La casa
Ahí está…, la vieja casa.
Tras las persianas bajadas, recuerdos;
crepita en suspiros mi corazón
al oírlos llamarme desde dentro.
Y de pronto, me veo allí;
una niña que brinca en los tejados,
jugando, sonriendo, feliz
y con ellos dos a mi lado.
Y de pronto, los veo allí
con la nitidez de una vida;
quiero correr hacia ellos, abrazarlos,
mas la casa está cerrada y vacía.
Qué fugaz el calor de aquel hogar.
Qué rápido se desvaneció todo.
Con qué infortunio la vida
me obligó a crecer en los escombros.
La realidad me pega de bruces.
El tiempo me sacude las entrañas.
Todo desaparece ante mis ojos.
Me rompo porque no es solo una casa.
En ella, quedó para siempre,
una desdichada niña encerrada;
se negó a que el destino voraz
engullese, tan súbito, su infancia.
Y a través de las marchitas paredes
de esa fachada fría y ajada,
el eco de esa niña que reía
retumba en mi memoria y en mi alma.
Porque no es solo.., una casa.
Que bonito, los recuerdos de la niñez, no es solo una casa es el hogar tierno de nuestros primeros años de vida, si has sido feliz, son inolvidable. Gracias