ENTREVISTA A NAHUM ALVAREZ, DIRECTOR DEL C.P. “EL ACEBUCHE” DE ALMERIA

En esta ocasión, tenemos el placer y el honor de poder entrevistar en nuestro periódico, a un gran profesional penitenciario y una excelente persona, de origen humilde, nacido en un pequeño pueblo de la Extremadura profunda, situado en la falda sur de la Sierra de Gredos y de la comarca del reconocido y exquisito Pimentón de la Vera, “LOSAR DE LA VERA” en Cáceres, dicho pueblo además de precioso y encantador, es muy conocido entre otras cosas por sus espectaculares figuras de plantas que tiene en sus jardines urbanos más espectaculares de toda Extremadura, especializado en el “Arte Topiario” (Poda de arbustos para convertirlos en figuras). Aunque posteriormente emigró con sus padres a Alemania, donde se ha educado, crecido y realizado sus estudios.

Nuestro entrevistado, en esta ocasión es Don Nahúm Álvarez, persona a la que he tenido el placer de conocer, a través de mí querido hermano Francisco Martínez, (Al cual ya le publiqué recientemente una entrevista en nuestro admirado periódico, con motivo de su jubilación), dado que son también compañeros de profesión, además de muy buenos amigos.

Nahúm es Licenciado en Sociología por la Universidad de Wuppertal (Alemania) y en Derecho por la UNED, Nahúm Álvarez ingresó en 1987 en el Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias. Durante su trayectoria profesional ha sido Subdirector de Tratamiento de la prisión de Córdoba y ha estado como Director, al frente de los centros penitenciarios de Albolote, Murcia II y Cáceres II, establecimiento que dirigía desde el año 2019 y del que ya había sido responsable entre 1994 y 1999.

Pues bien, aquí estamos con nuestro entrevistado Nahúm Álvarez (1960,Losar de la Vera-Cáceres), para conocer su vida y sobre todo su trayectoria profesional, en un ámbito de la Administración Pública, poco reconocido y poco valorado por la sociedad, pero que desempeña una labor necesaria y muy humana, al trabajar directamente en la reeducación y reinserción social (Art. 25.1º C.E.) de las personas que han cometido un delito, para devolverlas a la sociedad en óptimas condiciones de convivencia y adaptación normalizada, una vez cumplida su pena privativa de libertad.

Así que empezamos con las preguntas a nuestro invitado en esta edición de nuestro periódico:

¿Cuáles son tus orígenes familiares en Losar de la Vera (Cáceres)?

Nací en el seno de una familia trabajadora, soy el benjamín de cinco hermanos. Mi padre albañil igual que mi abuelo cuyos padres provenían de Asturias y ejercieron de practicantes (los entonces enfermeros). La familia de mi madre estaba arraigada en la zona y ligada a la agricultura, en sus momentos se cultivó además del famoso pimiento para el pimento de la vera, arroz. Curiosamente en Losar existe el único museo del paludismo, pues allí se dio el último caso endémico en nuestro país de esta enfermedad (conocida también como malaria) en 1964. Después en esta comarca se empezó con la plantación del tabaco y hoy Cáceres es prácticamente la única zona donde todavía se cultiva y ha hecho prosperar a esta comarca hasta el punto que los pueblos veratos llegaron a tener el mayor número de vehículos por habitantes o que en otro pueblo al lado de la comarca, Talayuela, sea hoy en día el pueblo que tiene más población magrebí en números relativos de España.

¿Qué motivó la emigración de tu familia a Alemania?

En los años 60 del pasado siglo había aún bastante miseria en nuestro país, al igual que hoy vienen personas de otros países para mejorar su vida y salir de la pobreza, eso ocurría en muchos lugares de España. Cientos de miles españoles emigraron a países centroeuropeos, la mitad de ellos “sin papeles”.  El desarrollo de esos países y también el de España se debió en gran parte a los emigrantes. Los emigrantes éramos los que más divisas aportábamos al país, muy por encima del turismo o las exportaciones. Por eso puedo entender bien al inmigrante de hoy en día en España. En el año 63, yo con apenas tres años, mi padre tuvo que abandonar mi pueblo para poder alimentar a su familia, a los pocos años le acompañaron mi hermana y hermano mayor, adolescentes, y una vez que falleció mi abuela, la madre de mi madre, a principios de 1969 nos embarcamos el resto, es decir una hermana y un hermano, mi madre y yo, en este caso en vehículo/taxi, anteriormente en ferrocarril hacia una tierra muy diferente a la nuestra. Llegamos a una ciudad industrial la cuna de la industria de las herramientas y del inventor de los rayos X, Röntgen, Remscheid en la región del Renania del Norte-Westfalia cerca de Colonia y Düsseldorf, la capital de este estado de Alemania Federal, donde nos esperaban mi padres y dos hermanos.

¿Qué recuerdos tienes de tu adolescencia, en un país tan diferente como Alemania?

