** EL SANTO VIAJERO** (4ª PARTE)

Pope John Paul II is pictured in an image released March 25 by the postulation of his sainthood cause. The Polish pope, who died April 2, 2005, will be beatified May 1. (CNS photo/Grzegorz Galazka, courtesy of Postulation of Pope John Paul II) (March 28, 2011) EDITORS: MANDATORY CREDIT AS GIVEN. EDITORIAL USE ONLY.
Su apartamento:
Junto al lujo y la fastuosidad del Vaticano, el apartamento Papal es de una sencillez espartana. Su dormitorio está dividido por un biombo, a un lado, la cama cubierta con una colcha blanca, del otro, un escritorio en el que Juan Pablo II, colocó al inicio de su pontificado una fotografía de sus padres.
En su despacho personal, hay otro icono de la virgen negra y sobre la mesa del despacho, una foto de su querido mentor, el cardenal Adam Stefan Sapieha.
Según sus colaboradores, es un hombre de modales refinados, pero sencillo y nada afectado, que siempre consigue que sus invitados se sientan cómodos en su presencia. Cada semana recibe el Sacramento de la Penitencia y se confiesa con un cura polaco. Juan Pablo II se reveló como un Papa diferente, ya desde los primeros días del pontificado. Testigo de determinados acontecimientos de la historia contemporánea, como el holocausto, es un acérrimo defensor de la paz mundial.
Un Papa Especial.
Muchos representantes de la iglesia, y también observadores ajenos a ella, coinciden al afirmar, que haber sido testigo de las atrocidades nazis le ha convertido en un Papa especial. Ningún otro podría haber hablado con tanta propiedad de las horribles consecuencias de una guerra como él, quien vivió de joven una de las más atroces.
A lo largo de su pontificado, Karol Wojtyla ha lanzado, continuos mensajes de paz a las zonas del mundo devastadas por larguísimos y sangrientos conflictos como Oriente medio o África.
Viaja a lo largo y ancho del planeta; se calcula que ha recorrido en kilómetros, cuatro veces la distancia que hay entre la tierra y la luna, llevando siempre su mensaje de amor y esperanza.
Defensor de los derechos humanos y de la libertad religiosa, es también heredero directo de las consecuencias del Concilio Vaticano II, que llevo a la iglesia a vivir algunos de sus momentos más bajos, en los que él se erigió en abanderado de la disciplina eclesiástica y de los valores tradicionales de la sociedad. No ha cedido ni un ápice en su férrea oposición a asuntos como el divorcio, los métodos anticonceptivos, la supresión del celibato sacerdotal o su negativa a aceptar la ordenación sacerdotal de las mujeres.
Por eso, como todas las grandes figuras de la historia, ha contado siempre con infinidad de adeptos, pero también con detractores. Sin embargo, lo que nadie le ha negado nunca, es su revolucionario estilo y el sello de Papa misionero que ha impreso a su pontificado.
*Hombre del año*
Muchos son los hitos que han convertido en único a Juan Pablo II, quien en diciembre de 1993, fue nombrado “Hombre del año “por la revista Estado Unidense <Time>.
El 30 de marzo de 1985, convocó el Primer Encuentro Internacional de la Juventud, en Roma, una cita que desde entonces se repite en distintos puntos del planeta, y en las que se hace patente la enorme facilidad de Wojtyla para conectar con la juventud.
Con los años, comentaría el Cardenal Agostino Casarolli, el eficaz ministro de Asuntos Exteriores de Pablo VI, y primer Secretario de Estado del Papa, dijo, que la historia le recordará como Juan Pablo II “El Magno”.
No cabe duda que desde sus comienzos, este personaje ha roto moldes; fue el primer Papa no italiano desde 1522, de origen Polaco, país entonces sometido a la dictadura comunista soviética, cuenta con una singular y atípica biografía; es un poeta, deportista, obrero, autor y actor teatral…
*Trabajador incansable*
Juan Pablo II, además, ha hecho historia a través de sus viajes por todo el mundo, y por la dimensión y repercusión mediática de los mismos; así como de sus 13 encíclicas y el resto de sus variados, densos y completos documentos pontificios: 13 Exhortaciones Apostólicas, 11 Constituciones Apostólicas, 41 Cartas Apostólicas y 23 Motu proprio; de los numerosísimos nombramientos episcopales y cardenalicios; de las 15 Asambleas del Sínodo de los Obispos presididas por él; de la promulgación del Código de Derecho Canónico, tanto el de la iglesia latina como el de la oriental, o el nuevo Catecismo de la iglesia Católica; y también de los discursos de las más de mil Audiencias Generales de los miércoles o de las alocuciones dominicales del Ángelus.
*Aún siendo Papa, ha seguido ejerciendo de sacerdote*
Desde el mismo inicio de su pontificado, Juan Pablo II huyó de fastos inútiles y dejó bien patente que era el nuevo Papa, ahora bien, por encima de todo el seguía siendo un sacerdote. En su primera Navidad en el Vaticano, el Sumo Pontífice acudió a ver el Belén que habían montado los barrenderos y allí, la hija de uno de ellos, Vittoria Janni, le pidió que oficiara su boda.
