FLAMENCO Y TOROS (XXXV). Toreros Flamencos
ENRIQUE ORTEGA MONJE (1892 -1959). Dice la voz popular: “De casta le viene al galgo”, refrán perfectamente aplicado al sevillano Enrique Ortega Monje, conocido artísticamente como “El Almendro”, descendiente directo de ilustres y afamados toreros y cantaores. Ejerció durante su vida dos oficios: Banderillero de toros y Cantaor. Pudo presumir de llevar sangre de su abuelo “El Gordo Viejo” (Enrique Ortega Díaz, famoso cantaor gaditano del siglo XIX), hijo de Manuel Ortega, sobrino del afamado cantaor “El Aguila” (José Ortega Feria. Cádiz, siglos XIX-XX. Hijo de El Gordo Viejo, yerno de Curro Durse, padre de las bailaoras Carlota, Rita y Rosario Ortega, de Caracol El Viejo y del torero El Cuco y abuelo de Manolo Caracol, cfr. “Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco”, Tomo I, pág. 3. Madrid, 1988); cayeron, pues, en él las esencias del cante y del toreo. Como banderillero actuó en las cuadrillas de su primo Joselito “El Gallo”, Ignacio Sánchez Mejías y Maera ( Manuel García López, 1896 -1924), quedando su buen arte reflejado en las populares coplas que comienzan diciendo:
“Cuando El Almendro torea / la plaza se bambolea……”.
Pero la fama de este ilustre sevillano le vendría a través del cante, ya que El Almendro creó un estilo de fandango especial, impregnado en los aires de la Soleá que, por cierto, lo encumbraron Manuel Torre y Manuel Vallejo. Un fandango sumamente original que, recogido por su pariente Manolo Caracol (Manuel Ortega Juárez, 1909 -1973), ha pasado al capítulo de honor de los llamados “flamencos creadores”. La tradición oral cuenta que El Almendro lo dió a conocer durante su etapa de “representante de vinos”, última profesión para el sustento cotidiano – porque que no le quedó otro remedio – quien había nadado en la abundancia material. ¡Así ha sido la vida de muchos cantaores y toreros!. Una vez más, podemos ver la similitud entre “Flamenco y Toros”. El arte de Enrique Ortega Monje sigue, afortunadamente, en la voz de los cantaores actuales. En la Flamencología se viene admitiendo que El Almendro – hijo y nieto de grandes cantaores gaditanos – es el prototipo de “Torero flamenco”.
JOAQUIN RODRIGUEZ ORTEGA “Cagancho” (1903 -1978).
Con fecha 31 de mayo 2015, página 27 de GRANADA COSTA , hicimos el perfil biográfico del famoso matador de toros Joaquín Rodríguez “Cagancho”, nacido en Sevilla (1903) y, sin embargo, muerto en México (1978). El ilustre militar y profundo conocedor de la Tauromaquia, don Julián Tomás García Sánchez ( Autor de: “Toro de lidia Español”, en GRANADA COSTA), nos ha dejado dicho que Cagancho era descendiente de una dinastía conocida de cantaores y toreros; torero desconcertante, a veces valiente y gallardo, otras dando la “espantá”, pero siempre artista genial y de férrea personalidad. Aquí, como es sabido, lo analizamos dentro de la extensa nómina de “Toreros flamencos”. Vió la luz primera, como se ha dicho, en la flamenca y torera Sevilla. Su nombre artístico no era más que la continuidad de los célebres “Caganchos de Triana”, pues era biznieto de Tío Antonio Cagancho (siglo XIX), nieto de Manuel Cagancho (Manuel Rodríguez García. Sevilla, 1846 – siglo XX), el gran artífice de las seguiriyas trianeras que rezumaban los aires de Toná ( en opinión del célebre cantaor Pepe el de la Matrona), e hijo de Joaquín Rodríguez Vargas “Cagancho”, apodo que él paseó por los ruedos taurinos y por los colmaos flamencos. Nada de extraño, pues, que Joaquín llegara a ser famoso como torero, cantaor y bailaor. La tradición oral- y también escrita – nos cuenta que en las reuniones íntimas y juergas – que él mismo montaba – daba claras muestras de sus grandes conocimientos del cante por tonás y soleares y, de manera especial, su buena disposición para el baile por Bulerías.
Un crítico taurino lo describe así: “De la dilatada lista de toreros que ha dado Sevilla, y que se han caracterizado por su duende, uno de los más principales ha sido Cagancho. Nacido en la torerísima Triana, con sangre gitana por sus venas y figura arrogantísima, no cabe duda que tenía que ser torero y cantaor”, cfr. “Tauromaquia fundamental”, pág. 102. Ed. Universidad de Sevilla, 1974.
Comenzó su vida torera – porque la flamenca era su propia extirpe – participando en una novillada (1923) en la Isla de San Fernando (Cádiz), con novillos de Bohórquez. El 25 de julio de 1924 se presenta en Sevilla en una novillada nocturna, para lidiar, juntamente con cinco aficionados más, novillos de don Anastasio Martín y es aquí donde arranca su carrera taurina, cfr. “Tauromaquia”,Vol. 2, pág. 1279, de Marceliano Ortíz Blanco. Hizo su presentación en Madrid el 5 de agosto de 1926, junto a Curro Puya y Enrique Torres, asombrando a todos su toreo de capa. El 27 de abril de 1927 Rafael “El Gallo” le otorga la alternativa en Murcia, ante su compañero Chicuelo (Manuel Jiménez Moreno. Sevilla, 1902 – 1967); en el año 1953 toreó sus últimas corridas en España .
A los grandes triunfos que consiguió al inicio, grandes broncas tuvo que soportar a lo largo de su carrera artística, dado que no se prodigada demasiado, porque el artista verdadero – decía a menudo – no puede transformar su arte en una oficina, con su fichero debidamente catalogado y numerado. Y también se dió en Cagancho la paradoja del mundo taurino: siendo él gitano por todos los foros, sus mayores apoteosis los alcanzaría en México, y quizás la suerte en la que más destaque sea en la de matar toros con toda grandeza, cuando se sentía inspirado: “gracia torera y flamenca”. “La vida no es solamente un sistema de urgencias, sino también un pausado, ingente y quiescente esfuerzo por encontrar la verdad de la realidad, nos dejó escrito Xavier Zubiri en “Sobre el hombre” (Madrid,1985). La realidad óntica de la vida es la muerte, cantada en los más trascendentales estilos flamencos: Tonás, Seguiriyas, Soleares y Tangos, los cuales fueron inseparables compañeros de aquel gitano trianero que supo cultivar a la perfección las dos formas artísticas que mejor definen la esencia metafísica del pueblo andaluz: Flamenco y Toros. Y esa fue, a la verdad, la trayectoria histórica de Joaquín Rodríguez Ortega “CAGANCHO”: Torero y Cantaor.
Alfredo Arrebola