Libro recomendado «Homenaje a Francisco Rossi Melero»

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PRÓLOGO

A VERSOS DE TU OTOÑO

Acertado título, Versos de mi otoño, que el autor, Francisco Rossi Melero, ha escogido para este libro escrito en su etapa otoñal cuando, transcurridos esos años de su vida, se halla en ese momento cálido paralelo a los oblicuos rayos del sol en su sereno caminar por el firmamento hacia poniente.

Francisco Rossi, partiendo de cero, ha ido caminando también hacia su horizonte, pero no lo ha hecho siguiendo un sendero llano. Aspirando a más, se ha ido superando hasta alcanzar ese montículo, pequeña gloria a que aspiran los que sienten afán de superación y no quieren quedarse en su cómodo nirvana, o reposo del guerrero, después de una vida no exenta de lucha, vicisitudes y trabajo.

Este libro-homenaje, que Granada Costa le ha dedicado, es un premio a la constancia y al deseo de aprender y saber para poder expresar en sencillos versos lo que el autor del poemario siente, sus vivencias, amores, desamores, anhelos… en una palabra: sus sentimientos.

Son poemas escritos en un lenguaje coloquial -él dice que escribe para sus amigos-, con rima y métrica variada, una veces asonante y otras, libre, pero pretendiendo llegar al corazón de quien los lee. Y no pocas veces lo consigue.

El presente poemario viene ilustrado con fotos de bellos paisajes hechas por el autor en sus etapas de senderismo para la exposición que hizo de ellas en Molvízar, 2017.

Da comienzo este poemario, a modo de introducción, con unas pinceladas de D. José Segura Haro, presidente del Proyecto Cultural Granada Costa, que dan paso al poemario en sí con las colaboraciones de los poetas amigos del autor. Por expreso deseo del mismo, éstas irán al principio del libro en lugar de sus poemas. El motivo es porque Francisco Rossi, dando realce a la amistad, prefiere relegarse a un segundo término.

Sus poemas los ha separado en tres apartados siguiendo el tema de los mismos. La primera parte, la más extensa y casi leit motiv del poemario, Poemas de amor y desamor, es un canto al amor en todas sus facetas, pasado, presente y quizá futuro, pues el corazón no tiene edad.

Por un amor pasado escribe:

Ya resuenan las campanas, / penden colgadas del cielo / por aquel amor soñado, / por un cariño que ha muerto…

  Por un amor hipotético presente:

Brillan en la noche oscura / esos ojos tan radiantes, / como brasas de hermosura / que cautivan al mirarte…

Por un amor deseado, por un imposible:

No me pidas que te olvide, / no me pidas que te deje de querer, / no me pidas un imposible, / no me pidas que no vea el amanecer…

Y así, continúa cantando a los amores felices, deseados, perdidos, para dar paso a la segunda parte, Haz de poemas. Este apartado consta de una selección de poemas de temática diversa. Glosa el autor a los astros:

Deja de buscar luceros / por ese cielo lejano, / si no encuentras a ninguno, / ¿para que sigues buscando?

 A las rosas:

La luna a la rosa blanca / declaró su amor secreto. / ¡Qué bella estaba la luna! / ¡Qué hermosa estaba la flor!

 A los sentimientos:

Busco bajo el firmamento / a mi destino perdido / y no lo puedo encontrar / ni por sendas ni caminos…

A las inquietudes:

Pienso en el tiempo pasado, / siento que fue muy feliz. / Pero al llegar al presente, / todo cambió para mí…

Termina Francisco este haz de poemas con versos dedicados respectivamente a su amada Andalucía ya que el autor es nacido en Alcaudete, Jaén:

¡Andalucía, la tierra que me vio nacer! / Como jilguero en su vuelo yo recorría / de tus campos los verdes olivos…

Y finaliza con una exaltación a la bandera nacional:

Es la Flor de España noble / la Bandera Nacional. / Su color es rojo y gualda / con su águila Real…

Pasando a la tercera y última parte, Poemas dedicados, este capítulo final consta de unos cuantos poemas dedicados a familiares y amigas:

Sobre sus tres nietas:

Estrellas de Dios las tres, / brillando en el firmamento, / más bonitas que las rosas, / más brillantes que luceros…

A una amiga, superada una mala etapa de su vida:

Terminó la noche oscura, / cuando se levanta el alba, / y se abren los luceros / que tú llevas en la cara…

Y así, hasta un total de cuarenta poemas sencillos, agradables en su lectura, resultado de una superación personal, de un afán por aspirar a algo más que sentado en el otoño de la vida / a la puerta de tu casa / ver el tiempo pasar.

Enhorabuena, amigo Francisco Rossi, sabiendo de antemano que tus amigos, para quienes has escrito tu libro, pasarán unas horas agradables y reconocerán el esfuerzo que has realizado escribiendo estos versos salidos del corazón.

Carmen Carrasco,

Delegada nacional de Poesía Granada Costa.