Colectivos de poetas debaten de metapoesía en el Ateneo de Madrid

Ana María Céspedes (Izda) y Maria Teresa Ayllón (Dcha) Presentadora Marta Vicepresid. Agrupación Clara Campoamor (centro)

Ana María Céspedes (Izda) y Maria Teresa Ayllón (Dcha) Presentadora Marta Vicepresid. Agrupación Clara Campoamor (centro)

Por Mª Teresa Ayllón Trujillo

El pasado lunes 19 de junio, a las 5 de la tarde, se dieron cita en el Ateneo de Madrid, poetas de ambos sexos y de varias generaciones, miembros de diversas tertulias muy vivas en Madrid: Arte Total, ACUDEBI, Versos Pintados del Café Gijón, del Proyecto Cultural Sur y Proyecto Cultural Granada Costa. El objetivo era exponer y debatir sobre la metapoesía, sus bases teóricas (a cargo de Mª Teresa Ayllón) y sus posibles referentes femeninos, haciendo hincapié en las mujeres poetas del pasado inmediato (a cargo de Ana María Céspedes). Las exposiciones, apoyadas en gráficos y en cuadros sintéticos, abordaron algunos de los puntos más difíciles de entender como lo es la complejidad, la recursividad y multiplicidad de perspectivas dentro de un mismo poema, la dinámica continua o los cambios de voz poética en un mismo poema, lo que hace que la historia cambie de unas a otras estrofas. La infinitud posible, lo incontenible, la importancia de la perspectiva, y la continua mirada reflexiva al poema y a todo el proceso creativo que produce un determinado poema, fueron objeto de debate. De un encendido debate sobre el posible abuso de metáforas o la oscuridad de las composiciones metapoéticas.

Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Salón Ramón y Cajal

El existencialismo como fundamento en la actitud Metapoética (ver los artículos relativos en los pasado números 528, 531 y 532 de Granada Costa Nacional) también generó debate especialmente en el aspecto del compromiso ético y estético, es decir en cuanto a la libertad de experimentar con el poema, incluso hasta el punto de hacerlo oscurecer en su mensaje pero brillar en su complejidad; forma y fondo en competencia. Otros aspectos formales que ocuparon el animado debate fueron el posible elitismo, el naturalismo o artificiosidad, y la presión de la moda o presión excluyente de las vanguardias sobre el resto de los estilos literarios antecedentes.

En una exposición brillantemente sintética Ana María Céspedes informó del trabajo que en equipo venimos haciendo sobre mujeres en la metapoesía en la etapa de las posguerras, tanto las posguerras europeas como en la española o la dominicana, encontrando que: existe un número mucho mayor del que imaginábamos de mujeres poetas en lengua hispana, que aún seguimos descubriendo a nuestras antecedentes y que debemos hacer un trabajo plagado de dificultades que ahora estamos en disposición de enunciar pero que durará todavía largo tiempo para concluir. Las escritoras de las posguerras europeas e hispanoamericanas tienen su producción marcada por la violencia y las pérdidas, de sus seres queridos y de sus lugares de vida y trabajo, marcadas por el exilio, la demanda urgente de la paz y de la justicia social y todas ellas por la urgencia de igualdad, de acceso irrestricto a la educación, trabajos, política y todo tipo de derechos de ciudadanía para las mujeres y las niñas.

La trayectoria de estas escritoras también está enmarcada en un contexto de búsqueda de trabajos diferentes a los que hacían antes de sus guerras, ocultadas muchas veces bajo seudónimos incluso masculinos o tras el nombre de sus maridos, perdida su identidad por las vagas clasificaciones que hacen sus críticos o biógrafos quienes les adjudican verbos en pasiva, reducen su visibilidad al acoplarlas en líneas literarias inexistentes, extremadamente subjetivas, sin que eso sirva para reconocerles la iniciativa en algo innovador pues siempre se busca colocarlas en influida por, siguiendo a, quien le permitió acceder a… recortando así la posible influencia que ellas hicieran o la línea innovadora que estaban impulsando. Añadir a eso la ocultación dolosa que las hace desaparecer de las colecciones y compilaciones, de las referencias de sus pares. Ana María Céspedes explicó que esta acotación sólo es un anticipo de un trabajo en curso que expondremos más adelante para no caer en la misma reducción que estamos señalando. En cuanto a la metapoesía femenina eligió y declamó esta conferenciante unos metapoemas recientes –míos- para ejemplificar las bases existencialistas y sistémicas en esas composiciones.

