Hablando con María Vives Gomila
- Alcanzada su jubilación como Profesora Emérita de la Universidad de Barcelona, es el momento de hacer balances ¿Cuál es el suyo?
Parafraseando a David Jou, físico y poeta, tres grandes vías de conocimiento. la científica, la estética y la espiritual nos ofrecen tres maneras diferentes de explorar la realidad, que participan, en grados diversos, de la razón, la intuición y la revelación…. El conocimiento científico subraya el papel de la racionalidad, observa, experimenta, comprueba, deduce y aspira a demostrar y a convencer… El conocimiento estético acepta los destellos de la intuición, los impulsos de la emoción, los deseos y recuerdos… aspira a seducir y a conmover… No aspira a demostrar sino a mostrar, sugerir, intensificar… El saber del espíritu calla, mira, escucha, pide, se deja habitar por el misterio del mundo y del otro, oscila entre la exaltación y el abatimiento, aspira a la fusión, a la solidaridad, a la esperanza, a la lucha contra la muerte y la injusticia. Así ocurre en nuestra vida, cuando las tres vías se entrecruzan y comparten una parte de nuestro sendero, efectuando una síntesis en algún punto del trayecto. El camino depende de los objetivos que nos planteemos, de las estrategias, del entorno inmediato, también del azar, de cómo gestionamos los sentimientos, deseos, aspiraciones, y armonizamos estas tres vías, aún con sus aciertos y errores.
Culturalmente viví en un medio cuidado de la postguerra con una economía deprimida en cada isla. De niño, aunque pienses y sientas, dependes de lo que diseñen los demás para ti. De este modo, la vía cultural estaba iniciada a partir del ingreso en el Instituto Juan Alcover. En diferentes momentos, una combinación de factores y circunstancias serían determinantes: la experiencia en el primer colegio seglar de Palma, las vivencias en la Universidad de Barcelona, el estado de excepción y la situación política del momento, mi encuentro con la persona que había unificado los sistemas Rorschach norteamericanos, de quien aprendí el método y a interpretar los protocolos; la posibilidad de introducirme en los distintos ámbitos de la Psicología aplicada, gracias al estímulo de coordinadores y supervisores que nos ayudaban a avanzar en el conocimiento y praxis del diagnóstico y tratamiento psicológicos. A nivel afectivo, vivir en un mundo de adultos, no era fácil. Era un mundo protector que, por otra parte, exigía respuestas maduras e inmediatas. Los amigos siempre fueron muy importantes, especialmente las amistades que se generarían durante los doce años consecutivos en Palma. Posteriormente en Barcelona, en la licenciatura y con los compañeros de profesión experimentábamos idénticas vicisitudes y asistíamos anualmente a congresos, dentro y fuera de nuestro país. El saber espiritual, dada la época, también estaba ahí, Ejercicios, convivencias, clases de teología. Como suele decir una amiga inteligente y experta en los repliegues del espíritu, los vínculos de la fe son tanto o más fuertes que los de la sangre, aunque en ocasiones ambos puedan coincidir.
2.- Nació en una familia entrañable y nos consta de su vinculación especial con la misma. ¿Tiene algo que ver este vínculo con el hecho de ser hija única?
Mis padres, ambos menorquines, se conocieron en Ciutat de Mallorca y empezaron su andadura familiar en una vivienda del ensanche de Palma. Procedían de sendas familias numerosas y su expectativa era la de tener más descendencia, pero la recomendación médica de la época sugirió lo contrario. Este hecho marcaría mi vida en todos los sentidos. Vivir en un mundo de adultos no era fácil, y me lleva a pensar en Las Palabras de J. P. Sartre. Cómo se relaciona un niño solo con un entorno adulto! A medida que fui creciendo iba tomando conciencia de mi individualidad, intuía lo que podía representar vivir entre adultos, donde los objetivos y la forma de proceder, salvo en periodos vacacionales, eran muy claros y debían seguirse a conciencia. Observar y leer constituían parte de mi vida y no sólo en invierno. Sin darme cuenta, me sentía atraída por la palabra escrita y su relación con el mundo interior de quien la había creado. Este ámbito familiar, crítico con el medio social y político, me enseñó a observar la realidad, a conocer el ambiente de una postguerra, que promovía austeridad y, al estar formado en gran medida por menorquines, también me permitiría conocer, valorar y apreciar la historia de Menorca, las características de su gente, su herencia anglosajona y francófona, además de las invasiones que las habían precedido y que afectarían a las tres islas.
