MIRADA AL PASADO: Carpinteros de Ribera
A lo largo de la historia el ser humano; se fue desarrollando una serie de oficios, para dar respuesta a las necesidades propias de cada momento.
Uno de estos oficios casi desaparecidos en la actualidad; es el de los carpinteros de ribera, cuya demanda principal, fue la de construir embarcaciones típicas del lugar, (esto es adaptadas al medio en el cual se iban a desenvolver).Pero no solo esto, también fabricaban todos aquellos utensilios y enseres que los habitantes de la zona necesitaban, desde material de construcción para sus hábitats, hasta los elementos más cotidianos para facilitar su vida diaria, como repisas tablas de lavar etc.
Pero lo cierto es que estas muestras del patrimonio cultural del pueblo; paulatinamente van languideciendo, cuando no agonizando y mientras tanto, vamos perdiendo referentes que en otros países se esfuerzan en conservar, para mostrar a las generaciones venideras, enseñándole como fue la forma de vida del pueblo en el pasado.
Mientras tanto preferimos inventar; como son los parques temáticos, modernos parques de atracciones, carentes de autenticidad y que sobreviven gracias a las fuertes campañas de publicidad unos pocos, mientras que la mayoría arrastran enormes deudas.
Esta comprobado que el turismo de calidad; apoyado en la historia, la tradición ó el propio paisaje. Cada día es más demandado y es rentable para la conservación del patrimonio al mismo tiempo que es generador de riqueza. el abanico de oferta es muy amplio; molinos, ferrerías, astilleros, salinas, y un amplio catalogo que en su día la propia ONU a través de organismos como la UNESCO, se están encargando de catalogar y declarar como BIC, (Bien de Interés Cultural). Precisamente este año se propone por iniciativa de una serie de organizaciones la declaración de los carpinteros de ribera, para que sea declarado BIC. Es de agradecer a estas personas a nivel individual y a las diversas asociaciones, que de forma callada trabajan, sin protagonismo alguno en pos de la protección del patrimonio cultural, en una sociedad donde todo se mueve por dinero.( un ejemplo lacerante lo tenemos estos días con los fichajes millonarios de algunos jugadores de futbol, mientras que investigadores y científicos se nos marchan por unos miles de euros).
Antecedentes:
La madera desde los primeros pasos de la humanidad; se presento ante la vida del ser humano, como un material noble de infinitas posibilidades. El abuso de este material fue la causa de grabes desforestaciones, que llevaron a la desaparición de civilizaciones enteras, (afortunadamente hoy la mayoría de los países desarrollados tienen controles para el uso racional de sus bosques).
Los conocimientos sobre el uso de la madera; en gran parte transmitidos de forma oral de generación en generación, permitieron que la utilización de la misma se hiciese de forma adecuada, posibilitando la durabilidad y resistencia de la madera.
Las referencias escritas desde antiguo de que disponemos; nos dicen que no se debía cortar el árbol, cuando este estuviese lleno de savia, para ello se tenía en cuenta los ciclos lunares.
Las maderas más empleadas fueron; el roble, el castaño, la encina, el haya, el fresno, el carpe y el manzano. Pero también fueron utilizados otros de consideración menos importante, tales como el cerezo, el peral y el nogal. Si tendríamos que poner en un pódium, una especie esta sin duda seria por meritos propios el roble.
La carpintería de ribera es un oficio; que se ocupa principalmente de la construcción de embarcaciones. En Europa es un oficio casi desaparecido, no así en otras partes del mundo. Si tuviésemos que marcar un inicio; este sin duda seria para remontarnos al antiguo Egipto, los egipcios ya construían barcos de madera desde 3.000 a.c.
Los carpinteros de ribera; a pesar de haber quedado obsoleta su actividad, sin embargo para la cultura y etnografía, es un cumulo de conocimientos que no conviene perder.
La actividad de los carpinteros de ribera; abarcaba desde la selección de los árboles en los bosques, pasando por el aserrado y la posterior fabricación de las diferentes piezas, para su ensamblado y construcción total del casco, así como el calafateado o impermeabilización de las juntas.
En el siglo XVI, ya existe constancia escrita de cierta regulación en cuanto a normativa laboral y de aprendizaje, estableciéndose un sueldo fijo, lo que denota la importancia de la especialidad.
La industria artesanal:
Alrededor de la madera surgió en el pasado; una industria que fue capaz de dar respuesta a la demanda, de maquinaria molinera, ferrerías, carruajes, batanes, lagares y un sin fin de elementos, para hacer la vida más fácil en la época.
También fue interesante la producción de utensilios propios del hogar; la agricultura fue otra de las demandantes de herramientas y aperos.
Pero sin duda donde adquirió protagonismo fue en la construcción naval, como tendremos oportunidad de comprobar a lo largo del presente artículo.
En el mundo del transporte desde la antigüedad; los carpinteros fueron los principales proveedores de vehículos para el ejercicio de su labor. Las ruedas de los carruajes se construían con madera de fresno, por ser un material con una gran elasticidad y al mismo tiempo muy resistente a las cargas.
Para los ingenios hidráulicos el roble fue el más apropiado, por su resistencia a la humedad. La encina es otra de las maderas que soporta bien el agua y no sufre desgaste con el paso del tiempo. El nogal fue muy apreciado por soportar muy bien la presión y la torsión en los giros.
De todas formas y a pesar de que los carpinteros; se adaptaban fácilmente a las demandas de la población. Siempre existieron especialidades; tales como carreteros, que en el interior se dedicaban principalmente a la construcción de carruajes, y maquinaria para los molinos, tanto hidráulicos como de viento, los batanes fueron también otra industria a la que sirvieron, así como las ferrerías y un sin fin de industrias propias de tiempos pasados.
