MIRADA AL PASADO: Efemérides Paganas y Cristianizadas
Los calendarios en todas las sociedades, siempre fueron reflejo del momento estacional, pero sin duda son también la crónica de la historia de la humanidad. Sobre todo, porque en la mayor parte de las festividades más relevantes, encierran su carácter hereditario y marcadas por los ciclos vitales como se puede fácilmente comprobar.
Con el artículo de hoy queremos unirnos a todos los ciudadanos que habitan en el hemisferio norte y por lo tanto celebran el solsticio de invierno, lo que viene a ser la muerte de un año y el nacimiento del nuevo. A lo largo del presente trabajo abordaremos el origen, significado y la adaptación al calendario actual, mutando del paganismo al cristianismo.
El Sol y la Luna son los actores principales en el comportamiento de la humanidad. La vida social en sus múltiples facetas siempre estuvo condicionada por estos dos grandes protagonistas, los calendarios fueron y son un esquema organizativo que resume en síntesis la actividad de los seres humanos. Las fiestas principales obedecen a fechas muy relacionadas con la actividad laboral, como siembras, cosechas, inicio de los pastos… son jornadas de alegría que siempre fueron acompañadas de actos lúdicos, en los cuales el pueblo se lanzó a celebrar o más bien olvidar las penurias que habían venido arrastrando meses atrás.
Todo cambio político o religioso fue combativo con todo lo establecido con anterioridad, tratando de borrar cualquier connotación con lo referente a la sociedad precedente, en el caso de las festividades y prácticas de carácter espiritual, esto fue lo que ocurrió. Con la llegada del cristianismo, ritos y advocaciones, se declararon paganas y por tanto contrarias al nuevo ordenamiento religioso. Pero a la iglesia se le debe reconocer la inteligencia con la que actuó, fiestas con un fuerte arraigo en el pueblo por un lado y por otro cargadas de una fuerte carga práctica, optó por asumirlas cambiándole el nombre, pero no el sentido de fondo, de esta forma el pueblo no las considero extrañas y pasadas unas generaciones, el pueblo terminó por considerar la tradición histórica de las mismas.
En el calendario cristiano, la iglesia lo que hizo con fiestas o lugares de tradición cultual fue asignárselas a santos, mártires, cristianos y también a acontecimientos relacionados con episodios bíblicos.
Borda de pastores
Solsticio de invierno:
El 21 de diciembre es la fecha en la cual tiene lugar en todo el hemisferio norte el solsticio de invierno, tres días más tarde gran parte de la cristiandad celebra la natividad de Jesús. En la antigüedad, era un acontecimiento dividido en dos fases, una primera de incertidumbre y temor en la que se pensaba que el sol se podía apagar y una segunda de explosión de alegría al comprobar que, con el nacimiento del nuevo día, también la continuidad solar estaba garantizada un año más, aportando la energía necesaria a la madre tierra y con ello el mantenimiento de la vida.
En el mundo antiguo este era, como hoy, uno de los acontecimientos más relevantes, la diferencia estriba en el sentido actual, pues para los pueblos antiguos el Sol era lo más importante y para el cristianismo al asignar a su icono más importante este día lo continúa considerando igual de importante. (Al ser una efeméride de fuerte arraigo entre los pueblos, la iglesia continua su celebración, solo que, en lugar de celebrar la natividad del Sol, lo asignó al nacimiento de Jesús).
La iglesia podía haber optado por crear un calendario nuevo, y sin embargo adoptó el pagano por dos razones de peso, primero, se asentaba en una lógica estacional y en segundo lugar por estar muy arraigado en las tradiciones, que eran más fácil de asumir que enfrentarse a ellas mediante prohibiciones.
Las primeras fiestas después del solsticio, todas ellas guardan algo en común el fuego y el ruido. El 17 de enero tienen lugar en muchas partes de nuestra península, las hogueras de San Antón (en algunos lugares de Andalucía las llamadas lumbres), esta fiesta en sus orígenes estaba encaminada a calentar la tierra con el fin de despertar a la serpiente. El 20 de este mismo mes, tiene lugar la festividad de San Sebastián, este día se solía acudir a fuentes de consideración beneficiosa contra enfermedades infecciosas, (estos lugares de tradición pagana la iglesia los cristianizó con el nombre de Fuensantas). Por esta razón, la iglesia a este santo lo considera protector ante epidemias y pandemias. El 3 de febrero, fiesta de San Blas, era un día en el cual solía coincidir la arribada de las primeras aves migratorias, no olvidemos que para pueblos de cazadores este acontecimiento era de suma importancia. El 5 de febrero tiene lugar la festividad de Santa Águeda, en esta fecha solían salir grupos dotados de bastones con los cuales acompañaban el ritmo de sus canticos, golpeando el suelo con fuerza, (esta operación es otra de la que hablábamos y que se hacía con el fin de despertar a la serpiente) en algunos puntos de la península, se continua con esta tradición si bien el sentido original es ignorado para los participantes. Finalmente, la fiesta ruidosa por excelencia, hablamos del carnaval fiesta que a pesar de las prohibiciones continúa celebrándose en todo el mundo.
