La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.

Según la encuesta realizada recientemente con motivo de la semana sin humo 2023, el 75,7% de los 2367 encuestados recomendaría mesuras educativas para reducir el consumo del tabaco.

Pese a esto, el tabaco constituye un peligro y una amenaza para nuestro organismo,  considerándose la principal epidemia prevenible en parámetros de salud y pese a la información conocida, ese uso no está controlado, la campaña 2023 destaca mensajes concretos relacionados con el control del tabaco y fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. Este año bajo el lema cultivemos alimentos, no tabaco.https://www.who.int/es/campaigns/world-no-tobacco-day/2023

La Organización Mundial de la Salud OMS Desea destacar que :

El cultivo de tabaco es perjudicial para nuestra salud, la de los agricultores y la del planeta. La industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco, con lo que contribuye a la crisis alimentaria mundial.

Esta campaña pretende animar a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición.

Objetivos de la campaña OMS 2023

  1. Movilizar a los gobiernos para que pongan fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y destinen los recursos ahorrados a programas de sustitución de cultivos que ayuden a los agricultores a realizar la transición y mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición;
  2. Concienciar a las comunidades dedicadas al cultivo de tabaco sobre las ventajas de abandonar el tabaco y dedicarse a cultivos sostenibles;
  3. Apoyar la lucha contra la desertificación y la degradación del medio ambiente mediante la reducción del cultivo de tabaco;
  4. Denunciar las maniobras de la industria para obstaculizar el trabajo orientado a unos medios de vida sostenibles.

La variable clave para medir el éxito de la campaña sería el número de gobiernos que se comprometieran a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco.

Como apuesta deberíamos tratar el tema no desde un punto de vista sancionador a fumadores, sino pedagógico, donde la educación en la salud forme parte del itinerario educativo desde la familia a los centros educativos, para dotar de capacidad crítica y poner el énfasis en actitudes favorables de la salud.

Desde el Colegio Oficial de pedagogía de Cataluña apostamos por una educación donde se trabaje en beneficio del ser humano apostando por una calidad de vida sana.

Dra. Toñy Castillo

Coordinadora del Grupo de Investigación de Salud y Pedagogía

Colegio Oficial de Pedagogía de Cataluña

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