La carpintería que más tarde evolucionó a lo que conocemos como ebanistería; fue la encargada de abastecer de enseres necesarios a los hogares.
La carpintería naval:
Los astilleros se ubicaban próximos a los bosques; surtidores necesarios del material, principal mente robles en la cornisa cantábrica, sin embargo en la zona del Mediterráneo, el protagonista fue el pino, madera empleada en la construcción de galeras, sin embargo no era adecuada para las grandes naves que hacían los viajes a ultramar.
Con el fin de proteger los bosques del cantábrico; en 1563, se dicto una Orden para realizar plantaciones en una franja costera de dos leguas de anchura. Coincidiendo con la construcción de grandes naves en el siglo XVI, tales como galeones.
En este tiempo fue cuando la construcción naval; sufrió una evolución considerable, pasando de la construcción bajo cubierta al aire libre. Los astilleros se levantaban en arenales, con gradas cimentadas y pilotes de madera, sobre los que se instalaba el andamiaje. El futuro barco se colocaba sobre un carro varadero con el fin de permitir una botadura fácil, una vez terminada la embarcación.
La construcción se iniciaba con la quilla, rematada en curva hacia lo proa y popa. Después se montaban las vertebras del barco, clavando con posterioridad las tablas que cerraban el casco.
La impermeabilización de las juntas se hacían con brea y estopa, la colocación de los palos, castillos y carpintería interior, se hacían una vez botado el barco.
Los astilleros contaban con medios técnicos; tales como grúas pluma, que eran accionadas por varios hombres, con una rueda de gran diámetro.
Entre las labores de los carpinteros de ribera; se encontraba el mantenimiento de las embarcaciones, operación que solía hacerse con el barco acostado sobre la arena y una vez reparada esa parte, se volteaba el casco con el fin de reparar la otra.
Astilleros de ribera en Andalucía:
La carpintería de ribera a venido siendo una actividad; que tuvo su apogeo en las playas andaluzas desde el siglo XVII, hasta el XX, también se tiene constancia de carpinteros de ribera en el interior apostados en las zonas fluviales.
Varios son los ejemplos de interés; entre los más destacados se encuentra el barrio «Zaporito» en Cádiz, que debe su nombre a un carpintero de ribera, Juan Domingo Saporito, que allá por el año 1711, construyo el caño.
En el último tercio del siglo XIX, la carpintería de ribera en Cádiz era una industria pujante, sobre todo en la construcción de embarcaciones adaptadas a la navegación en aguas poco profundas, ideales para desenvolverse en los caños.
En Huelva, más concretamente en Isla Cristina; la familia Zamudio, han conseguido hacer de la carpintería de ribera, una tradición familiar, Antonio Jesús, hoy es el heredero de la mencionada saga, que se esfuerza para dar continuidad a una actividad que espero sea declarada BIC,( Bien de Interés Cultural).
Otro lugar de interés, es la zona malagueña conocida como la playa del Pedralejo, en esta zona tenemos referencias escritas desde el siglo XVII, de la existencia de varios astilleros. Contado con astilleros con nombres como; Don Pascual, El Cabo Paez, Varadero del Carmen y en los inicios de los años cincuenta, Crossa, Juaristi y en la actualidad desde el año 1964, los Astilleros Nereo. Astilleros que supieron adaptarse a los nuevos tiempos, sin perder la esencia de sus orígenes, es más llevando a cabo una labor divulgativa , digna de todo reconocimiento.
Conclusiones:
A lo largo del presente artículo; hemos visto como los carpinteros de ribera, fueron protagonistas de la vida social y económica de la sociedad de su tiempo. Siendo determinantes entre otros, en las antiguas artes de pesca, tanto es así que en San Lucar de Barrameda (Cádiz), vieron necesario que sus antiguas artes de pesca, merecían la consideración de bien con derecho a ser protegido. Entre ellas, la pesca de cerco con navegote (jabegote), se trata de una pequeña embarcación dotada de vela latina.
Todas las costas españolas; incluso los márgenes fluviales, fueron testigos de estos artesanos, «los carpinteros de ribera», en Andalucía, destacaron los de Isla Cristina en Huelva, tanto es así que la Junta de Andalucía los incluye como Bien Patrimonial, entre una larga lista de tesoros que merecen protección.
En el Cantábrico; destacan las traineras, embarcaciones muy marineras, capaces de navegar con soltura en las aguas del bravo océano, su construcción surge a mediados del siglo XIX, proliferando por todos los puertos cántabros, precisamente por sus dotes marineras, rápidas y agiles, apropiadas para la pesca de cerco.
Hoy las regatas de traineras; es un espectáculo que se repite en las principales ciudades del Cantábrico, para recreo de propios y foráneos. En 2015, el Ayuntamiento de San Sebastián tomo la iniciativa de iniciar los trámites necesarios en pos de que sean consideradas por la UNESCO, Bien Cultural Inmaterial de la Humanidad. Estas iniciativas son las que debemos demandar de nuestras autoridades, con el fin de que las próximas generaciones, puedan conocer parte de nuestro pasado cultural…
José María Escribano Muñoz
Necesito restaurar EL ÚLTIMO SARDINAL de Málaga capital,financiado por el ayuntamiento.somos la asociación de vecinos REBALAJE, estamos en El PALO (Málaga).para utilizarlo,como monumento vivo,una vez al año echarlo al mar,para echar un lance simbólico y festejar el día de los sardinales
Hola soy el Fotógrafo Sergio Benítez, estoy organizando una expocisión fotográfica sobre Calafates y carpinteros de ribera, me gustaría poder fotografiar su barco, le dejo mi email para un contacto mas rápido fotografosergiobenitez@gmail.com
Gracias
Espero me contesten,un cordial saludo