o Gut.

Qut “provisión”. El vocalista in arábico y Alcalá, registran la forma Qut, que habría sido transcrita al castellano como Cot, con el significado de “alimento”, provisión,

fornecimiento. El sentido de “día y vito” o “vituallas” podría valer para un lugar donde adquirir la provisión, pero un parador o manzil para viajeros, sólo está documentada en época musulmana en la aldea de Xilibar, junto a la vía del Estrecho que aproximadamente discurría por el límite de los términos actuales de El Coronil y Montellano.

El camino de herradura que va de Morón a Cote, y sigue hasta el paso del Guadalete, al este de la sierra de Esparteros o Montejil y de Cote, por la actual cañada real de Morón a Villamartín, ya debía de ser muy transitado en época musulmana.

Pero incluso si ello hubiera dado lugar, a su paso junto al cerro de Cot, a una ventana para tomar “vituallas”, el nombre del lugar donde adquirirlas no era Qut, si no, banta o fundado.

El sentido de “guarnición” o “fortificación” de fornecimiento, sería más apropiado para esta fortaleza, constituida en los siglos XIV y XV por una guarnición de veinte soldados de Morón. Este castillo pudo haber sido una guarnición de Mauror desde un principio, y cuando el peligro prolongado, por guerra y bandidaje en este lugar próximo al paso de la frontera natural del Guadalporcún y Guadalete, hizo ampliar el recinto amurallado para acoger a la población, el Hisn pudo conservar su nombre originario de “guarnición”. Pero no fue ese el sentido normal de Qut, por lo que tampoco es un étimo convincente.

Cit “godo”. Alcalá y los textos árabes de Al-Andalus, documentan con frecuencia el término Qut o Cot con el sentido de “godo” o “visigodo” y por extensión un notable autóctono o de otros reinos peninsulares, fuera de origen germánico o hispano-romano.

El mozárabe de Granada del vocalista, atestigua si apócope el adjetivo “quoto” y con sufijo árabe, Cotí era el nombre de “cierta clase de higos” de Sevilla y Qutí “visigodo” consideraban al conde don Julian sus descendientes.

Qut; cuya forma romance equivalente es Cot, corresponde a la pronunciación árabe del mozarabismo “Gothu o Godu” godo, termino de origen germánico incorporado al latín al menos desde el siglo IV.

La fonología del árabe determinó que la oclusiva velar inicial, acabara interpretándose como sorda, lo que afectó asi mismo a topónimos antiguos como Gades, Qadis; así como la dental sonora, distinta en germánico a la “d” latina, sufriera el mismo proceso que Kórtoba, de Córdoba, donde la d latina, se convierte en t.

Por último, también por influencia de la fonética árabe, dejo de pronunciarse la vocal “u” final, cuyo timbre abierto la había aproximada al de la “o”, con lo que quedaría apocopado en Cot, al igual que Luc de Lucu, bosque (Luque), o Cannet de Cannetu, cañaveral (cañete).

Los topónimos que aluden al nombre de una persona conocida como “Geodo o Goda”, no son extraños en la topónimia hispana, como Godón, Godina, Valgote, Valgode, Gude, Godella, Benicota u algunos otros como Godos (Oviedo, La Coruña, Pontevedra, Teruel, etc.) Revillagodos (Burgos), Villator (Burgos y Ávila), Toro (Zamora) o Gotor (Zaragoza), que testimonian asentamientos colectivos de origen germánicos.

También a orillas del Betis, atestiguan un poblamiento visigodo junto a la antigua Epora la arqueología y la antroponimia germánica de las inscripciones funerarias de Wiliulfus uir inlustris y Reccisuinthus diacunus, de los años 562 y 643, lo que permite creer, que la forma medieval montor, de muntur, remonta a un topónimo del siglo VI. Mont (e) (go) tor (um), monte de los godos.

Aunque con distintas vicisitudes fonéticas, semánticas e históricas, también se puede rastrear este étimo, en plural, en Alcotas (Valencia), Cotillas (Albacete), Cotelas (Orense) y, próximos entre si Codes (Guadalajara) y Codos (Zamora), equivalente a Godos (Teruel).

El mozarabismo Gothu esta bien documentado como antropónimo en las formas Qut y al-Qut, referidas también a algunos personajes de los reinos cristianos o de origen o rasgos indígenas, frente a la población árabe, bereber y de otras zonas de Oriente y

Africa; este mismo sentido tiene en Mallorca y Valencia Ctu y Alcut, “Godo y el Godó”.

Abencotoz, “hijo de Godos”, del árabe Ibn y el latín gothos, y de Ibn qlta, qóta nombre entre otros de los Toledanos Ishá ibn yakúb ibn qlta. Este antropónimo se conserva hoy en el topónimo Benicota, mencionado en el libro del repartimiento de Murcia, lo que permitiría creer que Qúit pudo ser el nombre de un maurorí desconocido vinculado al castillo, uno de los muchos del territorio de Mauror que refieren las fuentes árabes, sin nombrarlos tampoco, que hubiera terminado conservándose en el habla hasta su entrega al Rey Castellano.

“Hisn Aqút; Castillo agudo”, pero Cot también puede ser identificado con el castillo o hisn aqút que, frente a los étimos anteriores, documentan varios textos árabes en esta misma zona.

La fortaleza musulmana de Cote era de hecho un modesto hisn o mejor aún ma quíl andalusí, nombre que los autores árabes aplican en ocasiones a un mismo lugar, si bien en España fue hisn el término empleado casi siempre.

Por tanto, Cot había sido un hisn, un lugar fortificado constituido por un sólido recinto que lo circunda, capaz de retener los asaltos del enemigo.