- Menorca, Mallorca, Cataluña, o más concretamente, Mahón, Palma de Mallorca y Barcelona. ¿Qué significado tienen estas ciudades en el devenir de su vida?
Cada una de ellas ha dejado una huella imborrable en conocimiento, afectos y recuerdos. Palma y Mallorca marcaron mis inviernos durante casi veintidós años. Fueron testigo de los cursos en el Instituto, en la Escuela de Magisterio y, más adelante, en los tres años de enseñanza primaria en Sant Josep Obrer y Lluís Vives. Fue una experiencia gratificante, en la que se crearon vínculos, que todavía perduran.
Mahón y Menorca representarían, desde muy temprana edad, mi gradual independencia de un austero mundo de adultos, al que pertenecía especialmente en invierno. En verano, cruzábamos cada año las islas, hecho que resultaba muy gratificante por la belleza terrestre y marítima que podíamos observar durante la travesía. Recorríamos los pueblos que se sucedían uno tras otro desde Palma hasta llegar a Alcudia, de cuya bahía zarpaba el buque que nos llevaría al puerto de Ciudadela. Era impresionante observar, a la izquierda, parte de la Sierra de Tramontana, mientras, a la derecha, predominaba la Llanura central de Mallorca con escasas colinas. Otro tanto ocurría en el trayecto desde Ciudadela a Mahón. Los pueblos de Menorca eran blancos y no se hallaban situados entre montañas. Este hecho hacía que observáramos con curiosidad determinados puntos del recorrido: Sa Naveta des Tudons, Santa Águeda, Monte Toro, la Peña de s’Indiu y cada una de sus poblaciones hasta llegar a Mahón. Los veranos en Menorca se distribuían entre la afición por la lectura y las salidas en familia o con amigos al puerto de Mahón y Es Castell, la antigua Georgetown. Punta Prima y s’Arenal den Castell constituían núcleos familiares importantes y consistentes.
Barcelona representaría una época de formación continuada en diferentes áreas de conocimiento, con todo lo que podía representar de estudio, investigación, congresos, publicaciones. Prácticamente éramos las mismas personas que coincidíamos en una u otra ciudad de nuestra geografía, o en algún que otro país, lugares que se convertirían en agradables puntos anuales de referencia y también de recorrido turístico.
4.- En una primera ojeada sorprende su currículum. Comenzó sus primeros estudios en Palma de Mallorca, continuó en el Instituto Joan Alcover, y, alcanzado el título de Magisterio y ejercer unos años como maestra, terminó en la Universidad de Barcelona como Doctor y ejerciendo la docencia en su más alta expresión según su especialidad hasta su jubilación. ¿Podría explicitar los momentos más significativos de este largo proceso?
La enseñanza de párvulos y primaria la cursé en una escuela nacional, situada frente a la Plaza, también mercado de Pedro Garau y en El Vivero, escuela nacional unitaria, a la que asistía a diario con mi tía paterna. Desde el primer año de bachillerato, en el Instituto Joan Alcover, fui becada, ayuda que conservaría hasta el último curso de Universidad, y que tuve que defender el año del estado de excepción. En esta época, en Barcelona, pudimos vivir el renacer de movimientos de carácter social, político y cultural, consecuencia del impacto del existencialismo, feminismo y antifeminismo, de movimientos antipsiquiátricos con objeto de evitar el internamiento de pacientes en instituciones psiquiátricas. Las vivencias del Mayo del 68 francés, aunque matizadas, también tendrían su eco en la Universidad de Barcelona y en determinados sectores de nuestra geografía. Eran los últimos años del franquismo y Cataluña marcaba, económica y socialmente, directrices al resto del estado. De este periodo serían las convocatorias en San Josep Oriol, desde donde se comunicaba la evolución del Consejo de Burgos.
