EL QUIJOTE, EL NACIMIENTO DE LA NOVELA MODERNA

Con la aparición del Quijote; hace más de cuatro siglos, no solo surgió la novela moderna, Cervantes mostro un talento extraordinario para burlar la censura de su tiempo, poniendo en boca de un perturbado y un simple, razonamientos y criticas, intolerables para la corona y la iglesia, de no haberlo hecho a así, es seguro que no hubiese pasado su obra el cedazo de la censura.

Cuando Cervantes presenta su novela para ser autorizada; los supervisores solo percibían disparates y cuando salió publicada, los lectores también así la percibieron, sin embargo analizada capítulo por capítulo, vemos como su autor “no daba puntada sin hilo”, (como diría el bueno de Sancho). La salida de la novela tuvo que sortear un sinfín de obstáculos; envidias de colegas, incluso de desprecio, de personajes encumbrados, como Lope de Vega, llegando a ridiculizar su obra.

Desde su publicación en enero del 1605; no sin pocas dificultades, como indica que tuviera que dedicársela al duque de Béjar, sin duda mostrando la necesidad de patrocinio. En unos cuantos años el Quijote alcanza un éxito fulgurante; consiguiendo ser traducido en lengua extranjera. Pero también tiene que enfrentarse al plagio; de la pluma de Avellaneda que aprovecha el éxito de la primera parte, adelantándose y publicando una segunda parte, que obligo a Cervantes no solo a acelerar su segunda parte, si no a cambiar ideas preconcebidas, (lo que hace suponer que alguien filtro algún capitulo entregado al impresor).

La Mancha tierra de abandono en aquel tiempo; fue el escenario elegido como un motivo más de desagravio, sin embargo el alma de Andalucía está presente a lo largo de toda su obra, demostrando que las personas no son de donde nacen, sino que su carácter se va forjando por donde transita.

Portada del Quijote

Cervantes supo burlar a la censura:

A lo largo de toda su obra; Cervantes tanto en la primera como en la segunda parte del Quijote, no deja de reivindicar la justicia, como demuestra en el dialogo de don Quijote –dirigiéndose a Sancho-, “Cambiar el mundo, / amigo Sancho, / no es locura ni utopía, / sino Justicia”.

Sus críticas son como saetas disparadas en todas direcciones; pero sobre todo a los órganos de poder principalmente, véanse corona e iglesia, pero también a ese pueblo dormido, al igual que siglos más tarde hiciera el gran Don Antonio Machado en sus versos.

Es cierto que la lectura del Quijote requiere una cierta preparación; sabiendo a lo que te enfrentas, primero a un castellano propio de la época, pero también a una crítica constante, de aquel tiempo y al mismo tiempo eterna, porque uno de los motivos que han hecho esta obra inmortal, es su actualidad permanente.

También creo que esta obra debería ser conocida; por todos los hablantes de lengua castellana, pero reconozco que la lectura obligada, de cualquier obra no es el camino para amarla, desgraciadamente esto se ha venido haciendo en los centros de enseñanza, pero como decía antes creo que es más conveniente despertar el interés, informando lo que encierra, para que cuando el lector se enfrente a su lectura, vaya identificando no solo las informaciones recibidas, sino que al mismo tiempo él descubra nuevas facetas, porque si el Quijote tiene una riqueza, es precisamente la oportunidad  de descubrimientos que permite a cada lector, incluso en diferentes lecturas, yo he podido descubrir detalles que antes no había percibido.

La diferencia del Quijote con una inmensa mayoría de obras; es que después de una lectura, la mayoría quedan en el olvido. El Quijote es una obra para releerla y sobre todo, yo diría que es un libro de consulta, si queremos descubrir la sociedad de su tiempo, es una buena fuente de información, incluso como era la sociedad de las ideas, los conversos bajo la lupa constante de los poderes, susceptibles de ser denunciados por envidias, por otro lado la hidalguía en constante tela de juicio.

Primera página del Quijote

El Quijote, nacimiento de la novela moderna:

Con la publicación de la novela Don Quijote de la Mancha; Cervantes creo la novela moderna, sabiendo conectar con el lector, al mismo tiempo que plasmo un fresco de aquella España de su tiempo.