Mientras todos mis hermanos y hermanas estaban trabajando en diversas fábricas, empezaron con 15 y 16 años, yo curse la enseñanza primaria y secundaria en Alemania. Llegue a Alemania con nueve años, por las mañanas escuela alemana y por las tardes iba a clases de Bachillerato en español. Formaba parte de la amplia colonia española en esa ciudad, llegaron a habitar 12.000 españoles en Remscheid, casi el 10% de la población, éramos el grupo de emigrantes más numerosos. Eso hacía que hubiera un tejido asociativo muy amplio de jóvenes, culturales, deportivas, Misión Católica, incluso el Partido Comunista de España en la clandestinidad y también tiendas y bares españoles, incluso un cine en español. En nuestro tiempo libre vivíamos en una especie de gueto entre españoles y nuestro contacto con el alemán se daba en el trabajo o en mi caso en la escuela. Desde joven llegue a destacar en el mundo asociativo llegando a presidir una asociación juvenil española y una federación de la misma tanto a nivel federal como europeo. En el ámbito alemán, a pesar de ser extranjero fui el representante de los alumnos de toda la Educación Secundaria en el ayuntamiento de la ciudad y participaba en la comisión de juventud de esta institución.

Tengo muy gratos recuerdos de esta etapa, mantengo todavía lazos de amistad con mucha gente hoy desperdigada por distintos lugares de Alemania o España incluso de otros países.

¿Como fueron tus estudios superiores en Alemania?:

No llegué a terminar el Bachillerato en alemán, porque conseguí antes el Bachillerato en español y con la convalidación del mismo a los 18 años estaba matriculado en Ciencias Sociales en la Universidad de Wuppertal, a 15 kilómetros de mi residencia. Mi familia no podía permitirse el que yo residiera fuera. Tuve que compaginar estudios con trabajo en ratos libres fabricando sierras circulares en una fábrica, ahí conocí la dureza del trabajo industrial y surgió la conciencia de clase.

¿Qué te llevó a estudiar Sociología:

Ya te dije que, desde muy joven, casi niño, me había encuadrado en diversos movimientos sociales y políticos. Me gustaba analizar la sociedad para tener herramientas para cambiarla, luchas contra las desigualdades sociales y las discriminaciones y la ciencia que te puede ofrecer esas herramientas es la Sociología. En la universidad de Wuppertal dentro de la sociología estaban especializados en lo que se denomina la “conducta desviada”, entre las cuales juega un papel importante la conducta criminal. Esto hizo que me interesaran los temas relacionados con la delincuencia y me especializará en ello. Estuve dos años trabajando en una asociación juvenil en Remscheid y participando activamente en el movimiento asociativo español en varios niveles.

¿Cómo fue tu regreso a España y que te motivó a volver?

Me casé en Alemania en 1985, fui de los primeros que lo hizo por lo civil, pues en este aspecto las colonias españolas en el extranjero eran bastante tradicionales. Mi mujer Amparo también era hija de emigrantes, en este caso sus padres venían de Piñar, un pueblo de la comarca granadina de los Montes Orientales, la mayoría de los españoles de Remscheid provenían de esta zona. Nuestro objetivo, a pesar de habernos criado en Alemania, era poder retornar a España. Mis padres retornaron cuando yo me casé y empezaron a cobrar la pensión, otros hermanos míos lo hicieron antes y otro a la par, aunque una hermana, la mayor, aún reside en Alemania con sus hijas y nietas. En España estuve buscando trabajo en relación a mi formación, no encontraba nada, tengamos en cuenta que en aquella época solamente se impartía sociología en nuestro país en las universidades de Madrid y Barcelona. Aprovechando las vacaciones en abril de 1986 a través de un anunció conocí que había oposiciones a Sociólogo de Instituciones Penitenciarias, me presenté a las mismas en agosto de ese año y tuve la fortuna de aprobar esta especialidad del Cuerpo Técnico de Instituciones Penitenciarias y claro hicimos las maletas en noviembre de ese año y nos vinimos a España, unos meses en mi pueblo con mis padres antes de empezar a trabajar en este ámbito en enero de 1987

¿En qué momento de tu vida surge la vocación penitenciaria?:

Como he señalado lo social, la lucha contra las desigualdades y las injusticias sociales siempre ha estado en mi ADN desde muy pequeño. La delincuencia es un fenómeno social, hay que entenderla y abordarla desde esa perspectiva, mi formación académica me lo permitía, el mundo de la delincuencia es muy cercano al penitenciario, aunque no sinónimo y de ahí mi interés por el mundo carcelario.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional penitenciaria hasta llegar a ser Director del Acebuche en Almería?:

