Verano tiempo de “SANDÍA” – A TODA COSTA
Glosa que pretende hacer justicia a una de las frutas más sabrosas y refrescantes
La sandía, cuyo origen se sitúa en África. Según los escritos y manuscritos encontrados, los egipcios ya la cultivaban hace más de 4.000 años en el valle del Nilo.
De hecho, estamos ante una fruta que llegó a considerarse sagrada. Tal era el aprecio por la sandía, que se depositaba como parte de las ofrendas que se incluían en las tumbas de los faraones.
Una de las primeras pruebas de ello son los jeroglíficos de la época que relatan historias sobre su recolección. También se encontraron restos de ellas en los sepulcros de los reyes, donde se dejaban como alimento para los difuntos en el más allá.
También se sabe que los árabes eran grandes consumidores de la misma, a la que otorgaban propiedades desintoxicantes.
Con el paso de los años y los avances de las rutas comerciales europeas, la sandía fue poco a poco introduciéndose en Europa, desde donde fue llevada a América.
También conocida como “melón de agua”, pertenece a la familia de las “cucurbitáceas”. Su característica principal es que está compuesta en su mayor parte de agua y su fruto, presenta forma redondeada, aunque también existen ovaladas.
Presenta una corteza dura y lisa, de 2-4 centímetros de grosor. Los colores de su piel y pulpa caracterizan de forma especial a la sandía por su bello contraste. El sabor de la misma es una combinación entre acuoso-refrescante y jugoso-dulce, por lo que resulta muy atractiva en la época estival, especialmente en la costa mediterránea.
A continuación enumeramos los principales beneficio de su ingesta:
La sandía – como hemos indicado – está compuesta principalmente por agua, aproximadamente el 90%, aportando únicamente 21 Kilocalorías / 100 gramos de alimento.
Vitamina A: Es la más abundante, aparece en forma de carotenos, el principal es el licopeno, que es el colorante que tiñe a esta fruta de color rojo, tratándose de uno de los mejores antioxidantes.
Vitamina B: También contiene vitaminas del este grupo, entre otras destacan la piridoxina y la niacina.
Vitamina C: Aparece en proporción media o baja, pero colabora eficazmente en ayuda de la cicatrización de las heridas, como regeneradora de nuevos tejidos.
No debemos olvidar la riqueza de minerales que contiene la sandía, especialmente magnesio y potasio.
Todos los 3 de agosto se celebra el “Día de la Sandía”, momento para degustar con amor, los mejores platos de postres, helados, zumos y ensaladas, que pueden resultar de esta fruta, recomendada desde “YA”, sin esperar a su efeméride.
Francisco Ponce Carrasco