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SONETO SOBRE LA AMISTAD, POR MIGUEL DE CERVANTES

SONETO


Santa Amistad, que con ligeras alas,
tu apariencia quedándose en el suelo,
entre benditas almas en el Cielo,
subiste alegre a las impíreas35 salas,



desde allá, cuando quieres, nos señalas
la justa Paz cubierta con un velo,
por quien a veces se trasluce el celo36
de buenas obras que a la fin son malas.



Deja el Cielo, ¡oh Amistad!, o no permitas
que el Engaño se vista tu librea37
con que destruye a la intención sincera;



que si tus apariencias no le quitas,
presto ha de verse el mundo en la pelea
de la discorde confusión primera

Este soneto, atribuido a Cervantes en “El Quijote”, es una profunda reflexión sobre la naturaleza de la amistad y su importancia en la vida humana, así como una advertencia sobre los peligros del engaño que puede disfrazarse con su apariencia.


El poema comienza invocando a “Santa Amistad”, personificándola como una figura celestial que, aunque su “apariencia” puede quedar en el mundo terrenal, su esencia verdadera reside en las “impíreas salas” del Cielo, es decir, en un lugar puro y sagrado. La amistad es presentada como una virtud elevada, que pertenece más al reino de lo divino que al mundo imperfecto de los humanos.


Desde su lugar celestial, la amistad, cuando lo desea, puede señalar la “justa Paz”, que se presenta “cubierta con un velo”. Este velo simboliza la fragilidad y la dificultad de mantener la paz, sugiriendo que la verdadera amistad puede ser la clave para alcanzarla. Sin embargo, hay un peligro latente: la amistad puede ser manipulada o malinterpretada, ya que “a veces se trasluce el celo de buenas obras que a la fin son malas”. Esto indica que las acciones que parecen motivadas por la amistad pueden, en realidad, estar impulsadas por celos o intenciones incorrectas, conduciendo a resultados negativos.


En la primera mitad del soneto, la amistad es elevada a un ideal casi inalcanzable, pero en el primer terceto, se hace una súplica directa: que la amistad descienda del Cielo o, al menos, que no permita que el “Engaño” se disfrace con su “librea” (es decir, con su apariencia). Aquí, Cervantes advierte sobre el peligro de que el engaño, vestido con la apariencia de amistad, pueda corromper la “intención sincera”. Este terceto subraya la importancia de la autenticidad y la sinceridad en las relaciones humanas.


El soneto concluye con una sombría advertencia: si no se desenmascara a quienes usan la apariencia de la amistad para engañar, el mundo podría verse envuelto en la “pelea de la discorde confusión primera”. Esta referencia a la “confusión primera” sugiere una vuelta al caos primordial, a un estado de conflicto y desorden que amenaza con destruir la armonía del mundo.


Este soneto, a través de su estructura clásica y su lenguaje cargado de simbolismo, ofrece una meditación sobre la pureza de la verdadera amistad y los peligros de su falsificación. Cervantes parece advertirnos que, aunque la amistad es un ideal sublime, es también vulnerable a la corrupción. La falsedad disfrazada de amistad puede llevar al caos y la discordia, socavando la paz y la confianza entre las personas.

El soneto es una llamada a valorar la auténtica amistad y a estar alerta ante las apariencias engañosas que pueden destruirla. Es una reflexión profunda y, a la vez, una advertencia sobre la importancia de la sinceridad y la verdad en las relaciones humanas, destacando cómo el engaño puede causar un daño incalculable si se permite que se esconda bajo la apariencia de un ideal tan elevado como la amistad.

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