Poetas de diferentes colectivos junto con las conferenciantes.

El metapoema como creación persistente en la literatura histórica y contemporánea

Algunas personas presentes en el debate recordaron muy antiguos poemas que han quedado para la historia; poemas que se ocupan del propio poema –autorreferidos- o de dibujar a la persona que escribe el poema y sus circunstancias. Magníficos ejemplos que sin duda son metapoemas. Sin embargo –a mi parecer- escribir uno o más metapoemas no convierte a una persona en metapoeta si no es así como se declara, si no está trabajando en esa línea de construcción. Esta es una condición que fija el metapoeta Jorge Piña, impulsor e iniciador del Movimiento Internacional Metapoesía, y que está en consonancia con la máxima existencialista del compromiso adquirido. Se trata de trabajar en una corriente que impulse un estilo fundamentado, con sus técnicas y sus razones filosóficas. Ciertamente todo artesano habla antes o después de sus herramientas, incluso crea herramientas o las modifica ¿Cómo podría no hablar de su quehacer quien desde la poesía habla de sus preocupaciones?

¿Es mejor cuanto más natural un poema o cuanto más artificial?

Es la eterna pregunta cuando se habla de pasiones… ¿es natural la pasión? La pasión sí es natural pero no el modo de expresarla. De hecho los seres humanos nos distinguimos del resto de los animales en que todo lo natural –amor, odio, necesidades fisiológicas, parir, morir- lo expresamos de manera artificial. Así que la poesía es, para mí, música del alma que sale a través de las palabras y por las palabras podemos compartirla. La poesía es natural, las palabras son ya un instrumento inventado. La palabra y como elegimos colocarlas es un producto artificial. El poema es el producto de la poesía.

¿Es elitista jugar con un poema? ¿Es cultismo?

Yo diría que es una propuesta. Partiendo del respeto a toda forma de expresión poética, el usar filosofías que alimentan puntos de vista y con ello búsquedas, desarrollos de líneas de trabajo, llevan a desarrollar en sí la literatura. Puede que unas tendencias oscurezcan el mensaje y puede que otras tendencias vacíen de contenido los mensajes o los griten con verbo claro y proclamas descarnadas. En todo caso es la producción humana buscando experimentar. Buscando la experimentación del sujeto mediante el objeto. Luego se puede expresar claramente la poesía o todo lo contrario pero eso no es privativo de la metapoesía. Este debate creo que se ha dado frente a todas las corrientes y vanguardias del pasado. No puede extrañar que se repita. Principalmente chocan la apertura a nuevas formas y el temor a quedar fuera. En las artes por desgracia se da tanta competición como en los deportes ¡ojalá no fuera así!

Ser poeta es amar la literatura, apasionarse, dedicarse, complicarse

En resumen, en el Ateneo disfrutamos de un debate sobre literatura y creación literaria; sobre el sujeto y el objeto de la poesía, el proceso de creatividad y los contextos del arte. Se defendió la fantasía y el trabajo exploratorio literario que promueve la metapoesía y la misma se atacó por supuesto cultismo y elitismo y por alejarse de lo natural del fluir el poema. Incluso hubo quien rechazó las influencias de incorporar los avances científicos y tecnológicos en la poesía. Reflexión rica que se vuelve de nuevo sobre el proceso y lo producido. Nos ha parecido interesante trasladarla a nuestro periódico, con toda la pluralidad de opiniones y reacciones que lo metapoético es capaz de concitar. A todo el público –al igual que a todo el Proyecto Granada Costa- le invitamos a participar en los debates del VI Congreso Global de Metapoesía, que se celebrarán en Madrid el próximo mes de octubre. La literatura se lo merece.

Cartel del evento (19-6-2023)

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