La coyuntura de diversos acontecimientos me han acompañado de forma casi sorprendente. En Palma, tuve la oportunidad de iniciar la primera experiencia educativa seglar en el colegio Lluís Vives. En Barcelona, en 4ª y 5ª de Psicología, pertenecería a un grupo de estudio sobre la obra de Jean Piaget y la escuela de Ginebra, investigaciones que darían lugar a la tesis de licenciatura. En 5º de Psicología y en la asignatura Psicología del Lenguaje tuve la oportunidad al terminar el curso, de vincularme a la Universidad de Barcelona para continuar la investigación sobre lenguaje, propuesta que eludiría al no poderla compaginar con mi dedicación a la Psicología clínica, uno de mis focos de interés en aquel momento. Otro hecho coyuntural ocurriría cuando formaba parte de un seminario de psicodiagnóstico, cuya coordinadora nos introdujo en la Sociedad, entonces sólo española del Rorschach y métodos proyectivos (SERYMP). Pertenecer a la Sociedad Rorschach, iniciar las investigaciones de doctorado, ya en la Facultad de Psicología, en tres clínicas psiquiátricas catalanas y coincidir en un seminario con el Dr. J.E. Exner, profesor de una pequeña Universidad de Long Island, en N.Y., tendría su consecuencia inmediata. Al ajustarse sus intereses con mis investigaciones en esta categoría de pacientes, se iniciaría un vínculo profesional que constituiría un importante estímulo para seguir desarrollando esta línea de estudio. El grupo reducido que se había iniciado en torno a él, continuaría aprendiendo de su experiencia durante bastantes años.
5.- Es Vd. muy conocida respecto a su docencia universitaria, pero sabemos menos de su labor en el plano de la praxis clínica. Explique la correlación, en su caso, de la parte de la docencia teórica y la aplicación a la práctica clínica.
El interés por la Psicología Clínica viene de antiguo. Me llamaba la atención la habilidad que tenían determinadas personas para superar sus dificultades, o modificar algún aspecto de su vida. Observaba cómo algunas podían cambiar, mientras otras habían perdido interés o no creían en sus posibilidades. ¿Qué movía a unas personas superarse, plantearse objetivos, alcanzarlos, incluso mantenerlos y gracias a su esfuerzo poder vivir mejor? Intuir la importancia que tiene conocerse, descubrir la influencia que los aspectos inconscientes, una conciencia rígida y el papel que los sentimientos de culpa pueden llegar a influir negativamente, de predominar una u otra instancia psíquica, me intrigaba. Ésta sería la razón por la que orienté mis esfuerzos a profundizar en el estudio de la personalidad, la psicopatología, el psicodiagnóstico y la psicoterapia, vinculando la teoría a la práctica clínica, aplicando la experiencia realizada en un barrio suburbial de Barcelona. Esta experiencia sería un referente para diseñar, a partir de 1998, el Postgrado y Máster en Psicología Dinámica, ya que desde 1984, docencia, psicología aplicada e investigación irían de la mano en la enseñanza de mis asignaturas en la UB.
- Debido a su especialidad, desde un primer momento de su andadura intelectual, ha centrado su investigación en el test de Rorschach. En paralelo se ha convertido en una especialista de primer orden de la psicoterapia psicoanalítica. ¿Qué relación tienen estas dos metodologías en la aplicación que hace de las mismas en el desarrollo de la praxis clínica?
