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ENGRANDECIERON SU PAÍS Y SU BANDERA (Episodio 1º)

Excmo. Dº. Felipe Navarro y Ceballos-Escalera, VI Barón de casa Davalillo (Madrid 21 de julio de 1862 – Paracuellos de Jarama, Madrid 7 de noviembre de 1936).

Fue un gran y decisivo militar español del arma de caballería, donde llegó a alcanzar por méritos propios el grado de Capitán General.

Participó en los conflictos armados de Cuba, Filipinas y Marruecos, pasando a ser miembro de la historia por su actuación en el deleznable desastre de Annuel.

Fue miembro activo de la Asamblea Nacional Consultiva durante el mandato de José Antonio Primo de Rivera, tuvo un final humillante, para nada acorde tras su plena y dilatada dedicación al bienestar de su España y lealtad a su bandera.

Fue sacado vilmente de su casa junto a su hermano Carlos, por milicianos del frente popular y pasado por las armas en las matanzas de Paracuellos en 1936.

El comienzo de lo que iba a ser su vida, le vino a muy temprana edad; en septiembre de 1877 y con tan solo quince años, pasó a formar parte como alumno de la academia de caballería en el acuartelamiento de Valladolid.

Se licenció de la misma, siendo promovido al grado de Alférez en el verano de 1880, habiendo finalizado ya sus estudios con gran aprovechamiento.

Le rondaban los dieciocho años y ya era contemplado como el número uno de su promoción, condición esta, que mantuvo durante toda su carrera militar.

El primer destino que se le concedió fue al Regimiento de Húsares de Pavía, donde con maestría desempeñó su cargo hasta que en agosto de 1882, se le asignó el cargo de Ayudante de Campo del Ministro de la Guerra, siendo este, el General Arsenio Martínez Campos, cargo este que ocupó hasta que en octubre de 1883 el General abandonó el Ministerio de la Guerra, para ser nombrado Capitán General del Ejército, llevándose consigo a Navarro.

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Poniéndole al frente de sus órdenes directas y más tarde nombrándole como su ayudante de campo al segundo mes de 1885.

En lo personal, Felipe Navarro se casó un 26 de junio de 1886 en Tarragona, con Dª María Cristina Morenés y García Alessón, Baronesa de Casa Davalillo.

Nació en Madrid en 1862, siendo hija de Carlos Morenés y de Tord, ostentando el título de Barón de las cuatro torres y nombrado gentil hombre de cámara.

Su madre, María Fernanda García-Alessón y pardo de Rivadeneyra; Condesa del Asalto, Marquesa del Borghetto y Baronesa de Casa Davalillo, por lo que, al contraer nupcias Felipe Navarro y ella, este pasó a ser el VI Barón de Casa Davalillo.

En junio de 1888 quedó entablado a reemplazo, al no tener plaza efectiva, pero sí con derecho a ella en cuanto hubiese una vacante.

Esta suerte le llegó en septiembre, cuando fue destinado al regimiento de lanceros de la reina, donde en noviembre y con veintiséis años, ascendió al grado de teniente.

A finales de 1890 marchó de nuevo al regimiento de Pavía, asumiendo el cargo de ayudante de campo de los Generales de División; Federico Ochando y Bernardo Echalace.

A finales de 1892 se le volvió a destinar al Regimiento de la Reina, donde permaneció, aun cuando fue nombrado en septiembre de 1893, alumno de la escuela superior de guerra para ser diplomado en Estado Mayor.

A los dos meses de haber iniciado sus estudios, se vio en la imperiosa necesidad de interrumpirlos por la debacle de las derrotas españolas en Melilla, dando así comienzo a la contienda que sería conocida como guerra de Margallo o primera guerra del Rif. Felipe Navarro se presentó voluntario para el ejército de operaciones de África, mando que se entrega a Martínez Campos y donde Felipe volvió a ocupar el cargo de ayudante de campo en noviembre de 1893.

Participó en sus contiendas hasta el término de la campaña en marzo de 1894, por las que le fue concedida la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco de primera clase.

A finales de mes, volvió a incorporarse a la escuela superior de guerra y pasó a pertenecer sucesivamente al regimiento de la Reina y al regimiento de dragones de Santiago.

En la primavera de 1895 y habiéndose iniciado la Guerra de Independencia de Cuba, dejó de nuevo de lado sus estudios en la escuela superior, para irse como voluntario al ejército de la isla de Cuba, como ayudante de campo de su General en Jefe, de nuevo y por cuarta vez, Martínez Campos.

Enseguida emprendió campaña contra los insurrectos separatistas, por lo que se le condecoró con la Cruz al mérito militar con distintivo rojo de primera clase, por su brillante actuación en las campañas sobre Mayarí arriba y por su actuación en la batalla que se libró el tres de junio en Seboruco.

El 7 de enero de 1896, participó en la contienda que se sostuvo en el ingenio San Dimas, por lo que fue condecorado de nuevo por mérito, con la cruz de María Cristina, antecesores de la medalla militar de primera clase, (Era esta, la tercera medalla al valor que le era concedida). Ese mismo mes, el General Martínez Campos fue relevado por el otro General, Valeriano Weyler este con el cargo de gobernador de Cuba, por lo que Navarro se vio de nuevo en la península.

Se le nombró ayudante de campo de su propio tío, el general de división Joaquín Ceballos-Escalera y siguiendo a la vez con sus estudios en la escuela superior de guerra.

En marzo de 1896 y con treinta y tres años, ascendió al grado de Capitán, en septiembre por fin dio por concluido su curso de Estado Mayor, por lo que al mes siguiente y con el fin de realizar las debidas prácticas del cuerpo de Estado Mayor, fue destinado al IV Cuerpo de ejército, a la vez que y por quinta ocasión, se le nombraba ayudante de campo del General Martínez Campos, el cual fallecería en 1990.

Gonzalo Lozano Curado

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