LA LUNA Y EL MAR

Noche tras noche la luna
se va hacia la orilla del mar,
y disipándose de las tinieblas
trenzando su halo empieza a danzar.
Cuando prudente refleja su luz
una sinfonía silenciosa y de anhelo,
nos recuerdan el poder del amor
y la belleza del mundo etéreo.
Y entre el horizonte y el palmeral
veo una columna de luz emergiendo,
y por ella los marineros subiendo
quieren a la luna alcanzar.
Las sirenas están celosas
las caracolas sedientas,
y las algas multicolores
de su timidez ya despiertan.
Formando olas y espumas
el mar empieza a bramar,
con su bravura hechicera
y a la luna cautivar.