La especialización en psicoterapia psicoanalítica requiere junto a la formación teórica, una práctica supervisada, seminarios periódicos que se desarrollaban junto con las clases y los tratamientos que impartíamos. La necesidad de efectuar diagnósticos precisos, que precedían a la correspondiente indicación de tratamiento, se fundamentaba tanto en la formación en Psicología dinámica como en el estudio de la personalidad, la capacidad perceptiva, y el análisis del proceso de pensamiento mediante el test de Rorschach. Todo ello repercutiría en una mejor atención al paciente, inicialmente a nivel diagnóstico con la aplicación de un Rorschach, siempre que fuera necesario. La investigación mediante este test permite constatar la presencia y tipo de depresión, la categoría de trastorno de pensamiento, el grado de disociación, la forma directa, somatizada o inhibida de manifestar la agresividad, etc. Confirmar la conveniencia o necesidad de un tratamiento y evaluarlo mediante la administración de un segundo Rorschach (especialmente en investigación), permite constatar los cambios efectuados durante el mismo, que también pueden observarse sin su aplicación con una formación psicoanalítica. Esta formación se centra no sólo en identificar el tipo de relación de objeto que se establece con el terapeuta (modo de relacionarse con la otra persona) , sino también permite observar los cambios de relación interpersonal interiorizada que se van sucediendo a lo largo del mismo. Ambas metodologías se complementan en la mente del diagnosticador-terapeuta que ha sido formado en ellas.
7.- En su currículum queda coloreada, de forma especial, la docencia de alto nivel, de especialización como son los Máster y su colaboración de proyectos a nivel internacional: Lisboa, Boston, etc. Explique qué ha significado para Vd. esta faceta de su currículum.
Hemos de retroceder hasta 1998, unos años en los que concurrían la petición del alumnado para incrementar prácticas in situ, por un lado, y la escasez de asignaturas que ofrecían un estudio práctico y secuencial del proceso psicodiagnóstico, por otro; estudio que deberia contemplar la evaluación del paciente, la indicación de tratamiento y la valoración de los cambios al finalizar la intervención. Esta carencia, compartida con otros profesionales de la Psicología Aplicada, constituyó el punto de partida para que en 1999, presentara el proyecto de Postgrado: Avaluació Dinàmica de la Personalitat, Intervenció i Valoració de les Intervencions, que, tras ser aprobado por la Comisión evaluadora de Postgrados de la Universidad de Barcelona, iniciaría su andadura en el curso 1999-2000. La formación teórica la impartirían 22 profesores, cada uno especialista en su materia, sobre la que investigaban y publicaban. La formación práctica se realizaría en Centros, Fundaciones, Hospitales, seleccionados por la experiencia y buen hacer de sus profesionales, evaluadores y terapeutas. A los dos años se convertiría en Máster, que se ofrecería de forma continuada en la Universidad de Barcelona hasta 2012. En 2014 se iniciaría su primera edición en Menorca.
Mi colaboración en proyectos a nivel internacional se debió a otros dos hechos coyunturales: el primero, gracias a los cursos anuales que impartía el Profesor Exner en Barcelona y Madrid; el segundo, debido al hecho de coincidir en diversos congresos nacionales e internacionales con el Profesor D. R. Silva, director del departamento de Psicología en la Universidad de Lisboa. Mi asistencia a los cursos del Dr. Exner coincidiría con la época de sus investigaciones con pacientes esquizofrénicos y de mi colaboración en las clínicas psiquiátricas con el mismo tipo de pacientes. Sería en este periodo cuando pudimos observar en todos los pacientes agudos que entrevistaba la presencia de un tipo específico de trastorno de pensamiento, que denominaría frase desviada grave, DV grave, que se observaba claramente en su lenguaje. Este descubrimiento permitiría ampliar el segundo de los criterios del Índice de esquizofrenia, en el que se incluiría esta aportación, y que incorporaría el Sistema comprehensivo con el nombre de DR2. La coincidencia en los diferentes congresos con el Profesor Silva tuvo como consecuencia su invitación a participar en en el XIII Congreso Internacional del Rorschach y Métodos Proyectivos en su país, y una estancia en Lisboa al año siguiente, para impartir una conferencia y un Workshop sobre las principales aplicaciones del test en el diagnóstico y tratamiento clínicos.