Juan Pablo II sólo sonrió, pero el 25 de febrero de 1979, Vittoria se casó en la Capilla Paulina del Vaticano, con el Santo Padre oficiando la ceremonia. Un pequeño detalle que revela la personalidad de este gran personaje.
A lo largo de sus casi 27 años de pontificado, Juan Pablo II ha casado a miles de parejas, tanto en Italia como en algunos de sus viajes, que le han llevado a los rincones más dispares del mundo.
Diariamente oficia misa en su capilla privada, el bautismo y la penitencia, son otros dos sacramentos que administra siempre que tiene ocasión.
El día de Viernes Santo, mantiene la costumbre de ocupar como un sacerdote más, uno de los confesionarios de San Pedro, el mismo se confiesa una vez por semana, ante uno de los sacerdotes que habitualmente colaboran con el Santo Padre.
*Tradición y Modernidad*
En estos casi 27 años, Juan Pablo II ha efectuado 133 ceremonias de beatificación, en las que se ha proclamado 1303 beatos, y 45 canonizaciones, con un total de 465 santos. Además, no podemos olvidar otro hito religioso de su fecundo pontificado: La celebración del Gran Jubileo del año 2000.
En noviembre de 2001, dio un nuevo paso adelante y se convirtió en internauta; ni podía ni quería sustraerse a la llegada de la era informática al Vaticano, que ya contaba con su propia página web, desde marzo de 1997.
El Papa envió un correo electrónico a todas la diócesis de Oceanía, en el que defendía a los aborígenes y culturas locales.
Desde que llegó al Vaticano, el aseo de la casa Papal y la comida, están a cargo de las hermanitas de María Niña, congregación de monjas polacas, y el mayordomo pontificio es Ángelo Gugel.
Al Santo Padre no le gusta almorzar sólo y siempre hay alguien a su mesa.
*Jefe del Estado Vaticano*
A pesar de lo poco que le gusta el boato y la ostentación, éstos son títulos que le corresponden como Papa y jefe del Estado Vaticano: Sumo Pontífice, Obispo de Roma, Vicario de Jesucristo, Sucesor de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles, Patriarca de Occidente, Primado de Italia, Arzobispo Metropolitano de Roma, Soberano del Estado Vaticano, Siervo de los siervos de Dios y Santo Padre.
De estos títulos se entresaca qué, por un lado, es el padre espiritual de la Cristiandad y, por otro, ejerce su poder temporal como Jefe del Estado más pequeño del mundo. El Vaticano nació como tal, el 11 de febrero de 1929, tiene medio kilómetro cuadrado y unos 800 habitantes, de los cuales, casi la mitad son ciudadanos con pasaporte y el resto residentes.
La vida gira en torno a la Basílica de San Pedro, residencia Papal, pues en ese lugar murió martirizado el apóstol. También cuenta con helipuerto, emisora de radio y un periódico “L´Osservatore Romano”.
*La Guardia Suiza*
Otra de las instituciones que velan por él Santo Padre es la Guardia Suiza Pontificia, constituida por cinco oficiales, un capellán y 100 guardias, cuya mayoría provienen de Lucerna y otros cantones suizos, firman dos años de servicio durante los que tendrán, además de la paga, comida y alojamiento gratuito. Para enrolarse, es necesario medir más de 1,75m, tener menos de 30 años, haber hecho el servicio militar y ser católico.
Este cuerpo fue creado en 1506, tres años después de que el Papa Julio II, pidiera soldados para su protección, a los nobles suizos. La bravura de estos hombres quedó inmortalizada en diversos hechos de armas. El más épico de ellos, ocurrió en 1527 cuando se enfrentaron a un millar de soldados alemanes y españoles, durante el saqueo de Roma. Sólo sobrevivieron 42 de los 150 que formaron un círculo alrededor del Papa Clemento VII salvándole la vida.
El ejército más pequeño del mundo, luce un uniforme diseñado por Miguel Ángel a principios del siglo XVI.
*Los atentados de Roma y Fátima; se produjeron el 13 de mayo de 1981 y 1982.
Juan Pablo II fue gravemente herido en la plaza de San Pedro, cuando bendecía a los miles de fieles que allí se encontraban, la multitud observó horrorizada cómo el Santo Padre se desplomaba inerte en brazos de sus ayudantes.
En 1981, el mundo entero, sin distinción de credos e ideologías, vivió la conmoción que supuso el intento de asesinato de Juan Pablo II. La indignación y la perplejidad alcanzó a dirigentes mundiales, ciudadanos de muchos países y fieles de todas las confesiones. El 13 de mayo , pasaban 19 minutos de la cinco de la tarde, cuando el terrorista turco Mehme Ali Agca disparó contra el Papa, quien se desplazaba por la Plaza de San Pedro entre miles de fieles, antes de la audiencia general. Ese día, se cumplía el aniversario de las apariciones de la Virgen de Fátima, en la localidad portuguesa Cova da Iría. Muchos años después, el Papa dijo públicamente, que el tercer secreto de Fátima, sobre el que circulaban las teorías más tenebrosas, era precisamente el de su atentado.
