ARZOBISPO EMÉRITO DE MADRID, CARDENAL ESPAÑOL DON CARLOS OSORO SIERRA, poema de Ángeles Martínez
ARZOBISPO EMÉRITO DE MADRID, CARDENAL ESPAÑOL DON CARLOS OSORO SIERRA.
Hay personas en el mundo
que nacen para ayudar,
se pasan su vida
pensando en los demás.
Su bondad es infinita
la dedicación completa,
su amor incondicional
lo hace de corazón y con cabeza.
Don Carlos Osoro Sierra
un ejemplo a seguir,
en el cielo tiene una silla
por su manera de vivir.
Con sacrificio y constancia
predica con los valores humanos,
y nos inculca el amor
de ser todos como hermanos.
Personas como él
hacen falta en la sociedad,
tan llena de egoísmo
envidias y falsedad.
Su amor no tiene fronteras
ni razas ni edad,
ama a los humanos
a todos por igual.
Sufre en sus propias carnes
el dolor de los demás,
se atormenta buscando la manera
de poder ayudar.
Le gustaría tener una varita mágica
antes de irse de este mundo,
para solucionar muchos conflictos
que le dan muchos disgustos.
DEDICADO A UNA GRAN PERSONA.
Ángeles Martínez.
En Arzobispo Emérito de Madrid, Cardenal Español Don Carlos Osoro Sierra, la poeta almeriense Ángeles Martínez nos presenta un homenaje profundamente humano y espiritual a la vida y obra de un líder religioso cuya vocación se ha caracterizado por el amor, la entrega y el sacrificio. A través de versos llenos de admiración y gratitud, la autora destaca la figura de un hombre que, con bondad infinita y dedicación plena, ha dedicado su existencia a ayudar y guiar a los demás.
Ángeles Martínez traza el retrato de un cardenal que trasciende barreras, viendo en cada ser humano un hermano y entregando su vida al servicio del prójimo con un amor que no conoce fronteras ni distinciones. Este poema no solo honra la labor pastoral de Don Carlos Osoro Sierra, sino que también nos invita a reflexionar sobre la importancia de la empatía y el altruismo en una sociedad que, a menudo, se ve marcada por el egoísmo y la indiferencia.
Con sensibilidad y profundidad, la autora nos recuerda que personas como el cardenal Osoro no solo dejan una huella en quienes los rodean, sino que también nos inspiran a vivir con más amor, comprensión y fe en la humanidad. Este poema es, en sí mismo, un acto de gratitud hacia una gran persona que ha sabido hacer de su vida un ejemplo de compasión y servicio.
Comentario por Carlos Álvaro Segura Venegas
Mil gracias.