CERVANTES, EL QUIJOTE Y SANCHO PANZA

CERVANTES
“Yo, que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo…”
Viaje al Parnaso. cap 1, fragmento, año 1614
Hoy es para mi un gran honor
escribir para ti Cervantes,
al Gran Quijote de la Mancha
y a Sancho Panza.
Tu poesía es bella y hermosa,
pero lo tuyo es la prosa
de aventuras y caballería.
Leer el Quijote, entenderlo
y entrar en él, es irse
por los cerros de Úbeda:
Perderse en andaduras,
sucesos, grandes hazañas
y alguna que otra batalla.
DON QUIJOTE
“Que soy caballero,
de estos que dicen las gentes
que a sus aventuras van”
Capítulo XVI, Segunda parte
Don Quijote alto, altivo, altanero,
y gran aventurero,
armadura de fuego
con escudo protector
y lanza de hierro.
¡Tú llegas al cielo,
caballero de la triste figura!
¡Varón de varones!
Siempre cabalgando,
siempre dando consejos
y buen justiciero.
Para ti Sr. Quijote
Hidalgo de la Mancha,
la poesía es una dama,
una doncella tierna,
hermosa y de poca edad;
que se ha de pulir,
querer y adornar
por otras doncellas
que son madres
de todas las ciencias.
Y nada de manosearla,
ni pasearla por calles y plazas.
Ella tiene como quimera
la alquimia de la virtud
de oro limpio y brillante,
puro y radiante.
¡Tú, Don Quijote de la Mancha!
Andante y errante por los pueblos,
noble peregrino por los lares de Dios.
Tu alma es la patria España
que has de salvar
de los molinos y los vientos.
SANCHO PANZA
Sancho, escudero, servidor, atento,
siempre arre que arre con el borrico.
Bajito, con cuerpo chico
y tez ruda y ancha.
Bebedor, perezoso, glotón,
de talla corta, zancada larga,
barriga grande y panzona
por eso te llaman Sancho Panza.
Excelente labriego,
rústico labrador,
con sabiduría sobre leyes
de caballos y caballería.
Gobernador en una ínsula
lejana, escondida e imaginaria.
Hombre de pocas letras,
de poca sal en la mollera.
Pero docto en refranes y dichos;
de sabiduría popular
y Don Quijote le decía:
“¡Oh maldito seas de Dios, Sancho!..
¡Sesenta mil Satanases te llevan a ti y a tus refranes!
Dime: ¿Dónde los hallas, ignorante; o cómo los aplicas,
mentecato, que para decir yo uno y aplicarle bien,
sudo y trabajo como si cavase?…”
Capítulo 43, 2 parte.
¡Tú, Sancho Panza!
A todo el mundo,
a troche y moche,
les comentabas
y les repetías :
“Quien canta a sus males espanta”
“Ándeme yo caliente, ríase la gente”
“A Dios rogando y con el mazo dando”
Por último cabe decir y dar
un “Summa Cum Laude”
a Cervantes, a su Quijote
y a Sancho.
Mucho se ha escrito
y mucho más se escribirá:
poemas, libros, tesinas
y alguna tesis doctoral.
Véase: Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes Saavedra, Edición íntegra , Pareja Editor, Barcelona, 1981

Antonio Iglesias Valdés
21 de Marzo de 2025