TERCER ENCUENTRO CON EL GATO CASIMIRO PAYÁ ESPAÑA DESCARRIADA

Comparte:

En cierta ocasión  Francisco Franco, aficionado  a la pintura, le preguntó al pintor Benjamín Palencia, cómo conseguía en sus cuadros aquellos verdes  tan luminosos y a la vez tan naturales. El pintor no contestó a la primera, bien  porque no lo oyera  o porque estuviera pensando la respuesta. Franco volvió a preguntárselo y el pintor contestó: “con oficio, excelencia, con oficio”. Pues algo de oficio he tenido yo ya que coger porque basta con un pensamiento y fuerte deseo e inmediatamente me encuentro en contacto  con el gato Casimiro frente a frente, dispuesto a “largar”. Ante el panorama político de España le digo: “tú que al parecer conoces todos los secretos de este mundo, ¿tiene el presidente  de España las cualidades y capacidades para dirigir una nación de 47 millones de habitantes  en un mundo globalizado y tan complejo?

El gato Casimiro me mira fijamente y no sé si  ríe o se cachondea de mí. Finalmente contesta: “a una pregunta compleja quieres una respuesta sencilla, un sí o un no. Pero sí  te voy a decir las cualidades mínimas que debe reunir todo dirigente de hombres sean del color que sean y de cualquier lugar del mundo. Deben saber algo de filosofía, de geografía, historia, de agricultura, de comercio, de industria, de economía, de sociología y, por supuesto, de política; por otra parte, debe poseer  un mínimo de preparación diplomática, sentido de la Justicia, capacidad de razonamiento, bastante de probidad y de ponderación,  equilibrio psicológico, control emocional y jamás tener un comportamiento vulgar…”

    Le interrumpo y le digo que todo eso está muy bien, pero que la pregunta, aunque compleja, era muy concreta y directa. El gato Casimiro se pone serio y triste a la vez y me dice: “España  va DESCARRIADA, sus dirigentes la engañan, descomponen los principios de su fe y destruyen los principios de sus padres y de sus abuelos, alteran la Historia, cambian las costumbres y quieren hacer un pueblo nuevo, distinto,  pero INFERIOR, MISERABLE, volver a la tribu. España es una nación grande, numerosa, y parece que no tenemos brazos ni manos. Con 4 millones de parados importamos mano de obra para recoger la aceituna, la fresa, la uva y para toda clase de servicios; tiene un suelo fértil, excelentes agricultores y con tradición, abundantes y magníficos frutos, y compramos los que nos traen de fuera; somos activos y laboriosos y muchos viven en la indigencia y el miedo al día siguiente; pagamos enormes tributos y recibimos  muy poco o nada a cambio; implantando una hipócrita humanidad acogemos y alimentamos a los de fuera y abandonamos a los nuestros; se pone toda clase de vigilancia y protección a cualquier petimetre político y nuestra casa la podemos perder por los “ocupas” al salir para el trabajo o a la compra; pagamos grandes sumas a asociaciones, sindicatos, patronales, medios de comunicación y un sinfín de organizaciones que no tienen otra misión que mantener los intereses de los partidos políticos y de los gobiernos  de turno que en absoluto redunda en el bien público…

    Le interrumpo de nuevo y le digo que todo lo que ha dicho es la verdad pero que sigue sin contestar a la pregunta  que le hice sobre el Presidente de España. El gato Casimiro me mira con su ojo de cíclope y dice en tono duro: ¿Aún no está clara la contestación? Deberías leer más el Nuevo Testamento, pues está lleno de sabiduría, “por sus frutos los conoceréis”, dice la máxima evangélica.

El perfil psicológico del Presidente es mudable, caprichoso y pueril. Su deseo de dominio es tan fuerte e ilimitado que si es necesario confiscar, sacrificar,  humillar, destruir, lo hará con una frialdad asombrosa. Y necesita estar continuamente dando golpes de poder absoluto, repartiendo cargos o quitándolos a su capricho, privando  libertades  o dándolas sin respeto a las leyes. Su felicidad está en el poder por el poder y saltará por encima de todo, sin excepción, para poseerlo. Una muestra de poder absoluto fue el confinamiento de 47 millones de personas en su domicilio durante más de dos meses. Eso es poder.

Otra muestra de poder absoluto fue el indulto a los condenados por el mayor de los delitos que es el intento de destrucción de un país. Esta acción de poder fue en contra de las leyes vigentes  humillando al poder supremo de la Justicia.

Te voy a poner un último ejemplo. Alejandro Magno llegó en sus conquistas a una ciudad y ésta le prometió la mitad de sus campos y la mitad de todos los bienes. Alejandro les dijo: “Yo he venido a Asia, no con el propósito de recibir lo que vosotros me dieseis, si no con el de  que tengáis lo que yo os deje”. ¿Acaso no se parece este ejemplo a la  que el Presidente recientemente ha promulgado la Ley de Seguridad Nacional?  Tendremos los bienes que el Gobierno nos deje, es  decir, el Presidente Sánchez. Las conquistas de ahora no son como en los tiempos de Alejandro, ahora se hacen a través de la mentira, la ignorancia y la pasividad de los llamados ciudadanos. ¿No retratan estos hechos al Presidente?

          ¿Quiere esto decir que España no tiene solución? El gato Casimiro esta vez  se puso solemne y dijo: este mal que azota a España no es más que el reflejo de todo lo que está ocurriendo en todo el mundo, pero en España los males se hacen más intensos y se alargan en el tiempo. Pero muy pronto habrá una reflexión general y nacerá un movimiento inmenso,  arrollador y aparecerá una época nueva que será admiración para las almas vulgares y de sorpresa y espanto para los tiranos; de esperanza y progreso para España y toda la Tierra.

                  ROGELIO  BUSTOS

Molvízar web

Frutas Fajardo

Valenzuela

MRW

0 thoughts on “TERCER ENCUENTRO CON EL GATO CASIMIRO PAYÁ ESPAÑA DESCARRIADA

Deja un comentario