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MIRADA AL PASADO – Los Vacceos

A pesar de los sucesivos barridos culturales, que vinieron sucediéndose en nuestra península, fruto de las reiteradas invasiones, sin embargo, son numerosos los rasgos etnográficos que afortunadamente se conservan, como legado de aquellos primeros pobladores que fueron nuestros antecesores y hoy denominados “pueblos pre-romanos” por los historiadores.

Sobre los rasgos heredados comentados, decir que el pueblo Vacceo es uno de los que mayor aporte nos ha transmitido, referentes que perduran en la ganadería, la agricultura, y sobre todo en el comercio. Los grandes mercados, fueron y continúan siendo una seña de identidad dentro de lo que fue su territorio de influencia, con transcendencia a otras partes fuera de sus fronteras.

Las diferentes invasiones en la península, de griegos, cartagineses, romanos y los mismos árabes, supieron hacer suyas costumbres como el ejercicio del mercado. Es cierto que el origen del trueque, surge con la misma humanidad, sin embargo, los Vacceos supieron hacer de esta practica un arte, dotándole de pautas de practicidad que han hecho posible su perdurabilidad en el tiempo.

Las primeras noticias escritas procedentes de los clásicos, nos llegan de la mano del historiador griego Polibio (3.13,5). Diodoro (V,34,3) dejo escrito que los Vacceos son el pueblo más culto entre los vecinos celtíberos. Pero es Polibio el que narra la incursión de Aníbal por las tierras del interior peninsular, el verano del 220 a.c., y la toma de las ciudades vacceas de Elmantike y Arboukale.

Durante buena parte del siglo XX, diversos historiadores trataron de imponer sus conclusiones, para explicar el origen de los pueblos pre-romanos peninsulares, entre estos se encontraban las propuestas de P. Bosch Gimpera y F. Waltemberg, ambos coincidentes en su origen céltico y extra peninsular. Si para el primero formarían parte de los belovacos, procedentes de la Europa Septentrional arribados a estas tierras en la mitad del siglo VI a.c., por su parte el segundo, era partidario de una invasión más continuada, haciéndolos venir del Danubio Medio en fechas más tardías, situándolos entorno al siglo IV a.c., todo esto estuvo dado por bueno, hasta que comenzaron en plan profesional y con carácter científico, los primeros trabajos arqueológicos, trabajos que aportaron resultados esclarecedores, echando por tierra anteriores teorías y abalando que estos pueblos, concretamente el Vacceo tenía una raigambre de componente autóctona.

Antecedentes:

La desgracia sobre el conocimiento de nuestra historia arcaica, radica en los historiadores clásicos de origen extranjero, todos sabemos que no es lo mismo una información aportada por lugareños, que por gentes que desconocen formas de vida, lenguas y rasgos que determinan como es en definitiva un pueblo, máxime cuando la mayor parte de referencias escritas llegadas hasta nosotros, son informaciones de terceros. (El caso más llamativo es la fuente y el informador más recurrido, Estrabón este geógrafo griego, al cual todos debemos recurrir para cualquier trabajo antiguo, la geografía de iberia su obra cumbre para los historiadores peninsulares, esta obra es una recopilación de diversos informantes, Estrabón nunca piso la península ibérica).

Como decíamos al principio, nuestro conocimiento debe mucho a la investigación arqueológica y científica, gracias a ella hoy sabemos que pueblos como este que estamos tratando hoy, tienen un componente más de autóctono que de foráneo, sin descartar las lógicas influencias de los contactos periódicos.

Cerámica Vaccea

Cerámica Vaccea

Este pueblo con manifestaciones que se pierden en el tiempo, y constancia arqueológica en tiempos posteriores como la Edad del Bronce y más tarde del Hierro, confiarlo todo a las corrientes migratorias del norte de Europa, es cuando menos un atrevimiento, solo achacable a una falta de información y por otro lado perdonable, la ciencia esta precisamente para cuestionar continuamente, esto es lo que la diferencia del «dogma».

El territorio que ocupó el pueblo Vacceo, comprendía un espacio que incluía Tierra de Campos, los Montes Torozos, el Valle del Cerrato y las campiñas meridionales del Duero. Una extensión que se aproxima a los cincuenta mil kilómetros cuadrados, para entenderlo con mayor claridad, abarcaría la totalidad de la provincia de Valladolid y gran parte de León, Palencia, Burgos, Segovia, Ávila, Salamanca y Zamora.

Este territorio estuvo ocupado por numerosos núcleos de población, muy dispersos con el fin de un mejor aprovechamiento de los pastos y las tierras de cultivo. Estos poblados según las prospecciones arqueológicas, nos indican que rondaban entre las 15 y 20 hectáreas de extensión media, agrupando a una serie de pequeñas aldeas primarias en la práctica del pastoreo, que buscando las comodidades y servicios que facilitaban la vida, fueron los factores que contribuyeron a la conformación de estas ciudades auténticos núcleos urbanos.

