¿SABES IDENTIFICAR LOS DOLORES DE CABEZA?
El dolor de cabeza o cefalea, tanto en niños como en adultos, es un motivo de consulta muy frecuente en atención primaria. Esta patología es también importante ya que, aunque parezca un proceso banal, ocasiona mucho absentismo laboral, con una grave repercusión socio-económica.
Las estructuras sensibles al dolor son la cara, el cráneo, la duramadre, estructuras venosas y arteriales, etc., pero lo que debemos tener claro es que el cerebro no duele.
Las cefaleas se clasifican en: cefaleas primarias y secundarias. Las primarias se caracterizan porque su origen es desconocido, mientras que las secundarias se deben a otra causa, a otra enfermedad, como puede ser un tumor cerebral o una enfermedad sistémica (por ejemplo, un proceso febril agudo).
A continuación procedemos a describir las características de los distintos tipos de cefalea. En primer lugar nos ocuparemos de las primarias:
- Cefalea tensional: es la cefalea más frecuente. No tiene nada que ver con la tensión arterial. Recibe este nombre porque se pensaba que se debía a una falta de relajación de los pacientes o a una excesiva contracción de los músculos a nivel cervical por estrés o ansiedad. Por esto también se le llama cefalea por contracción muscular o psicógena. Puede durar desde horas hasta todo el día. No suele interferir con la actividad diaria, ya que mejora cuando el paciente se distrae (trabajo u ocio). Muchas personas se automedican, las cuales desconocen que el consumo crónico de analgésicos puede llegar a agravar el cuadro (tanto de la jaqueca como de la cefalea tensional), haciendo que éste se cronifique por mecanismos no muy bien conocidos hasta el momento. La mayor parte de los pacientes la describen como una cinta alrededor de la cabeza. Es, por tanto, una cefalea global, pudiendo ser más o menos intensa. En ocasiones, se asocia con ansiedad o depresión. La agrava la falta de sueño y el estrés, mientras que la mejora el descanso y las actividades recreativas. Además, respeta el descanso nocturno (a diferencia de lo que ocurre en la migraña). La cefalea crónica por abuso de analgésicos tiene lugar cuando ésta dura más de 15 días al mes durante al menos 6 meses. Requerirá consulta con el neurólogo, quien le dará las pautas a seguir, comenzando, como no, por la supresión del analgésico que estaba tomando.
- Jaqueca o migraña: en este caso, el paciente sí suele acudir al médico, ya que normalmente es una cefalea intensa, la cual le impide trabajar o estudiar y que requiere que el paciente se meta en la cama en un ambiente oscuro y sin ruidos. Al interferir con la actividad diaria conlleva un gran coste sanitario. Es más frecuente en mujeres y suele iniciarse en la infancia-adolescencia, con una máxima incidencia de los 15 a los 25 años. Dos de cada tres pacientes tienen antecedentes familiares de jaqueca, sobre todo maternos.
Existen dos tipos de jaqueca: con aura y sin aura. El aura consiste en una serie de manifestaciones neurológicas que aparecen previamente a la fase de cefalea, del dolor propiamente dicho. Aunque también pueden darse casos en los que aparezcan después del dolor de cabeza e incluso hay algunos pacientes que las presentan sin padecer de cefalea en ningún momento. Estas manifestaciones o síntomas pueden ser, por ejemplo, alteraciones visuales en forma de destellos luminosos (fotopsias). La migraña sin aura o común afecta normalmente a una sola mitad de la cabeza, es decir, es hemicraneal, aunque también puede ser bilateral. El dolor suele ser tipo pulsátil y la duración del mismo asciende a varias horas. Estas personas suelen tener síntomas asociados como fotofobia (le molestan mucho la luz), fonofobia (le molestan los ruidos), fobia a los olores, náuseas, vómitos, diarrea, etc. Por eso, cuando tienen una crisis lo que hacen es meterse en la cama, si pueden.
En ciertas personas la migraña hará acto de presencia a raíz de determinados factores desencadenantes, entre los que podemos destacar los siguientes: estímulos ambientales (olores fuertes, como perfumes, o bien estímulos sensoriales intensos de otra índole), psicológicos (cambios emocionales o estrés), alimentos (chocolate o algunos tipos de queso), variaciones hormonales estrogénicas (está claramente relacionada con la migraña ya que muchas mujeres la presentan sólo durante la menstruación y prácticamente dejan de padecerla con la menopausia), fármacos (anticonceptivos o vasodilatadores tipo nitritos) y el exceso o falta de sueño.