Rebaño de ovejas
Equinoccio de primavera:
El equinoccio de primavera entra alrededor del 20 de marzo, durante esta estación, la naturaleza estalla en una explosión en la cual, plantas, animales y la propia tierra se nos muestra plena, regalándonos mil y un manantiales alimentadores de diversos ríos.
El buen tiempo anima a la participación lúdica en la calle, por esta razón las romerías, en el plano laboral el agro y la ganadería son actividades que inician una etapa imparable hasta el reseco otoño.
Las fiestas de este tiempo primaveral, se desarrollan en consonancia con la climatología propia de esta estación. Los cuartos de plenilunio, en la antigüedad fueron propicios para la fiesta, al igual que hoy que la primera luna llena de primavera para el mundo católico coincide con la Semana Santa. En tiempos prehistóricos y posteriores era cuando se celebraba la muerte y resurrección de la serpiente, el culebro, la bicha, nombres que se asignaba dependiendo del territorio. La cristianización asignó esta efeméride, principalmente por el fuerte arraigo que tenía dentro del mundo pagano, y como relacionábamos al principio por este motivo encontró la ubicación perfecta en este periodo de primavera.
El 23 de abril la Iglesia asigna la efeméride a San Jorge, en la antigüedad y en zonas sureñas era una fiesta en la que se hacían ofrendas florales, no solo a divinidades también a las personas a las que se les tenía aprecio. Fiesta del mismo carácter sucede en gran parte del centro de Europa, el 1 de mayo por ejemplo en Francia se entrega por parte de los barones, un ramillete de «mugets» (Flores pequeñitas y delicadas) que como su nombre indica representan la frontera entre el tiempo frio del cálido.
El santoral del 15 de mayo, contempla entre los doce santos de este día a San Isidro que es muy celebrado entre el mundo agrícola en España. En esta fecha se multiplican las romerías propias de esta estación, con la industrialización del campo esta tradición pasa por horas bajas salvo en algunos lugares donde tienen al santo como patrón.
Los lugares donde hoy se celebran las romerías, son las mismas donde de forma tradicional se venían celebrando en épocas precristianas, en estos lugares la iglesia levanto santuarios casi siempre sobre antiguos templos, pero también campas con una relación importante dentro del mundo agrícola y ganadero.
Las condiciones de estos lugares de romerías, reunían unas características semejantes en los diversos lugares, fuentes las cuales sus aguas eran consideradas con propiedades curativas, cuevas y abrigos de una larga tradición de interés espiritual entre otros.
Representación solar
Solsticio de verano:
El 21 de junio fecha en la cual se produce el solsticio de verano, desde la antigüedad es una fecha muy señalada, por ser el día más largo del año, pero las celebraciones se trasladan al 23 víspera de San Juan, este Santo en el mundo cristiano significa el faro y guía de la cristiandad, (por eso que la iglesia dedico el día más luminoso del año).
Este día las celebraciones principales, sucedieron y continúan celebrándose al caer la noche con hogueras, instalación de árboles a modo de cucañas, que se ponen a disposición de los mozos más intrépidos.
En las hogueras siempre fue la tradición, la de quemar todo aquel utensilio o mueble que dejó de tener un uso cotidiano. Entre los actos de celebración, se hacen saltos de las brasas, en algunos lugares se aprovechan estas brasas para realizar asados que servían de viandas para acompañar las bebidas que se consumen en la noche, también se baila, se canta hasta que los primeros destellos del amanecer, denuncian la llegada del nuevo día.
El 15 de agosto era una fecha muy importante, por lo que guardaba de significado por ser el punto en el cual se celebraba la recogida de las cosechas en el mundo del agro. Fiesta transcendental para los pueblos, por lo que significa del acopio de recursos para el sostenimiento de las familias.
Esta fiesta con una carga muy fuerte de tradición y significado, dedicada a la diosa madre en la antigüedad, la iglesia no dudó en su sostenimiento, pero asignándolo a la madre de Jesús. Si hacemos un recorrido por la geografía peninsular, veremos que la mayoría de los pueblos el quince de agosto lo celebran una gran parte de estos, pero es curioso que en gran parte de Europa también.