Según las referencias clásicas, estas ciudades llegaron a contar con unos 20.000 guerreros, encargados de la defensa exterior y al mismo tiempo de hacer cumplir las normas de convivencia internas, lo que sería una moderna policía actual.

Los recursos:

Es cierto que la base de este pueblo estuvo fundamentada en la ganadería, sin embargo, los derivados de esta fue una fuente de carácter industrial que dejó constancia, pero no olvidemos que la agricultura también proporcionó para la industria textil por ejemplo fibras vegetales de interés.

A diferencia de pueblos vecinos como los Vettones, este pueblo tenía más diversificadas sus fuentes de ingresos. Si bien la base económica se fundamentaba en la ganadería, como decíamos gracias a la variedad de actividades, les permitía hacer los mercados más atractivos por la gran oferta y variedad de productos que se exponía en ellos.

Sobre la cabaña ganadera, decir que en primera instancia se sitúa el vacuno, seguido del ovino estas eran las dos cabañas principales, pero como recurso terciario tenemos el caprino y porcino. Entre los restos óseos estudiados en las excavaciones, vemos que los animales sacrificados eran adultos, lo que indica un buen aprovechamiento de los recursos.

La industria textil surgida al amparo de la ganadería, fue otra de las actividades importantes de este pueblo vacceo, llegando a exportar fuera de sus límites, a pueblos vecinos los «saga o mantos» realizados a base de lana. Con la llegada de los colonizadores romanos, tenemos referencias clásicas que nos indican, como era la forma de pagar los tributos que Roma imponía, llegaron a pagarse estos tributos con 10.000 de estas citadas capas, las que recibió Lúculo tras su asalto a Intercatia.

El Territorio Vacceo

El Territorio Vacceo

Dentro de la práctica ganadera, se encuentra la presencia de toros castrados lo que hace suponer, que fueron utilizados como animales de carga y tiro. Otra curiosidad es la abundancia de huesos de perro, es muy posible que este pueblo los utilizaría como recurso de consumo. Otro recurso alimenticio continuó siendo la caza, los restos de ciervos adultos indica que la caza tenía normas, respetándose los individuos jóvenes, el aprovechamiento de sus pieles, carnes astas, facilitaron la fabricación de prendas, útiles y otros menesteres. En cuanto a caza menor, conejos y liebres no parece que gozara de importancia su consumo, las aves tampoco pero no es de extrañar, para estos pueblos antiguos estas especies ornitológicas, gozaban de consideración espiritual y divina.

La conservación de alimentos, había una cultura muy amplia sobre este apartado, los derivados cárnicos ocupaban el principal, los sistemas eran los que nos han llegado hasta nuestros días salazones y el secado o deshidratado de carnes, los adobos y ahumados también constituían buena parte de estas conservas. (Gracias a estos sistemas, se lograba tener recursos alimenticios toda la etapa invernal), pero también permitía los intercambios comerciales, siendo unos elementos industriales más.

Los mercados:

Para un territorio tan extenso como el vacceo, el mantenimiento de grandes ciudades tales como, Pallantia (Palencia), Rauda, la actual Roa (Burgos), Cauca, Dessobriga, Intercatia, Pintia actual Padilla de Duero (Valladolid), Septimanca (Salamanca), Amallobriga, Brigeco, por mencionar solo algunas de ellas. Necesitó de un tejido económico diversificado y muy rico, ciudades que ocuparon los fondos de los valles y las lindes de los páramos.

Si bien la base en la cual se asentaba su economía, estaba enclavada en la ganadería principalmente, su desarrollo hizo que se expandiese por un amplio abanico de recursos, yendo desde la cerámica y pasando por otras de carácter más refinado como podía ser la orfebrería en sus diferentes facetas, la forja también fue otra de las especialidades de este pueblo.

Un pueblo emprendedor como el vacceo, necesitó de dar salida a su extensa producción, es por esto que hablar de este pueblo y no resaltar una de sus más importantes facetas, no sería plasmar una imagen acertada. Los mercados, una actividad que supieron transmitir a los diferentes pueblos con los que tomaron contacto, hoy en día los mercados son herencia de aquellos cuasi prehistóricos vacceos. (Es curioso como pasados los siglos, los reyes católicos siglo XV, designaron los jueves festivos, por ser día de mercado, en la población de Medina del Campo). Dicha actividad económica, continúa siendo una fuente de ingresos importante sobre todo en Tierra de Campos.

Escena Vaccea

Escena Vaccea

Las viviendas estaban construidas con materiales propios del lugar, predominando la tierra y la paja base de la composición de los adobes, (el ladrillo del momento). El estilo de edificación, mostraba cierto aire modernista y de forma cuadrangular, tengamos en cuenta que en aquel momento muchos pueblos contemporáneos, seguían viviendo en castros circulares.