8.- Igualmente ha tenido una relación importante con la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y con el Institut Menorquí d’Estudis (IME). ¿Qué significación tiene para Vd. esta relación?
Mi relación con la Universitat de les Illes Balears se inició al introducir en Menorca la primera edición del Master: Aplicació de la Psicologia Dinàmica al Diagnòstic, al Tractament i a la Recerca. Este proyecto me permitiría conocer algunas autoridades académicas de la UIB. No obstante, al comprobar que de vincularme a la Universitat de les Illes Balears debería incorporar algunos de sus profesores que desplazarían a varios de los profesionales del Máster, cuyas asignaturas estaban articuladas convenientemente en el proyecto inicial, desistí de establecer un posible convenio con la UIB.
Referente a mi relación con el Institut Menorquí d’Estudis (IME), conocí su proyecto desde el principio en una de las primeras reuniones a la que asistí acompañando al profesor D. Juan Hernández Mora. Cuando inicié nuevamente mis contactos con el IME fue de la mano de José Miquel Hernández, un físico e investigador competente y gran ser humano, quien me animó a presentar el currículum. Muy cerca estaba el Dr. Jaume Mascaró, coordinador científico del IME durante años y Profesor de Filosofía de la Universidad de Barcelona, por la misma época de mi estancia en ella, aunque pertenecíamos a departamentos diferentes. A partir de este momento, mi colaboración con el IME y con la Universitat de Menorca Illa del Rei (UIMIR) ha sido una constante, ofreciendo y coordinando cursos anuales hasta el día de hoy.
9.- De sus trabajos de investigación ¿en cuál de ellos se ha sentido más a gusto y gratificada?
Seguramente, y por la dedicación en años, el soporte de diferentes especialistas (el jefe del servicio de agudos del hospital psiquiátrico, el autor del Sistema Comprehensivo) y sobre todo, por el contacto semanal con las personas con esquizofrenia que arrastraban consigo un dolor intenso, me decantaría por las tres investigaciones de doctorado y las que se generarían más adelante a partir de ellas. El estudio teórico de una de las patologías más severas, junto a las horas de dedicación semanal durante varios años, me permitiría observar muy de cerca la alteración de los procesos de pensamiento de estos pacientes, su disociación, falta de contacto con la realidad y el modo en que se hacían presentes sentimientos de ser perseguido, delirios, alucinaciones, etc. características especialmente de la fase de exacerbación aguda. Actualmente, estos pacientes, medicados convenientemente, pueden llevar una vida normal. Después de éstas, han sido gratificantes las relacionadas con el tratamiento psicológico.
10.- En la aplicación de las terapias clínicas, ¿podría resaltar algunos de los casos que más le han impactado?