Cervantes cuando finalizaba el siglo XVI y se atisbaba el XVII; ya cargado de años y llamando a las puertas de la pobreza, escaso de salud, con una familia rota a girones, como podrán imaginar las expectativas de un horizonte halagador, se hundían en la más profunda tristeza.

Justo en aquel momento casi de desesperación; a Cervantes le llego el éxito, con la obra más grande que ha generado la lengua castellana, “El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”. Cuando menos lo esperaba; tras una larga lucha para poder publicar sus trabajos anteriores, “La Galatea” año 1585, y sus comedias estrenadas en los corrales de la villa y corte. Cervantes sufrió el cambio; en cuanto a la demanda de los lectores, que optaron por la picaresca y lo bizantino, abandonando el género pastoril, que Cervantes había venido practicando; sus piezas teatrales fueron relegadas, a favor de un Lope de Vega, que mostraba una fuerza creadora, que muy pronto se convertiría en el dueño y señor de los escenarios, ganándose el favor del público.

Cervantes vencido por las armas; frustrado por las letras, el viejo escritor como único plan de supervivencia, opta por echarse a los caminos como recaudador de impuestos, iniciando una vida difícil, cargada de un sinfín de desagradables experiencias; sin embargo esta etapa sería la más enriquecedora para él, como demostraría en su obra universal. Durante el desarrollo de su actividad como recaudador; tiene la oportunidad de conocer la sociedad de su tiempo en profundidad, así como los diversos paisajes por los que transito.

Pero para Cervantes la vida no fue nada  fácil; incluso cuando su novela no paraba de ganar lectores y a pesar de su reconocida fama, sufrió varios encarcelamientos, pero desde el punto de vista económico, tampoco le fue mejor, los plagios incontrolados y constantes, unidos al engaño de los editores en cuanto al reparto de beneficios, hizo que de su éxito sacaran rentabilidad otros.

Retrato de Juan de Jauregui

Cronología del Quijote:

Publicar en aquel momento no era nada fácil; la parte económica siendo importante, sin embargo no era el mayor obstáculo a salvar, tenía que ganarse la confianza del obispo de turno, que una vez superado su visto bueno, tenía que ser refrendada por autoridades eclesiásticas superiores.

La publicación del Quijote a principios del siglo XVII; supuso uno de los acontecimientos más destacados de la literatura universal, se puede decir que Cervantes con su obra, sentó las bases de lo que en lo sucesivo seria la novela moderna, logrando que el lector encuentre una identificación, tanto con paisajes, costumbres y sobre todo con sus problemas cotidianos, que si bien puede que se desarrollen en ámbitos superiores, son los mismos que el lector pueda sufrir, en definitiva el lector mientras se adentra en la novela, descubre un escenario reconocible.

La novela se imprime en 1605, en el mes de enero de este año, en los talleres de la madrileña imprenta de Juan Cuesta y a costa de Francisco Robles, viendo la luz aquella primera edición de “El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”, obra dedicada al conde de Béjar.

 Años más tarde en el año 1612, siete años después de su aparición, seria traducido a una lengua extranjera, al inglés cuya traducción corrió a cargo de Thomas Shelton, en el año 1614 César Oudin la traduce al francés, no parando desde entonces, de ser traducida a todas las lenguas del mundo.

Pero el mayor contratiempo para un autor es el plagio;  en el año 1614 Cervantes sufrió el ataque mezquino del plagio del licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, publicado en Tarragona con el título de “La segunda parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. En el año 1615 Cervantes ante esta situación generada por Avellaneda; acelera el trabajo para dar a luz su “Segunda parte”, sobre todo para tratar de dejar en evidencia a un farsante, falto del conocimiento y sentido de su original obra. En el año 1617, un año más tarde de la muerte de Cervantes; la imprenta barcelonesa de Bautista Sorita, pública por vez primera, las dos partes del Quijote en un mismo volumen, práctica que se ha venido haciendo hasta la actualidad.

