José Antonio Bustos

Hace unos días la televisión dio la noticia de que la NASA iba a desclasificar ciertos documentos que estaban relacionados con las apariciones de OVNIS, esos objetos voladores pilotados por seres extraterrestres que nosotros llamamos platillos volantes. El presentador que daba la noticia se preguntaba: ¿Es posible que los extraterrestres estén entre nosotros?

    Entonces recordé que allá por el año 1973 siendo yo alcalde de Almuñecar recibí un informe muy especial, insólito, del cabo de la policía municipal. Este informe era una hoja de papel donde figuraba un dibujo de las montañas que rodean la ciudad, cada una con su nombre local, incluso el dueño, para la fácil identificación del lugar. En la esquina superior izquierda aparecía la luna en cuarto creciente y en el centro un redondel semejante a una alfombra y un letrero que decía: Platillo volante, y según el dibujo este platillo volante salió de un punto de la montaña, cruzó el cielo con rapidez y desapareció por la sierra de Cázulas.

    Aunque el croquis que se había confeccionado estaba muy claro, el autor, el cabo me fue explicando punto por punto todos los más pormenorizados detalles. Como mi perplejidad era grande y manifiesta, antes de que yo preguntara algo, él se adelantó y afirmó con toda rotundidad que ni era tonto ni estaba loco y que de vista andaba muy bien. No obstante, dejé caer la posibilidad de que tal vez pudiera ser un helicóptero. Pero de nuevo me echó por tierra mi objeción. Me contestó que sabía bien cómo era un helicóptero, su forma, su sonido, la luz que despide y su cadencia de vuelo. Lo que él había visto era un disco luminoso con una luz cegadora. Afirmaba que lo vio despegar del suelo y elevarse en vertical lentamente, y cuando estuvo a cierta altura permaneció parado unos segundos y a continuación salió disparado hacia la sierra de Cázulas a una velocidad que él a grosso modo había calculado en unos 800  metros por segundo.

   Ante tanta evidencia y seguridad en la exposición no cabían más objeciones por mi parte, así que le di las gracias y le prometí que su informe lo pasaría a las autoridades competentes de Almuñecar y al gobernador de Granada. Así lo cumplí, lo expuse en la junta de gobierno, al arqueólogo municipal, al médico, a la Guardia Civil  y al cura, que todos tomaron como anécdota. El gobernador me llamó por teléfono y me dijo: “José Antonio, ¿qué broma es ésta?” Aquí terminó el caso platillo volante.

   No era extraño que el cabo de la policía municipal de Almuñecar tomara por un platillo volante el artefacto que vio volar, pues en aquellos años estaba en su cénit la visita a la tierra de seres extraterrestres, porque no había medio de comunicación que a diario tuviese su programa sobre este tema, y eran numerosos los libros de ciencia-ficción que se editaban, revistas y en el cine. El avistamiento de OVNIS era diario y por todas partes del mundo. Además, por aquellos años tuvo lugar un acontecimiento muy especial como fue el lanzamiento del PIONEER 10 desde Cabo Kennedy el día 3 de marzo de 1972, que entre otras misiones tenía la comunicación con las civilizaciones extraterrestres. Fue el primer vehículo espacial para explorar el medio ambiente del planeta Júpiter, claro que la velocidad del PIONNEER 10 era aproximadamente de 13 Km por segundo. Comparada con la que calculó el cabo de la policía municipal de su platillo volante, de 800 m/s era paso de tortugas.

   A raíz de aquella anécdota tan insólita tuve curiosidad por la lectura sobre estos temas, y la verdad que es fascinante, pero después de varias lecturas en vez de aclararme las ideas lo que ocurrió fue lo contrario, me las complicó aún más eso de los extraterrestres y los OVNIS o platillos volantes. Que puede haber vida en otros planetas no hay duda dada la inmensidad del universo, pues según el  astrónomo científico americano Carl Sagan en sólo nuestra galaxia que la forman doscientos cincuenta mil millones de estrellas, en un cosmos de millones de galaxias es comprensible., Además afirma que casi todas las sustancias que forman las estrellas y la misma sustancia interestelar son los que componen la Tierra: hidrógeno, helio, oxígeno, carbono, nitrógeno y neón.

    Que se crea que los planetas puedan estar habitados no es nada nuevo, hace ya miles de años que lo imaginaban, es más pensaban que los propios planetas eran seres inteligentes. Venus era la diosa de la belleza y del amor; Marte, el dios de la guerra; Júpiter el rey de los dioses…

    Incluso se pensaba que el nombre del planeta infundía carácter a sus habitantes. Los de Venus eran amorosos y  muy inclinados a las artes; los de Marte, guerreros y conflictivos; los de mercurio eran volubles y de poca confianza; los de Júpiter eran alegres e inclinados a todos los placeres, fiestas, comidas y mujeres complacientes.

   En cuanto si hay extraterrestres entre nosotros y se desplazan en platillos volantes, personalmente me importa un pito. Ni niego ni afirmo porque puede traer consecuencias como la que ocurrió con aquel astrónomo, Giordano Bruno allá por el año 1600, que por decir que había otros mundos habitados por otros seres, fue quemado en la hoguera. Por tanto, sólo digo que en este mundo todo es posible, y en Granada más.

JOSÉ ANTONIO BUSTOS ( 12- 8-2023)

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