Mi primer destino, el Puerto de Santa María, Puerto II, era un “bicho raro”, ¿Qué hace un Sociólogo en una prisión?  Creo que les demostré lo que puede hacer y el papel que puede jugar el Sociólogo en prisiones., Desgraciadamente hace ya varias décadas que no convocan plazas de sociólogo en Instituciones Penitenciarias y por lo tanto somos una especialidad “a extinguir”. Yo mantengo que el tratamiento penitenciario debe abordarse desde esa perspectiva social, aunque nuestra ley se centra sobremanera en el “individuo” y por lo tanto prima la psicología, pero bueno esto sería otro debate. Después seguí de Sociólogo en mi siguiente destino en Alicante. Quería implicarme más en la institución y concursé a la vacante de Subdirector de Tratamiento en Córdoba, tras cuatro años en la ciudad califal me enviaron a mi tierra natal a dirigir la prisión de jóvenes Cáceres II. Volví de Sociólogo a Albolote, Granada, con el cambio de siglo y tras cuatro años me volvieron a nombrar Director de esa prisión hasta el año 2011 que consideraron que podría abrir como Director una nueva prisión, la de Campos del rio en Murcia. Por razones extraprofesionales con el cambio de gobierno me destituyen de ese puesto y vuelvo a Albolote, aparcado en la prisión durante unos años. No aguantaba esa situación y me ofrecen un cargo de responsabilidad al frente del servicio de Vivienda en la delegación provincial de Granada de la junta de Andalucía y lo ejercí durante dos años. Vuelvo a Albolote y un par de años después de nuevo a mi tierra, pero esta vez ya se ha convertido la antigua prisión de jóvenes en la prisión provincial que dirijo hasta agosto de 2024. En esa fecha me destinan a esta hermosa tierra al lado del mar que es la prisión de “El Acebuche”, es una gozada contemplar el Cabo de Gata desde el despacho.

¿Cómo has compaginado tu labor profesional con el día a día de la familia?:

Estoy felizmente casado con Amparo como he señalado desde 1985, ella ha sido para mí un apoyo importante en mi carrera profesional, nunca ha puesto inconveniente en todos los traslados que he tenido que realizar en mi carrera profesional, ha contribuido que estemos muy unidos. Tenemos un hijo y una hija, ya viviendo con sus respectivas parejas en Granada, pero que muy jóvenes hicieron una vida independiente y labrándose su futuro. Mi hija me ha traído a un hermoso nieto, que ahora ha cumplido dos años.

¿Te gustaría poder jubilarte y terminar tu carrera profesional como Director del C.P. “El Acebuche” en Almería?

No contemplo la jubilación a corto plazo, he prolongado el servicio activo hasta que el Cuerpo aguante y la ley lo permita. El permanecer como Director, al ser un puesto de libre designación, no depende de uno mismo. Obviamente yo seguiré cumpliendo y sirviendo como Funcionario público penitenciario para cumplir con el mandato legal que tenemos asignados, trabajar para la reinserción social de la población reclusa hasta el día que llegue esa jubilación.

¿Cuál es tu momento actual como persona y como profesional?:

Estoy en un buen momento personal y profesional, estoy rodeado de grandes profesionales. El personal penitenciario, no siempre es reconocida su inmensa labor. Quiero aprovechar esta entrevista para realzar la labor que realizamos, lejos de los medios de comunicación, como es su contribución a la seguridad del país y el esfuerzo diario de ayudar a personas en situación compleja, como es la privación de libertad, a sobrellevarla y dignificar a las personas.

¿Por último, dedícanos unas palabras, a modo de despedida, para cerrar esta entrevista?:

Muchas gracias por brindarme esta oportunidad por darme a conocer, tanto en el plano profesional como personal. Uno de mis objetivos como Director es que se conozcan y comprendan este medio al que he dedicado mi vida y esta entrevista contribuye a ello, especialmente al publicarse a través de un periódico como “Granada Costa”, cuya finalidad principal es la divulgación de la cultura.

———————————————————————————————————————————————–

No quiero finalizar esta entrevista, sin dejar constancia de los dos reconocimientos más importantes que ha recibido nuestro gran profesional penitenciario en su dilatada vida profesional como es, la Medalla de Plata al Mérito Penitenciario y la Cruz al Mérito Policial con distintivo Blanco.

Y ahora sí, despedimos a nuestro entrevistado Nahúm, dándole las gracias por compartir con nosotros y nuestros lectores toda esta trayectoria de su vida personal y profesional, la cual creo honestamente que es digna de admiración y elogio, por esa superación constante desde tus orígenes humildes y poder llegar tan lejos en la carrera penitenciaria, con la cual demuestras una vocación y una entrega digna de un excelente profesional y sobre todo de una extraordinaria persona, luchando siempre por mejorar la sociedad y entregado fielmente a tu familia, la cual deben de sentirse muy orgullosos de tener un marido, un padre y un abuelo, tan especial, digno representante de los valores que este periódico pretende hacer llegar siempre a sus lectores y por eso te reitero las gracias por dedicarnos parte de tu tiempo para poder realizar esta entrevista  y por último le doy las gracias a mi querido hermano Francisco Martínez, por presentarme a una persona tan especial y tan comprometida con la sociedad como lo es nuestro entrevistado, el cual además está muy vinculado a la costa granadina, ya que posee un apartamento en Castell de Ferro, donde suele veranear todos los años.