El sufrimiento psíquico siempre impacta, más aún cuando observas la dificultad de la persona para ayudarse, o resistirse a recibir ayuda, aunque sea de forma inconsciente, sin olvidar la intensidad de sus sentimientos dolorosos, junto a la hostilidad proyectada también sobre la terapeuta, en este caso. Se trataba de una profesional joven, responsable e inteligente, que había sido abandonada por su pareja pocos días antes de contraer matrimonio. Pasado el tiempo, y analizando las causas, pudo recuperar gradualmente su autoestima en niveles suficientes para ser más eficaz en su profesión. Paralelamente, iba menguando su rigidez conteniendo sus aspectos disgregados, permitiéndose disfrutar de pequeñas cosas y pudiendo dirigir su vida. Otro caso semejante, el de un hombre casado durante años abandonado por su mujer. El hombre quedó hundido, sin autoestima, y somatizando su sentimiento de impotencia. Éste es un hecho común en numerosos tratamientos, la falta de confianza en sí mismo, consecuencia de una muy baja autoestima. En ocasiones, este sentimiento puede tratar de compensarse haciendo que el paciente se sitúe muy por encima o por debajo respecto a la realidad externa, una realidad muy diferente a la suya (no real). La persona se muestra eufórica, o depresiva, oscilando su comportamiento entre dos extremos: la depresión o la manía. No siempre es fácil entender el proceso que sigue una persona hasta replegarse psíquicamente en su coraza. Nuestro trabajo tiene también sus momentos duros. A través de la interpretación tratamos de que la persona consiga deshacer los nudos que ha ido creando, romper las barreras con las que se ha ido defendiendo. Laborioso!
11.- Sabemos de su humanidad y sensibilidad. ¿Cómo salir indemne en el tratamiento de patologías severas?
No sé si indemne, pero gracias a la formación simultánea en diferentes áreas de conocimiento, relacionadas entre sí y anteriormente comentadas -análisis personal, supervisiones, etc.- aprendes a conocerte, observar y a conocer a las otras personas. Todas estas actividades formativas, individuales y en grupo a lo largo de años sucesivos, permiten no sólo ofrecer seguridad, sino ser profesionalmente más fuerte y, sobre todo, poder tomar distancia, preservándote de las proyecciones del paciente. Esta formación de años favorece que puedas confundirte con él, pudiendo interpretar, de la forma más adecuada, sus fantasías, bloqueos, actitudes, etc. Es un ejercicio de años.
12.- Fruto de su investigación académica y de su experiencia clínica nos encontramos con un número importante de publicaciones. Si tuviera que seleccionar alguna, de cuál de ellas se sentiría más satisfecha?
Las líneas de investigación dependen no sólo de los temas que eliges y los objetivos que te propones, sino que intervienen determinadas circunstancias que, en numerosos casos, pueden favorecer y estimular su desarrollo. Los temas preferidos se relacionaban con el diagnóstico de niños, la investigación del tratamiento y sus beneficios, o los estudios normativos de determinadas patologías, mediante Rorschach y tests proyectivos. Sin embargo las publicaciones más gratificantes son las relacionadas con las investigaciones de la persona con esquizofrenia. Un estudio, previo a la presentación de la tesis se incluiría como documento científico en la Rorschach Foundation, siendo citados en algunos libros (Exner, 1986, 1994): El Estudio n.º 291 de Rorschach Workshops, contenía los descubrimientos más representativos y originales con sus aportaciones al Sistema Comprehensivo: Referente a la intervención psicológica se generarían una serie de artículos en torno a la psicoterapia: su planificación, decisión de intervención, análisis de su eficacia y análisis de los cambios en psicoterapias a largo plazo. La mayoría de estas investigaciones fueron resumidas en el libro publicado en 2005: Tests Proyectivos: Aplicación al diagnóstico y tratamiento clínicos.
13.- Junto a su trabajo científico y docente son conocidos sus escarceos en el mundo literario en las facetas narrativa y poética. ¿En cuál de estos dos campos se siente más cercana?
Hacia 1964 tuve un primer reconocimiento por algunas poesías, en un pueblecito de Mallorca. Posteriormente, componía simultáneamente música y letra. En cuarto de Psicología, creé una pieza poética en cinco actos: El amor a través de los tiempos, que escenificarían gran parte de mis compañeras de Residencia, con una explicación, previa a cada acto. Unos años después puse música a un grupo de poemas de Costa y Llobera. No obstante, después de la publicación de mi primera novela, La herencia, creo que la narrativa me resulta aún más gratificante, me permite ser más auténtica. Aunque nunca se sabe.
