Se me escapan tus caricias
Encerrado en ti mismo
te cobijas con recelo.
De tu dichosa coraza
despojarte no puedo.
Rozo tímida tu piel
y tu frío, me hiela.
El ardor de mis entrañas
intenta derretir tu barrera.
Confinada entre sombras,
tu alma me rehúye y esquiva.
Y aunque dices que me ves,
yo sé que no me miras.
Mi garganta se hace un nudo
envuelta en tu indiferencia;
que me azota dejándome
muda, atragantada y quieta.
Me enloquece la agonía
de tus gritos de silencio;
tus heridas me desgarran
arañándome por dentro.
Abrazada a tu tristeza
lucho por apaciguarla.
Me empeño en iluminar
la oscuridad que te atrapa.
Me aferro a cada beso;
atesoro tus sonrisas.
Resistiéndome con rabia
a que escapen tus caricias.
Y en esta vorágine,
aun no te has despertado;
sigues sumido en ti
y me alejas de tu lado.
Tú, tan imposible y tuyo.
Yo, tan locamente tuya.
Qué hechizo has conjurado
para que no me rinda y huya.
Mi corazón te implora
mientras, roto, te descifra.
Aprieto fuerte tu mano,
mas se me escapan tus caricias.
Las acecho, a escondidas,
mientras corren huidizas;
y aquellas que no se zafan
entre mis brazos respiran.
Se escapan, contigo en ellas;
mas yo me erijo y persisto.
Pues sin tu maldito amor,
no soy…ni existo.
Realmente magnífica, me encanta, llega al alma y al corazón, el amor en toda su extensión. Gracias
Excelente descripción de un amor tan puro y no correspondido. Poesía que se identifica y se funde con los sentidos. Enhorabuena.