Algunos pacientes, afortunadamente, son los menos, no responden a ningún tratamiento, no mejoran con nada y se tiran más de tres días con una jaqueca intratable, lo cual recibe el nombre de status migrañoso. Esto se considera una urgencia médica y requiere tratamiento hospitalario.
- Cefalea «en racimos» de Horton o «cluster headache»: es más frecuente en varones. Se llama «en racimos» debido a una mala traducción. La cefalea aparece durante una época del año y tiene una duración de 4 a 8 semanas. Pues bien, este periodo sería el «racimo». La mayoría de los pacientes tienen un solo periodo o «racimo», aunque pueden tener más de uno o bien uno más breve en el tiempo. La edad media de aparición es de los 20 a los 50 años. Se caracteriza por ser un dolor muy intenso, pulsátil, taladrante y sordo. Se localiza en la región orbitaria, temporal (zona superior a los pabellones auriculares, a ambos lados de la cabeza) o periorbitaria, de forma unilateral. Habitualmente, se acompaña de síntomas parasimpáticos, es decir, enrojecimiento ocular, lagrimeo y congestión nasal ipsilateral (mismo lado a donde duele la cabeza). Es un dolor desesperante, que hace que el paciente no pueda estarse quieto y haga de todo para intentar aliviarlo (abrir las ventanas, meter la cabeza en la nevera, fumar si es fumador, etc.). La cefalea suele durar más o menos tres horas, teniendo durante el periodo de «racimo» de 1 a 4 cefaleas diarias. Por otro lado, presenta un ritmo circadiano, es decir, aparece sobre la misma hora del día y con frecuencia despierta al paciente. Puede desencadenarse por la toma de alcohol, vasodilatadores (nitritos) e histamina.
A continuación, y ya para finalizar, procedemos a citar brevemente las cefaleas secundarias más habituales en la clínica diaria:
- Cefalea por hipertensión intracraneal: cualquier proceso expansivo, como es el caso de un tumor cerebral, puede dar dolor de cabeza. Suele acompañarse de otros síntomas, como lentitud del pensamiento, bajo nivel de conciencia, náuseas, vómitos, pérdida de la visión, etc.
Existe una entidad, que se llama pseudotumor cerebri o hipertensión intracraneal benigna, la cual se da en cuadros de hipervitaminosis A (exceso de vitamina A) y muchas veces de forma idiopática (de irrupción espontánea o de causa desconocida) en mujeres obesas.
- Cefalea por hipotensión intracraneal: se da con mucha frecuencia en las urgencias de los hospitales tras haberle realizado al paciente una punción lumbar (extracción de líquido cefalorraquídeo para proceder a su análisis). A veces son muy intensas y se agravan cuando la persona se pone de pie, por lo que lo ideal es que permanezcan en reposo un tiempo hasta que se pase el efecto.
- Cefalea relacionada con la actividad sexual: puede estar relacionada con el orgasmo, con el periodo de excitación. La mayoría son benignas y se dan con mayor frecuencia en varones jóvenes. El médico deberá descartar que se trate de una hemorragia subaracnoidea, ya que algunas aparecen durante el coito.
- Cefalea tusígena benigna: se da sobre todo en pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) a consecuencia de tener una tos muy intensa.
- Cefalea de esfuerzo benigna: hay personas que con el ejercicio les duele la cabeza.
- Cefalea postraumática: cualquiera que tenga un traumatismo craneoencefálico puede tener dolor de cabeza.
- Cefalea de origen ocular: es muy poco frecuente. Eso de decirle a los niños que cuando les duele la cabeza deben graduarse la vista no es correcto, ya que rara vez los defectos de refracción ocasionan cefalea. Lo que sí puede producirla es un glaucoma, una uveítis anterior o una neuritis óptica.
- Cefaleas sinusales: están fuertemente relacionadas con la sinusitis, una enfermedad infecciosa que bloquea los senos paranasales, que están detrás de las mejillas, nariz y ojos.
- Cefalea relacionadas con crisis hipertensivas: puede tener su origen en una subida drástica de la presión arterial. ¡Ojo con los hipertensos!
Juan Gustavo Benítez Molina
Málaga