14.- Sabemos que después de su jubilación, tras su larga estancia en la Universidad de Barcelona, ha regresado a Menorca, la isla con la que siempre se sintió identificada. ¿Cuál es la razón de este sentimiento?
Los veranos menorquines me han influido desde siempre. La familia materna era permisiva, podías diseñar tu día a día. Como en Palma, tenía acceso a una amplia biblioteca, leía y teníamos el mar como punto de referencia. Pero mi vínculo especial con Menorca proviene no sólo de la época de mi niñez, sino de aquélla en la que compartíamos semanalmente nuestra experiencia interior con un grupo de personas afines. Como dice una buena amiga mía, los vínculos de la fe dejan huella. La experiencia duró bastantes años. Este fuerte vínculo humano, junto con el familiar, fomentaría esta relación especial con la isla y una parte de su gente.
15.- ¿Con su presencia en la isla ha sucedido algo especial en su vida?
En Menorca y en 2013 fallecería mi madre en fracción de segundos. Había ingresado la mañana del 31 de Marzo en el Hospital Mateu Orfila. Estuvo todo el día aparentemente bien sin respiración asistida. De madrugada sufrió una parada cardíaca, de la que consiguió rehacerse casi de inmediato. Al poco tiempo fallecía. El dolor era intenso, como suele suceder en toda muerte repentina. Se iniciaba la elaboración de un duelo del que tardaría en recuperarme, pero que sentía me situaba en primera línea de salida. Necesitaba despedirme de ella, reencontrarla. Fue durante una misa en Santa María, que oficiaba un sacerdote ya entrado en años con un estilo que inducía a la concentración y transmitía serenidad, paz. Una liturgia, que te introducía en el misterio, favorecía el contacto con Dios, haciéndote sentir parte integrante de la comunidad de asistentes. En el memento de difuntos pude reelaborar el duelo, despedirme, reencontrarlos, serenarme y aceptar un poco más la vida, la muerte y los complejos procesos de la existencia. La vida volvía a tener sentido.
16.- Este acontecimiento tiene algo que ver con sus compromisos adoptados en relación a situaciones e instituciones comprometidas con esta causa?
Actualmente, a raíz de esta nueva etapa en Menorca y al disponer de más tiempo, he podido recuperar una antigua y abandonada forma de servicio. Colaboro profesionalmente con Cáritas, un aprendizaje continuo y muy gratificante. La mayoría son inmigrantes, que arrastran la pérdida de su país, familia, amigos, estatus social, cultura, lengua y un duelo por elaborar, un estrés prolongado e intenso. Es el denominado por Joseba Achotegi, psiquiatra de mi departamento comprometido con este grupo humano, el Síndrome de Ulises. En ocasiones, junto a las consecuencias del duelo, se añaden síntomas somáticos que prolongan su malestar. También colaboro con Manos Unidas participando en las visitas a la Rectoría de Santa María, un edificio del siglo XVIII, en el que se hace patente la influencia inglesa, con sus tres periodos de ocupación, y la francesa con un único periodo de dominio en la isla.
17.- Sus allegados coinciden en subrayar el alto concepto que tiene Vd. sobre la amistad. Y eso lo aplica en su vida diaria a tenor de los grandes amigos que la han acompañado a lo largo de su vida. ¿Cuál es el secreto del éxito de la aplicación de esta virtud, tan importante para la convivencia de una sociedad sana?
Es cierto que participo de la amistad de diferentes tribus, como se autodefinen hoy en día los distintos grupos de amigos. Conservamos una amistad de años, que nos mantiene unidos en Palma, Menorca y Barcelona. Las primeras amistades, que provenían de los seis años de bachillerato, dejaron su huella. Congeniábamos por coincidir con un elemento común, fuera simpatía, sinceridad, sentido estético. El mérito corresponde a cada persona. Si pensamos en una confluencia de variables, haríamos referencia al vínculo que establecemos cuando hay una sintonía estable y duradera; vínculos generados por aspiraciones, ideologías, creencias, aficiones, etc. No creo sea tanto una virtud como consecuencia de la coincidencia, afinidad y aceptación mutua comentadas.