En trono al año 900, las fuentes árabes vinculan hisn aqút con la zona de Mauror próxima a Xilibar, donde esta Cot, y todavía en 1277, situan hisn aqút en primera línea de la frntera castellana de Sevilla frente a Ronda, que guardaba el castillo de Cot.

A finales del siglo IX, el maurorí Talib Ibu Mawlúd abandonó la corte del emir Abd Allad, y se reveló en su kúra, tomando y remozando hisn aqút de lo que se deduce que ya eatá construido, y levantado el hisn Yabal al-Hiyara, el castillo “Monte de las piedras”, enviando un ejército de jinetes bereberes Butr, del territorio montañoso de Morón y de árabes mudaríes, en auxilio de los muladíes Sevillanos, contra los yemenitas de esa ciudad.

Más tarde fue traicionado por su jinete “Abd Allah libn Hamid”, quien se apoderó de Hisn Aqút, aliándose con el rebelde de Bobastro, “Umar Ibn Hafsún” hasta que Ibn Abí Abda” lo asesinó en el año 900.

Umar Ibn Hafsún, fracasó por su parte en su intento de tomar el “Castillo del monte de las piedras” a un hermano de Talib Muslim.

En 914, yendo a Carmona desde Arcos, entró An-Nasir en la fortaleza de Xilibar, terminando su cuidado por la Cora de Sidonia y construyendo la fortaleza de Espera contra la de Aqút, donde pudo de Caid a Yamilh Uqba al-Balawi, señor de Lora, según relata Ibn Hayyán de Córdoba.

Joaquín Vallvé había escrito que Hisn Aqút, contra el que, el año 921, durante el asedio e Turrus, envió a sus tropas el Emir Cordobés, además de al castillo de Bobastro y al monte las piedras, era tal vez el cerro agudo del término de Viñuela…

En cuyas proximidades están las atalayas que dominan todo el valle del río Vélez y parte de la costa y años después que, Hisn Aqút podría corresponder a la actual villa de Cútar, frente a Comares, y que todavía en el siglo XV se llamaba Cuta o Acuta, como se puede ver en el repartimiento de Comares.

No debemos olvidar, por otra parte, que muy cerca de allí, en el término de Viñuela se encuentra el Cerro Agudo, al lado de las atalayas que dominan el valle del río Vélez.

Viguera y Corriente (1981), distinguen un Aqút en la Cora de Sidonia, el castillo contra el que fueron fortificadas Xilibar y Espera, del que controlaba el hombre de confianza de Ibn Hasfsún, que situan en la región malagueña de Comares siguiendo a Vallvé, quien lo sitúa ahora en Cote, al referir la tregua del año 915 entre Abd al-Rahman III y Umar Ibn Hafsún, en la que sirvió de enlace Ibn Hmayd, señor del castillo de Aqút, actual castillo de Cote, en la provincia de Sevilla y hombre de confianza del rebelde de Bobastro.

Pero tanto esta noticia y la del paso de An-Nasir, como las restantes alusiones a Hisn Aqút, que estos tres estudiosos localizaron en la costa malagueña, parecen referirse a un mismo lugar en la cora de Mauror (Morón) próxima a Cote.

También Manzano (1992), ha identificado Cote con Hisn Aqút, la primera fortaleza que, en la campaña de agosto de 1277, antes de que los Alcantarinos recibieran Cote, tomaron las huestes de Abú Yúsuf saliendo de Ronda hacia tierras del Aljarafe y Alcalá del Río, gracias al apoyo decisivo de la caballería, después de haber acampado allí.

Este Hisn Aqút, que podría ser el mencionado en torno al 900, se encontraba en territorio castellano al noroeste de Ronda, por lo que su identificación con Cot, resulta muy probable, tanto más cuanto, que no existía otro castillo de nombre parecido y que, a la vuelta, Mauror fue el último lugar atacado por esta expedición, que entró por su arrabal.

Del enrevesado estilo de texto, deduce Manzano que delante de Hisn Aqút había un río, detrás del cual habría un foso y una escarpa seguidos de las murallas del castillo, en tanto Cot está a un buen trecho del Guadalete y carece de fosos.

Más próximos a un río están otros castillos de la banda morisca en el camino de Ronda hacia el Aljarafe, como el castillo del que toma su nombre La Puebla de Cazalla, a unos siete kilómetros río arriba sobre un cerro en la orilla opuesta del Corbones; el río Guadaira y un foso defendían el de la Membrilla, pero los castillos de la campiña se encuentran en lugares muy pocos elevados para ser llamados Hisn Aqút, y salvo el de Las Aguzaderas no tienen un nombre parecido.

La confusa disposición de Hisb Aqút puede atribuirse en parte a que procede de una carta literaria en prosa rimada y cargada de aparatosas metáforas, forzadas imágenes, y un léxico rebuscado que dificulta su comprensión, lo que permite que pueda referirse a Cot. Conclusión; al no estar documentado ningún topónimo “Kawt o Qút” derivado de un antropónimo, que sería el étimo más verosímil si el nombre del Castillo de Cot hubiera sido una mera transcripción castellana del nombre que tuvo en el habla árabe hasta el siglo XIII, debemos identificar el castillo de Cot con el Hisn Aqút que fuentes árabes desde el siglo IX al XIII permiten localizar en este mismo lugar.

Este nombre, procedente del latín acutus, aludía en la latínia del siglo VIII a la forma cónica del Monte, monte agudo que contrastaba con el monte llano de la Sierra de Montellano contigua, que es un topónimo moderno.

Con la arabización liguistica, Aqút quedo fijado como topónimo, referido al castillo construido en su cúspide por la población de los alrededores, Hisn Aqút, nombre que los castellanos interpretaron como “Izna Cot” Castillo de Cot… (Fin).

Gonzalo Lozano

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