No es mi intención meterme en planteamientos metafísicos, filosóficos ni religiosos, ni nada que tenga que ver con el pensamiento, cuando utilizo la palabra “deconstrucción”, (yo no paso del Principio de Causalidad). Ni siquiera osaría
criticar la palabra deconstrucción culinaria (muy de moda últimamente) que acuñó el gran cocinero Ferrán Adriá alrededor de los años 90 para sorprender los sentidos gustativos del más avezado gastrónomo, con sus nuevas técnicas que parecen de
laboratorio. Pero sí me permito decir, que esa palabreja (?) culinaria no me gusta absolutamente nada para emplearla en algo tan serio como es la comida. Prefiero llamar al pan, pan y al vino, vino; y estoy seguro de que si viviera el humanista Erasmo de Rotterdam estaría de acuerdo conmigo.
En el caso que me ocupa, y con el mayor respeto a la ahora tan usada palabra, la empleo aquí irónicamente para decir que me gustaría mucho más utilizar el término “reconstrucción” al referirme a las nuevas formas que los japoneses vienen inventando reconstruyendo las frutas. Y viene a cuento referirme de nuevo a los artistas japoneses con sus raras frutas, porque mi amigo Bertomeu y su esposa Eriko, me han remitido las fotos que adjunto de sandías, para dar continuidad a
mi artículo anterior cuando hablaba de la cuadratura japonesa de la conocida y refrescante “patilla”.
Por lo visto, también la dan forma de corazón, pirámide o cono parecido al cucurucho de un helado y además dejan la etiqueta con su alto precio en yenes la unidad, en la lujosa tienda japonesa Sembikiya, tal vez para recordarnos que en cualquier caso, la fruta allí es un artículo de superlujo. En cuanto al célebre establecimiento Sembikiya, data de 1834 y se trata de la tienda más antigua de Japón. Está localizada en Nihonbashi Mitsui torre, que alberga el Mandarin Oriental Tokyo.
La etiqueta de la tienda con el nombre “Sembikiya” determina que se trata de una calidad especial y propia para un espléndido regalo, cuya galantería es muy practicada por cualquier motivo en Japón.
Merece reseñar la importancia de una frutería allá donde se encuentre, por el mero hecho de que hayan sido unos fruteros los
que haya marcado historia en el país japonés y hoy estén ocupando además, importantes locales y cadenas de restaurantes, fábricas de dulces y repostería y sean capaces de distribuir las especies fruteras más caras del mundo. Su nombre figura en los aeropuertos compartiendo tiendas con ropa, joyería, licores y numerosos productos de las primeras marcas famosas internacionales.
En 1960 (el año 35 de la era Showa), Daijiro Ohshima, que fue el quinto presidente de la organización, tomó el timón de la
empresa, y se decidió por la expansión de sus tiendas y actividades, montando espectaculares exposiciones de fruta en todos los salones de sus numerosos locales de Tokio. ¡Enhorabuena campeones…!
Acerca de SEMBIKIYA Fundada en 1834 (5 º año de la era del Tempo), Sembikiya es tienda de fruta más antigua del Japón. Actualmente opera 14 tiendas, muchas de ellas concentradas en el área de Tokio, con su tienda principal Con 170 años de larga y brillante historia, Sembikiya ha estado proporcionando frutos de alta calidad a sus clientes desde que fue establecido. Es hasta usted si usted disfrutar de los frutos de lujosos en su mejor temporada en casa o enviarlos como regalo a aquellos que son especiales para usted.