DIARIO DE UN POETA EL DÍA QUE CONOCÍ AL POETA JOSÉ MARÍA FORTEZA

comprometido con una poesía que es agradable de leer, inspirada y con un léxico muy estudiado. Una parte importante de su poesía ha sido de corte religioso, ya que él era un hombre muy religioso –yo diría tremendamente religioso–. Era una persona que me sorprendía y me enriquecía al hablar con él. Tenía una forma de hablar que era clara, sin eufemismos, y muy inteligente.

            Toda su obra, tanto en poesía como en prosa, fue escrita en castellano, ya que, cuando llegó la tetocracia y muchos poetas que habían escrito mayoritariamente en castellano pasaron a escribir su obra en catalán, José María Forteza siguió escribiendo en castellano. Y eso no quiere decir que nuestro invitado de hoy no amara a su idioma materno, catalán o mallorquín, que aquí es otra. Desde que se normalizó que cada uno podía escribir y publicar en el idioma que quisiera (?), eso valió para que se potenciara cara al exterior e incluso hacia el interior, haciendo que el idioma propio de las Islas Baleares cogiera un rumbo más amplio y esperanzador.

            Como no puede ser de otra manera, yo respeto la decisión de esos poetas y escritores que, desde la aprobación del Estatut, dejaron de escribir en el idioma que habían usado mayoritariamente y decidieron hacerlo en catalán. Y aprovecho para hacer una reflexión: ¿quién impidió durante la dictadura que Josep María Llompart de la Penya, Blai Bonet y muchos otros no pudieran escribir y publicar en catalán? NADIE. Una vez llegada la democracia, hubo una explosión de intelectuales que rompieron con el idioma que habían usado siempre en sus escritos, y pasaron a escribir en catalán. Había que darle un empujón al catalán, que durante muchos años había estado encorsetado y, de alguna manera, se le habían puesto trabas para su expansión. ¿Les permitió a esos escritores vender más libros porque escribían en catalán? Desgraciadamente, no. Pero, para muchos intelectuales, creo que eso no les importaba demasiado, ya que su sentimiento estaba ligado a las primeras palabras que escucharon de sus madres, dichas en mallorquín o, como dicen algunos, catalán de Mallorca. Ya que, si en la pléyade de poetas y escritores prevalece escribir en catalán, no así en el pueblo, que usa un léxico y una forma expresiva diferente, más propia de esta tierra.

            Para reafirmar lo que acabo de exponer, voy a relatar lo que me sucedió con un señor en un pueblo de Mallorca cuando preparaba el texto de mi libro Pueblo y paisajes de Mallorca. El señor al que me refiero tenía por aquella fecha –según me dijo– 90 años. A mis preguntas para que me contara cosas de su juventud y de cómo se vivía en el pueblo, viendo que se trababa un poco al hablar en castellano, le dije: «Puede usted hablar en catalán». Inmediatamente me contestó enfadado diciéndome en mallorquín (lo traduzco al castellano): «¡Pero qué me dices tú, yo soy mallorquín y hablo mallorquín, no catalán!». Seguí preguntándole en castellano. El catalán, y su forma de hablarlo en Baleares, es un idioma bello, que se debe preservar y fortalecer, porque es patrimonio de más de ocho millones de personas. Hace ya bastantes años, tuve que participar en un coloquio en Radio Juventud, una de las preguntas que iban a hacerme era precisamente referente al catalán-mallorquín. Consulté con un conocido escritor mallorquín y amigo sobre qué debía contestar, él me dijo: «Tú dices que, para escribir, en catalán, y para hablar, en mallorquín» (sic).

Marcelino Arellano y José María Forteza

            Conocí a José María Forteza (1925-1998) por el año 1977, con ocasión del segundo número de la revista Sa Roqueta, que fundé con unos compañeros y dirigí durante 8 años. Me aconsejaron mis compañeros que incluyera en la revista un poema de José María Forteza, que por entonces era un poeta muy bien considerado dentro de los círculos no catalanistas. Me puse en contacto con José María, creo que fue a través del periodista Octavio Aguilera, que me lo presentó (?), y, desde aquel día, fueron muchas las ocasiones en las que conté con su colaboración poética, tanto para Sa Roqueta como para la revista Arboleda. Colaboró conmigo en cuantas ocasiones se lo pedía. Participamos juntos en recitales de poesía, en encuentros literarios y en varios coloquios radiofónicos.

            Publicó bastantes libros, todos ellos de una gran calidad poética, que alcanzaron un notable éxito, perteneció a la famosa revista DAVO. Algunos de sus libros son los siguientes: Antífona de Navidad y otros poemas (1989), Resonancia, La ola sucesiva, Invitación a la Esperanza, Al borde de la ternura, La llama desplazada, etc. La lectura en general de sus libros nos aproxima a un quehacer que, a la búsqueda de la transparencia y precisión del lenguaje, tiene mucho de ejercicio litúrgico. Su religiosidad se transfigura para convertirse en retablo de cautivadora ternura.  

            Creo, sin equivocarme, que José María Forteza ha sido uno de los grandes poetas mallorquines más importantes del siglo XX, aunque para muchos no haya sido suficientemente reconocido. Buen amigo, sensible y bondadoso.

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca

LETANÍA DEL AMOR PERDURABLE

A ti, siempre

Antiguo, nuevo, dócil, requerido,

llanto, alegría, asombro, balbuciente,

holocausto, temblor, látigo, afluente,

pedestal, horizonte, compartido.

Hondo, silencio, tierno, salto, herido,

sauce, semilla, pétalo, indulgente,

rito, liberación, omnipotente,

aire, remanso, pálpito, latido.

Lento, fugaz, costumbre, llamarada,

presencia, luz, distancia, precipicio,

cielo, sombra, clamor, cántico, gesta.

Oración, agonía, muerte, espalda,

grito, señal, ingrávido, cilicio,

principio, fin, aurora, suma y resta.

José María Forteza

I CERTAMEN DE ARTÍCULOS Y POESÍA PERIÓDICO DIGITAL GRANADA COSTA

Cada tres meses se entregarán dos premios: uno concedido en la vertiente de textos y otro para los poemas

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