Creatividad e Innovación – A TODA COSTA

Esos seres raros que salvan al mundo (aunque no lo parezca)
Vivimos en una época curiosa: tenemos la tecnología para hablar con alguien al otro lado del planeta en segundos, pero aún cuesta horrores que escuchen al creativo de la empresa.
Estas dos consignas, no son solo cosas de artistas bohemios o de “locuelos” en garajes con luces parpadeantes. Son las bases de todo avance social importante, desde las vacunas que han salvado millones de vidas, hasta infinidad de utensilios que ahora usamos como si siempre hubiera estado ahí. Pero, seamos honestos, estas personas suelen encontrarse con más dificultades, “Que un pulpo en un garaje”.
¿El problema?, es el beneficio inmediato. Crear e innovar requiere tiempo, paciencia y, lo más difícil: aceptar que quizá el retorno no se vea en el próximo trimestre… sino en el próximo lustro.

Y claro, en ese escenario, ¿quién va a apostar por una idea loca que nadie entiende todavía?…pocos.
Apostar por la creatividad es como plantar un árbol sabiendo que quizás no seas tú quien se siente bajo su sombra. Pero alguien lo hará…
Como remediamos esta insensatez. Para empezar, potenciando su valor. No solo con premios al “Mejor Invento del Año”, sino en el día a día: en la escuela, en la oficina, en las políticas públicas. Fomentar espacios de pensamiento libre, romper con estructuras jerárquicas rígidas y, sobre todo, permitir el error. Porque sin fallo, no hay descubrimiento.
A nivel general, se necesitan más programas públicos y privados que financien proyectos a largo plazo, incubadoras de ideas sin prisas, y una educación que premie la pregunta, no solo la respuesta correcta. Para estos cometidos se necesita tiempo, como el buen queso.
Así que la próxima vez que alguien en tu equipo diga: “Se me ha ocurrido una idea un poco loca…”, no pongas cara de susto. Quizás esté viendo el futuro antes que tú. Y si no, te habrá hecho pensar. Y eso, hoy por hoy, ya es bastante revolucionario.
Francisco Ponce Carrasco