Venta de Puerto Lapice

Las Españas del Quijote:

Siempre se dijo que para amar las cosas; es preciso conocerlas, Cervantes durante su trabajo como recaudador, se vio obligado a recorrer distintas pueblos y culturas, las que conforman esta España nuestra; este bagaje se percibe en su obra; haciendo de su trama un contacto con gentes de distintas ideas y pensamiento, pero quizá lo más importante dar a conocer la España rural, que la literatura del momento era urbanita en su mayoría.

La elección de la Mancha como escenario principal del Quijote no es casualidad; en aquel momento era un espacio de olvido, la prueba era tenerla por los poderes como un refugio para desterrados, véase judaizantes y moriscos entre otros. Pero al mismo tiempo; la Mancha siempre fue un territorio de paso, por eso Cervantes recrea sus artículos con gentes de distintas procedencias, resaltando sus costumbres y lenguas, como ocurre con “el Vizcaíno” entre otros, pero dentro de su idea de dar a conocer los pueblos de España, donde se vuelca de forma muy clara es en su Segunda Parte, terminando en la playa de Barcelona, quizá con cierta nostalgia de contactar con ese Mediterráneo, que tantos recuerdos de juventud bullían en su cabeza.

La elección de Barcelona para concluir su obra; no es una cuestión baladí, si observamos que la obra cervantina es una total critica del momento, Cervantes quiere presentar a una capital a nivel europeo, una carencia que aquel momento acompañaba por desgracia a una gran parte de España.

Cervantes con esta novela; se suma a los humanistas del Renacimiento, los cuales recuperaron el termino de las Españas, Cervantes de forma constante esta aludiendo al imperio hispánico, que alcanzó su mayor expansión, durante la unión de las coronas de España y Portugal, entre los años 1580-1640, con los territorios políticos bien diferenciados, sin duda un adelanto histórico al actual de la autonomías. Es importante recordar; sobre todo para aquellos que aun mantienen la idea de la España única, que en los momentos de mayor esplendor, el propio soberano, pedía que de forma coloquial se le nombrara “Rey de las Españas”.

Esperando al Caballero

Conclusiones:

A la hora de afrontar la lectura de esta obra; debemos reparar en los ecosistemas sociales, en los cuales Cervantes sitúa a sus protagonistas, don Quijote y Sancho se mueven en un escenario, conformado por diferentes niveles sociales; pero sin embargo todos ellos basados en la familia, como núcleo principal, elemento clásico con una fuerte raigambre, dentro del contexto , la familia ligada a la casa, sus miembros unidos entre sí por vínculos familiares como la hermana la sobrina, o por otras que podían completar el hogar como la figura del ama o del mozo. Esta pequeña célula; Cervantes la inserta en una unidad más, en su aldea, a la que Cervantes en boca de don Quijote, denominara “mi patria”, en dicha patria la vida de los vecinos, transcurre en torno a la parroquia.

La organización administrativa; se ordenaba en torno a una ciudad, como cabecera de comarca, en la cual se hallaba el centro administrativo, pero también era el lugar donde se celebraban las ferias y mercados, por lo general estos núcleos, estaban al borde de las principales vías de comunicación, con el fin de tener fácil acceso a la corte. (Por esta razón no es extraño que para armarse caballero, situara a don Quijote en Puerto Lapice, una de las muchas ventas, que se ubicaban en las proximidades del camino real, que unía Andalucía con la corte).

Gigantes

Uno de los muchos temas que Cervantes nos pone sobre la mesa; es el de la relación campo ciudad, nos muestra los grandes conflictos, cuyo origen descansan en la supremacía de los grandes terratenientes, que vivian en sus segundas viviendas en la ciudad, viviendo de forma placida, a costa de la precariedad del campesinado. Si nos damos cuenta en varios de sus capítulos; Cervantes trata a estos grandes terratenientes como señores, dueños incluso de villas enteras, (una denuncia clara de micro-feudalismos, comunes hasta bien entrado el siglo XX en la España rural).

La faceta que más desapercibida pasa de la novela; quizá por ser la menos espectacular, es su romanticismo, Alonso Quijano sigue soñando un mundo rural, con un decorado un tanto barroco, pero con una idea febril, sin alejarse del paisaje bucólico y un tanto poético.

José María Escribano Muñoz

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