Vacaciones de Verano – A TODA COSTA

Me encontré con Andrés o más bien él hizo porque le encontrara

 Llevaba en la mano varios paquetes y una carterita de una agencia de viajes.

– ¿Qué es todo eso? – le pregunté –

¡Chico me marcho de vacaciones! –

– ¡Ah!… ¿Dónde?-

– ¡A Bali! –

– A Bali, Indonesia, -’leche’-, menuda gozada: La cultura Indonesia es el resultado de la mezcla de diferentes civilizaciones. El hinduismo y el budismo de la India han ejercido una profunda influencia y han dejado una importante huella en la arquitectura y escultura del país. Las islas también han sentido la influencia de las culturas polinesia y de Asia suroriental, así como la de chinos y holandeses. Bali. Un país que bien podría ser la definición de un paraíso. Mujeres de ojos rasgados, danzas exóticas y playas radiantes.

Me di cuenta de que se había aprendido el catálogo de la agencia al dedillo, estaba fanfarrón y me miraba por encima del hombro. La temida pregunta estaba al caer.

-¿Y tú, donde te marchas? –

– Yo… Pues no sé, al pueblo de mi mujer.-

– Tan solo a 60 kilómetros de aquí, ¡Pobrecillo!-

– Bueno, – susurré – algún día me acercaré al mar en noches de luna llena, disfrutaré de las palmeras y estaré dentro de un entorno sano y natural.-

Le deseé buen viaje mientras se marchaba más ‘chulo que un ocho’.

                                * * * * *

En octubre el destino me cruzó de nuevo con Andrés. En un principio fue él, el que quiso esquivarme, pero ahora yo sentía una tremenda curiosidad por conocer detalles de su aventura.

– ¡Andrés, Andrés!, hombre, ¿cómo estás?, te veo muy delgado.-

– Cierto, es que sufro, según el médico, una ‘Colimieditis’…, vamos, que todo lo que como, cómo que no lo aprovecho.-

– ¿Te contagiaste en Bali?- Cuanto me apetecía sacar el tema. –

– ¡Bali, ni lo pise! –

– ¿Y eso? –

Verás, en pleno vuelo camino de Indonesia, unos desalmados secuestraron el avión y le hicieron variar el rumbo a Bangkok, luego a Pekín para repostar, fuimos a Hong Kong a negociar, no alcanzaron acuerdo alguno y nos trasladamos a Laos, por último nos liberaron en Grecia, de allí regresamos a Madrid. Todo sin bajar del avión, mal comidos y con un susto de <<para qué te cuento>>. Siempre con un cinturón, que nos pusieron de forma individual a todo el pasaje, y que llevaba un artilugio que haría explosión mediante un mando a distancia que ellos podían activar a su antojo. Así consumí la semana de vacaciones.

Andrés resopló antes de continuar. Lo que aproveché con instinto malvado, lo confieso, para decirle.

-Bonito ‘tour’, por tantos países.-

Me miró con tal encono que me asustó, eso sí, irónico me dijo.

-Y tú que, con la parienta en el pueblo, ¿No?… –

– Pues sí, comí buen pescado y marisco, hoya de col, me harté de higos, tarta de manzana y miel del terreno…

En sus ojos adiviné languidez. Es muy probable que en años venideros, Andrés piense agregarse a nosotros.

Francisco Ponce Carrasco

I CERTAMEN DE ARTÍCULOS Y POESÍA PERIÓDICO DIGITAL GRANADA COSTA

Cada tres meses se entregarán dos premios: uno concedido en la vertiente de textos y otro para los poemas

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