Mes de octubre
Mes de octubre un mes donde todo cambia a nuestro alrededor. Nadie escapa a dicho cambio de estación. Estimado lector, este mes siempre ha sido algo confuso para las personas sin excepción independiente de la zona donde vivan. Esa no es la cuestión.
Después de esta pequeña introducción sobre el cambio climático y los ciudadanos me ceñiré a lo que realmente me interesa trasmitir.
Cada madrugada me percato de cuantas personas se guarecen de la humanidad entre cartones después de haber pasado la noche durmiendo en bancos de madera. Mantas húmedas y botellas vacías para apaciguar el frío de sus huesos y temblorosos cuerpos. Dicho esto…
¿Dónde comienza la cordura y la locura del ser humano? Según los especialistas los locos están encerrados en clínicas psiquiátricas y los cuerdos deambulan plácidamente llevando una vida medianamente normal.
Voy al meollo del asunto. Estar loco es… Haber vivido un trauma dejando escapar de su mente el dolor que le consume. Estar loco es diseñar un mundo a la medida para escapar de la soledad. Estar loco es decir cuatro verdades a la cara porque no están de acuerdo con su entorno y los sinvergüenzas que les imponen normas que después no llevan a cabo, llevándolos a la desesperación o el suicidio porque no encuentran una salida.
Estar loco es haber nacido con una alteración que les nubla la mente, dejo escapar un ápice entre mis líneas podría seguir y no acabaría.
Los cuerdos… ¡Qué decir de los cuerdos! Según la Real Academia Española: Persona que coordina mentalmente y realiza un acto coherentemente. Según entiendo bajo mi modesta opinión, ¿Estar cuerdo es decidir pasar por encima de los débiles? ¿Estar cuerdo es abusar de aquello que no pueden defenderse?
Estar cuerdo es llenarse los bolsillos a costa del ciudadano que cree que ha señalado con el dedo a quien creía le salvaría de vivir miserablemente. Así podría seguir nuevamente. Unos luchando contra molinos de viento creyendo que son gigantes pensando que así vencerán sus miedos. Otros creyéndose cuerdos.
Se aprovechan sin escrúpulos ignorando que tarde o temprano llevarán esa etiqueta que ellos mismos han diseñado para su propio beneficio y así dominar sometiendo a su libre albedrío. Cuántas contradicciones en este Mundo. Me gustaría creer que en algún punto medio de nuestra existencia aún queda eso que durante décadas o eso he querido creer se llamaba luchar entre locos y cuerdos por unos derechos, salvando al mundo del hambre e injusticias.
Es evidente que no salvaré a la sociedad con mi palabra, para ello se precisa más que voluntad, pero no dejaré pasar por alto lo que veo diariamente. Los indefensos no pueden manifestarse por falta de recursos. Igualmente yo podría estar según algunos en el término medio o quizás en unos de esos grupos que muchos se empeñan en calificar: Cordura o locura.
Si manifestar la verdad supone estar loco… Yo soy uno de ellos y con más ímpetu seguiré manifestando lo que considero justo.
María Manrique Pérez