A pesar de su carácter fundamentalmente ganadero, Diodoro (V,34,3), hace mención a una práctica que hoy conocemos como cooperativas agrarias, trasladándose esta norma de gestión a otras actividades importantes como fue el gremio de alfareros, estableciendo en las márgenes del río Duero importantes núcleos familiares que compartían dicha actividad industrial, un oficio tan fundamental, que sin él no habría podido realizarse el transporte de líquidos, (sin duda la cerámica en aquellos momentos, es lo que hoy ocupan los plásticos, con la salvedad que como materiales nobles que son, el impacto ambiental no dejo huella alguna).

En el Monte Testaccio próximo al puerto romano de Ostia, un monte artificial conformado a base de restos de ánforas, los trabajos de arqueólogos han podido averiguar por las marcas de dichas ánforas, el origen de estos alfares cercanos al río Duero, demostrando la importancia que tuvo esta actividad dentro de la vida cotidiana del pueblo vacceo.

El ritual funerario:

Una de las principales fuentes de información sobre un pueblo no lo muestran sus necrópolis, a través de ellas podemos saber cómo era la vida en dichos pueblos, sus diferencias sociales, ritos, incluso creencias.

La norma general en el rito funerario fue la cremación, encuadrándose en lo que hace años se conocía como campos de urnas. Durante décadas se mantuvo la creencia, de que este tipo de incineración se correspondía con culturas de tipo céltico en exclusiva, sin embargo, a medida que se fueron expandiendo los estudios por todo el territorio peninsular, se pudo comprobar que esta práctica era común a la mayor parte de los pueblos considerados íberos.

Tumba

Tumba

En zonas donde la agricultura ha sufrido un fuerte desarrollo, como ocurre en la Cuenca Alta del Guadalquivir, es común escuchar de labios de los labradores del lugar, el olivar que tengo junto al «tejar del moro», dicho tejar por lo general suele ser una necrópolis de origen ibérico, (es más en muchas ocasiones durante las operaciones de labranza han sido destruidas urnas fragmentando dichos recipientes destruyendo por ignorancia un material valiosísimo para la investigación).

La cremación se hacía en el ustrino, dando paso una vez recogidos los restos óseos se depositaban en una urna y ajuar funerario, más tarde se procedía a su enterramiento en un hoyo practicado en el suelo, cubriéndose con una laja de piedra.

El estudio posterior de estos enterramientos, han servido para dilucidar el sexo, rango y otros numerosos aspectos sociales del finado. Pero es curioso cómo nos muestran la diferencia de rangos sociales, según el estatus las clases dominantes tenían un lugar privilegiado diferenciado del resto de la población, lo que nos muestra como incluso los gremios eran participes de dicha escala social.

Los guerreros tenían diferente ritual, a estos no se les practicaba la cremación, lo normal sobre todo si morían en batalla, se exponía sus cuerpos sobre unos altares realizados en madera, en lugares elevados con el fin de que sus cuerpos fueran devorados por los buitres, en ocasiones por lobos, por eso es frecuente ver grabados de la época, en los cuales vemos figuras de dichas aves y también de lobos, ambos se les consideraba autores del traslado del alma del guerrero al más allá, donde le esperaba la madre la divinidad de la mayor parte de estos pueblos pre-romanos. Pero una vez los huesos limpios, por la labor de las aves ó animales se procedía al limpiado de los restos óseos y se depositaban en urnas, las cuales estaban acompañadas de las armas que el guerrero había empleado en vida, eso si previamente dichas armas sufrían una inutilización, con el fin de que nadie más las emplease.

Pintia

Pintia

Conclusiones:

De vez en cuando, nos acercamos alguno de estos pueblos pre-hispanos, con la intención de divulgar cómo fueron y sobre todo que rasgos dejaron entre nosotros. Rasgos que, dada su importancia, en ocasiones transcendieron a la cultura universal.

Una de las primeras reflexiones que me vienen a la cabeza, es el desconocimiento que la población en general tiene sobre los pueblos llamados pre-romanos, por no hablar de el tratamiento dado en la escuela, es lamentable en los planes educativos de los diversos países de nuestro entorno, se considera la historia de los pueblos antiguos como la base de su historia, dedicándole tanta atención como a la prehistoria misma.

Hoy la población tiene mayor conocimiento de culturas y pueblos alejados, que de las que sucedieron en nuestro territorio, todo ello gracias a las cadenas televisivas internacionales que tratan la historia en su aspecto universal. Pero esto que nos aporta una valiosa información, no debería ser la única, porque al final nos presenta un relato a veces deformado por el alejamiento de los temas.

Espero que algún día cambie la tendencia, y se comience a prestar mayor interés por esta parte de nuestra historia, en los planes de estudios como merecen, materias que se consideran como de poco interés y que son la base de nuestro relato como ciudadanos de este país llamado España…

José María Escribano Muñoz

Hendaya-Francia

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