Portada » FÉ QUE MUEVE MONTAÑAS

Quiero tener una fé

una fé robusta y fuerte

que detenga las tormentas

desatadas en mi mente.


Una fé que me sostenga

en medio de tempestades

cuando la vida sacude con

sus luchas y avatares.


Y caminar por las aguas

los caminos y los mares

con paso firme y seguro

por escarpados lugares.


Fé que mueve montañas

sana ojos y cegueras

fé ciega en Dios de los cielos

Dios de amor y de certeza.


Quiero una fé verdadera

en la existencia de Dios

que me ama y me cuida

que es belleza y es amor.


Que rige noches y días

que regala lluvia y sol

a los pobres y a los ricos

dando sustento y calor.


No quiero una fé vacía

insustancial y mundana

como una efímera nube

que se diluye en la nada.


No quiero una fé de escuela

infantil y pasajera

quiero una fé consistente

en mi vida venidera.


Quiero una fé que alimenta

que da sentido y confort

que en la noche más oscura

ilumina y da calor.


Muchos quieren creer

pocos creen de verdad

la fé es un don divino

que hay que regar y cuidar.


Como un grano de mostaza

pequeña al principio es

la semilla va creciendo

crece el árbol y la fé.


Cuando el cansancio me vence

y la fatiga me puede

la fé que mueve montañas

me levanta y me sostiene.


Como sostiene a la flor

el tallo con gran esmero

así me sostiene Dios

con fé y amor verdadero.

María J. López Palomar.

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