MUJERES QUE MARCARON SU TIEMPO

La vida y el tiempo son los mejores maestros
A nuestras espaldas tenemos una enorme genealogía de importantes mujeres en las que debemos mirarnos porque su voz y su obra sobresalen con fuerza y espíritu, y que deberían ser parte de nuestro referente cultural, social y literario.
Recordemos a algunas de las más sobresalientes, pues son o fueron mujeres escritoras, empresarias, artistas, modelos, abogadas, médicos, madres, etc. todas trabajadoras que se merecen un reconocimiento todos los días del año. Desde Dª Emilia Pardo Bazán, Carmen Conde, Gertrudis de Avellaneda, Rosalía de Castro, Sor Juana Inés… hasta la actualidad: Ana Rosa Quintana, Marta Robles, Rozalén, Luz Casal, Paloma Sánchez-Garnica, Carmen Posadas, Espido Freire, Teresa Peramato (Fiscal de la Sala), Aitana Sánchez-Gijón, Isabel Coixet, Nieves Álvarez, Judit Mascó, Irene Vallejo, Julia Navarro… y tantas y tantas otras que están cada día en los medios de comunicación, revistas del corazón o trabajando en sus despachos.
CARMEN LAFORET.- Hace poco me regalaron lo último que se ha publicado de ella. Se trata de los artículos que publicó semanalmente en la revista Destino entre los años 1947 y 1953 en la sección “Puntos de vista de una mujer”. En ellos narra su día a día tratando temas cotidianos aparentemente sencillos: el contacto con la naturaleza, sobre la soledad y de la libertad, nos cuenta sus gustos literarios y artísticos, sus preferencias, su amor incondicional hacia la obra de Proust, su carácter… aunque también expresaba sus preocupaciones, deseos, sentimientos por otros temas más trascendentales.
En otro dice: “Yo quisiera escribir para mujeres sobre temas nuestros, de mujeres. Hablar para mujeres que al tomar la revista entre sus manos quisieran descansar también, charlando un poco con una amiga. Nada como una conversación descuidada y con personas del mismo sexo para aliviar la tensión del vivir diario. Los hombres saben mucho de esto. Han inventado la tertulia del café”.
Su gran mérito es que transformó y expresó con gran maestría su vida cotidiana en un acontecimiento extraordinario, consiguiendo que lo trivial cobrase un nuevo sentido. Carmen ganó el Premio Nadal en 1945, en su primera convocatoria. Un hecho sin precedentes en aquellos años. Carmen Laforet habla de la fuerza de la poesía de Carmen Conde y Carmen Martín Gaite que ganaría también el Nadal en 1957. Ana María Matute al enterarse que había ganado el Premio Nadal dijo: “El premio Nadal para mí era el premio por excelencia, porque fue el premio que sacó a la posguerra española de la atonía cultural, un premio que por primera vez nos equiparó a Francia, a Europa. Hasta entonces más bien creo yo que los escritores éramos considerados como pobre gente, como unos desgraciados un poco locos. (…) Pensar que lo había ganado una muchacha joven, Carmen Laforet (tenía 23 años) también me estimuló mucho”.
La propia Carmen Laforet fue consciente muy pronto de la repercusión y trascendencia que tuvo su premio para la literatura escrita por mujeres. Pues en el 1951 se le concedió a Elena Quiroga.
Este hecho que a priori podría parecer irrelevante, fue fundamental a la hora de otorgar relevancia a la mujer escritora dentro del campo literario, pues ofrecía el capital económico, y, sobre todo, el capital simbólico, la fama, la popularidad, la visibilidad mediática, etc.
Todos sus artículos son interesantes, pero algunos me han llamado poderosamente la atención como “el secreto de la escritura, la fascinación aterradora que se siente ante la página en blanco delante de la máquina…” y otros donde se expresa con gran franqueza.
Carmen Laforet fue una escritora valiente y decidida, es admirable y asombrosa la libertad con la que escribe siendo una autora novel y teniendo en cuenta las dificultades de aquellos años.
En definitiva, grandes mujeres de toda clase y condición que sobresalieron por su fuerza, trabajo, espíritu de sacrificio y que hoy podemos disfrutar del gran legado que nos han dejado.

Un artículo muy bueno y muy bien desarrollado, como todos los que escribes
Gracias por darnos a conocer tantas historias interesantes
Muchas gracias Beatriz