Una fiesta que en la antigüedad fue importante, pero que a pesar de que la iglesia la cristianizó, hoy está en decadencia. Esta fiesta es la que tiene lugar el 16 de agosto San Roque, con motivo de esta efeméride se acudía a las fuentes, en las cuales se sumergía a los animales con el fin de librarles de enfermedades, una vez más las «Fuensantas» toman protagonismo.
El 3 de septiembre, festividad de San Gregorio, en la antigüedad era el día elegido entre los ganaderos y sus familias para subir a las majadas, en este día se celebraba a modo de broche final la campaña ganadera en los pastos de las zonas altas durante todo el verano. En las zonas donde aún se practica la trashumancia, se continúa celebrando esta festividad, tenemos referencias en zonas como el Desierto de los Monegros, entre Navarra y Aragón.
La vara de Esculpiano
Equinoccio de otoño:
El equinoccio se produce astronómicamente el 22 de septiembre, esta estación se distingue por ser un periplo en el cual se hacía acopio de alimentos, con el fin de subsistir ante los largos meses del invierno.
Las semillas son el resultado de la muerte de las plantas, pero lo curioso es que una vez enterradas mediante la siembra, resucitaran en la próxima primavera.
Durante este tiempo en el cual los días se van acortando implacablemente, es el momento de almacenar las cosechas y hacer aprovisionamiento de productos cárnicos y pesqueros mediante diversos procesos de conservación, entre los que se encuentran productos como la sal y el secado que producen los días secos y fríos, donde el clima lo permite, pero en zonas húmedas como en el norte el ahumado solía ser el procedimiento de conservación más común. Es curioso como estos sistemas de conservación, perviven en nuestra sociedad, jamón, cecina y diversos ahumados proceden de estos tiempos prehistóricos.
Las efemérides más relevantes de esta estación, también estás relacionados con las actividades laborales propias de la misma, la primera de estas se produce el 29 de septiembre, fiesta eminentemente ganadera, en la cual los rebaños regresaban de los pastos de verano. Con tal motivo se organizaban ferias, dentro de las cuales se aprovechaba para vender o comprar cabezas de ganado con el fin de aliviar o incrementar rebaños, pero también para celebrar grandes mercados de todo tipo de ofertas al margen de la ganadería, otra de las actividades propias de esta fecha era el cobro de rentas, de aquellos señores que ponían sus rebaños a cargo de pastores. El cristianismo lo asignó a San Miguel, fiesta que en las zonas ganaderas se continúa celebrando con arraigo ancestral, pero también en otras alejadas de esta actividad.
El 28 de octubre el santoral lo dedica a San Simón y San Judas, en la antigüedad era la fecha en la cual se repartían las cosechas entre todos los que habían participado en la recolección, hoy aún en muchos lugares del mundo rural, se aprovecha para pagar rentas. (El cancionero popular tiene un gran repertorio de coplas que hacen referencia a esta efeméride).
El 30 de noviembre era en la antigüedad el pistoletazo de salida en el cual se iniciaba el sacrificio de los animales que servirían de aprovisionamiento de víveres para casi el resto del año. La iglesia este día en su santoral, lo tiene asignado a San Andrés, esta fiesta de fuerte arraigo en los diferentes pueblos, se trata de una fiesta que se podría llamar de practica social, el refranero castellano rico exponente de costumbres y connotaciones etnográficas, lo recuerda, «por San Andrés, mata tu res, chica, grande o como es».
Conclusiones:
El mundo espiritual de la mayoría de los pueblos prehistóricos, es coincidente en casi todos ellos teniendo prácticas y simbología semejantes.
Las religiones sin excepción, tratan de considerar todo lo anterior contrario a sus predicamentos, ensañándose con aquellas prácticas o símbolos más representativos de todo el mundo pagano, como es el caso de la «serpiente». Este símbolo continúa siendo muy importante en sociedades científicas sobre todo en el mundo relacionado con la ciencia médica, en el caso de la diosa madre, nos encontramos con una excepción sin duda la figura de la virgen María representa todos y cada uno de los dones atribuidos a la madre desde tiempos arcaicos.
Para finalizar, decir que cuando no tenemos evidencias empíricas, la mitología hace su aparición en los pueblos prehistóricos, lo que se puede considerar como normal. Esto que en un principio la iglesia lo entendió así, sin embargo, con el paso de unos cuantos siglos, cayó en estas mimas contradicciones, con la tozudez de no querer reconocer la redondez de la tierra por ejemplo…
José María Escribano Muñoz
Hendaya-Francia