18.- Volvamos al principio de la entrevista. Sus padres alcanzaron cotas difíciles de superar para el común de los mortales. Ambos murieron después de alcanzar un siglo de existencia. Cuando habla sobre ellos, habla con veneración. Es conocida la sensibilidad que ambos poseyeron. De modo especial su madre, que logró un gran nivel en el campo musical. ¿Qué peso ha tenido en su sensibilidad y su vida entera esta influencia familiar?
Mis padres eran muy diferentes entre sí, pese a sus numerosos puntos en común. Ambos poseían una escala de valores y un sentido muy desarrollado de lo que era justo. Eran inteligentes y se preocupaban por los demás. Lo más importante es que se querían y admiraban mutuamente. Mi padre se superó toda su vida como un estoico. Al fallecer su padre, trabajaba y estudiaba. Tenía mente de matemático. Leía y leería hasta que su vista le impediría percibir las letras. Mi madre tenía una sensibilidad musical y artística especial. Interpretaba ópera, zarzuela, a Chopin, Beethoven, Mozart, Liszt. La música era un referente en nuestras vidas. Sin proponérselo, alcanzaría un nivel musical entre 5º y 6º de conservatorio. Pero, sobre todo, tenía una gran capacidad para escuchar a las otras personas, y esto hacía que se sintieran bien a su lado. Sabía, como muchas madres, decir la palabra adecuada en el momento justo. Muchas investigaciones se desarrollarían con un fondo musical que todavío necesito para vivir.
19.- El Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa le ha concedido el Premio de Humanidades de Literatura, 2019 como reconocimiento a su gran trayectoria de compromiso con los demás y expresado de forma inconfundible con su trabajo docente y clínico, plasmado literariamente de forma excepcional en sus publicaciones. ¿Que significa este galardón de reconocimiento para Vd. en este momento jubilar de su vida?
La concesión de este premio me produjo de entrada una gran sorpresa. Y aunque lo considero un verdadero honor, este estado de ánimo, diría que de impacto, se lo debería transmitir a nuestro presidente, D. José Segura Haro. Agradezco esta decisión y a cada uno de los miembros de la Academia, a quienes voy conociendo por sus continuas y enriquecedoras aportaciones. También mi agradecimiento a quien me propuso para este galardón, el Dr. Diego Sabiote Navarro.
Si hiciera un recorrido por mi vida, no dudo haber trabajado y disfrutado con ello -la felicidad es un esfuerzo constante del individuo- pero también creo haber estado en numerosas ocasiones en el lugar adecuado, en el momento oportuno. He tenido que asimilar gradualmente esta concesión. Una vez hecho, siento, junto al honor que representa recibirlo, un enorme y sincero agradecimiento por la labor llevada a cabo por cada uno de los miembros de la Comisión del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa.
20.- Últimas consideraciones
Finalmente, deseo aprovechar la oportunidad que me ofrece este espacio y este incisivo entrevistador, para agradecer a nuestro Presidente, Don José Segura Haro, su trayectoria profesional y humana, su iniciativa y tenacidad de tantos años hasta llegar al momento actual. Es encomiable la actitud y constancia mantenida para continuar esta obra, iniciada hace más de veinte años, en la sede de un periódico local de un pueblo de Granada que se ha ido expandiendo generosamente hasta llegar a la creación de la Academia y de los numerosos proyectos que le quedan todavía por desarrollar, coordinar y dirigir. Mis mejores deseos para este incansable creador y luchador nato, que preside, entre otros, el Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa y la Academia de Ciencias, Buenas Letras y Artes.
Diego Sabiote Navarro