*El día fatídico*
Según cuenta George Weigel, aquél 13 de mayo Juan Pablo II había almorzado con una pareja de buenos amigos, Jeròme Lejeune (genetista francés que había identificado la anomalía cromosómica del síndrome de Down) y su esposa.
Con la puntualidad que siempre le caracterizaba, a las cinco de la tarde, el Santo Padre entraba en la Plaza de San Pedro por el arco de las campanas, sonriendo y saludando a los veinte mil fieles que aguardaban su llegada.
El pequeño papamóvil, avanzaba con lentitud entre las vallas de madera, por encima de las cuales, era frecuente que los padres elevaran a sus hijos pequeños para que él Papa los bendijera. Juan Pablo II, acababa de devolver una niña a sus padres y se dirigía a las Puertas de Bronce del Palacio Apostólico, cuando se oyó un ruido extraño… Ali Agca, que había encontrado un lugar de privilegio detrás de la primera fila de peregrinos, había disparado su pistola Browning 9 milímetros contra el Papa.
Tras recibir uno de los impactos en el abdomen, Juan Pablo II se desplomó inerte en brazos de su secretario, monseñor Dziwisz. En medio de un griterío de horror, incredulidad y espanto, fue llevado a una ambulancia cercana que le trasladó hasta la clínica Gemelli, donde los médicos únicamente sabían que él Papa había sido atacado.
*La extremaunción*
Los primeros facultativos que le atendieron se dieron cuenta, desde el primer momento, de que se encontraba “in extremis”, con la presión sanguínea descendiendo vertiginosamente y el pulso muy debilitado.
Mientras lo preparaban para llevarlo al quirófano, monseñor Dziwisz le administró la extremaunción. El doctor Francesco Crucitti, uno de los cirujanos jefe de la Gemelli, fue quien operó al Papa. El prestigioso médico no tardó en comprobar qué, la bala de Agca, había hecho estragos en el abdomen del Santo Padre por el efecto explosivo del proyectil, que salió del cuerpo y fue recuperado del suelo del vehículo.
Días después del trágico acontecimiento, según cuenta su biógrafo George Weigel, el Papa dijo a sus colaboradores: “Una mano disparó y otra guió la bala”.
*Intervención milagrosa*
Era la confesión de una intervención milagrosa, en la que el Papa creyó fervientemente, Lo cierto es que esa bala, antes de penetrar en el cuerpo, rozó un dedo de la mano derecha, lo suficiente para desviar la trayectoria del proyectil asesino, dirigido a la arteria intestinal. De haber alcanzado su objetivo, el magnicidio se habría consumado, pues el Papa se habría desangrado antes de que los médicos hubieran podido intervenir.
También recibió otro disparo que le rozó el codo e hirió a dos peregrinas estadounidenses. Fueron precisas seis horas para cerrar las heridas del colon y extirpar 55 centímetros de intestino, además de varias transfusiones sanguíneas.
Hasta la una de la madrugada, no se emitió un boletín médico en el que se comunicaba, que lo peor había pasado.
Los miles de peregrinos, que se habían quedado rezando en la plaza de San Pedro se fueron marchando, y la curiosidad pública se centró en Ali Agca.
*El terrorista*
Mehmet Ali Agca fue detenido en el mismo escenario de los hechos y, poco después, se supo que era un joven turco de 23 años. Cuando llegó a la plaza de San Pedro aquel 13 de mayo de 1981, no era el típico peregrino, dos años antes, el 1 de febrero de 1979, había asesinado a Abdi Ipekçi, editor del respetado diario “Milliyet” de Estambul.
Confesó el crimen y su pertenencia a la organización terrorista “Lobos Grises”. Sin embargo, en octubre de 1979, al celebrarse el juicio, negó que hubiera cometido tal delito. El 23 de noviembre de ese año, cuando aún no había concluido el juicio, Ali Agca protagonizó una espectacular fuga de la cárcel de máxima seguridad de Kartal-Malepe donde estaba interno, atravesando los controles de seguridad vestido de soldado. Tres días más tarde, envió una carta al ya citado diario “Milliyet”, asegurando que mataría al Papa, si este se atrevía a viajar a Turquía ese 28 de noviembre. Juan Pablo II cumplió con aquel viaje pastoral, pero el terrorista, ya fichado internacionalmente, no llevó a cabo su terrible amenaza.
En abril de 1980 fue juzgado “in absentia” en Turquía y se le condenó a muerte.
Pobre y sin recursos, después se supo que estuvo viajando por Extremo Oriente hasta que un año después, en abril de 1981, se inscribió en un curso universitario en Perugia (Italia), aunque sólo asistió a una clase.
Se marchó a Roma, y el 9 de mayo se registró en la pensión Isa, cerca del Vaticano. Tres días después acudió a la Plaza de San Pedro para elegir el lugar idóneo, desde donde al día siguiente dispararía al Sumo Pontífice.
