Resultado ejercicio al fin del año – A TODA COSTA

Una opinión como otra cualquiera

Finaliza el curso empresarial y/o comercial, diciembre nos trae la exigencia de estar ya en la recta final de los objetivos previstos (de lo contrario aparecerán los nerviosismos).

Este mes servirá de “acelerón” para alcanzarlos y el tiempo trascurrido dentro del año en curso, así como las metas superadas, nos habrán aportado satisfacciones, vicisitudes y algún que otro sobresalto… en suma, experiencias que se acumulan en el haber de nuestro conocimiento profesional.

Todo lo acumulado debe concebirse como apreciado bagaje hacia la autoestima, siempre beneficiosa, pero cuidado, también controlada porque todo exceso es malo y los ejecutivos con la autoestima “desbordada” sobrevaloran sus logros, hacen ley de su veteranía y soportan bastante mal las posibles críticas, por ello las vivencias deben ser un referente, nunca una norma para exigir a los demás; porque lo que una vez sucedió y se resolvió, tuvo unos condicionantes de tiempo, lugar, personas, etc. que ahora pueden estar alterados, ser otros, tener variantes, estar bajo lo que podríamos calificar como la presión de la inmediatez: ¡EL HOY!

Las experiencias deben ser esa piedra horizontal que hace las veces de tejado sobre un imaginario “dolmen”, y que es sostenida por dos columnas que son la humildad y el sentido común, solo así estos conocimientos acumulados se convertirán en profesionalidad útil y serán plenamente eficaces.

Claro que aunque algo arriesgado, siempre existirá el recurso de la imaginación, por otro lado, nada desdeñable, y que desde tiempos remotos ha movido los avances en este mundo, como dijo Albert Einstein: <<En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento>>.

A experimentados e imaginativos, a todos los que en su trabajo tengo la seguridad de que luchan con ilusionado afán por alcanzar el éxito en sus cometidos y proyectos en este año 2023 que ya languidece, les sugiero, pongan gran dosis de voluntad y astucia.

Por mi parte les deseo su poquito de suerte, que siempre es necesaria para que todo se cumpla.

¡Ánimo y a por el sobresaliente!

Francisco Ponce Carrasco

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