Tiempo y Prisas
Deambulando entre la muchedumbre Me pierdo entre las miradas de la gente.
Miradas vacías otras apáticas, solo el bullicio de los niños rompe esa sensación de Soledad.
La noche se cierne sobre nuestras cabezas.
El frío arrecia haciéndose de notar en los rostros pálidos.
Qué decir del tráfico, ese ruido ensordecedor.
Cuanta prisa por llegar al testigo señalado.
Mirando el reloj.
Cada cual asegurando la puntualidad. “Me pregunto para mí misma “
¿Se llega antes por correr más?
Hemos dejado de sonreír, las mascarillas oscurecen nuestros gestos.
Los ojos son desde hace tiempo los que delatan tristeza o alegría…
La falta de empatía se ha apoderado de la ciudadanía.
Salir a la calle es señal de valentía.
Cada uno por causas personales distintas. Así trascurren las noches y los días.
Los días porque nos regimos por las obligaciones cotidianas.
Las noches porque damos por finalizado lo anteriormente dicho.
Nos otorgamos a nosotros mismos los fines de semana, la necesidad de desconectar de la rutina.
Anécdotas curiosas que de otra forma pasarían desapercibidas.
Vivir en una ciudad cosmopolita me lleva a la conclusión, comprobar que todo no se basa en trabajar pensando constantemente en los problemas.
De nosotros depende dar un giro, Impedir que la tristeza invada nuestras vidas.
María Manrique Pérez
Socia y Vocal Editorial Granada Costa Nacional
María, bonito escrito el tuyo, gracias por compartirlo:)