Portada » CUANDO LLEGUE LA PRIMAVERA

Francelina Robin

Cuando llegue la primavera, si ya estoy muerta, las flores florecerán igual y los árboles no serán menos verdes que la primavera pasada. La realidad no me necesita. Siento una alegría enorme al pensar que mi muerte no importa en absoluto. Si supiera que mañana fuese a morir y la primavera fuese pasado mañana, moriría feliz, porque sería pasado mañana. Si usted cree que este es su momento, ¿cuándo debería realizarse? Me gusta que todo sea real y que todo esté bien. Y me agrada porque, aunque no me gustara, sería así. Por lo que si muero ahora, muero feliz, porque todo es real y todo está bien. Pueden hablar latín sobre mi ataúd si quieren. Si quieren, pueden bailar y cantar junto a él.

            No tengo preferencias para cuando ya no pueda tener preferencias. Sea lo que sea, cuando sea, será lo que sea. ¡Ahora dirás que puedes oír las estrellas! Cierto, has perdido el sentido. Y te diré, sin embargo, que, para oírlos, muchas veces me despierto y abro las ventanas, pálida de asombro y hablamos toda la noche. Y, mientras el sol se pone, añorando y llorando, todavía los busco a través del cielo. Ahora dirás: amiga loca, ¿de qué les hablas, qué sentido tiene lo que dicen?, cuando estén contigo te diré: ¡Me encanta entenderlos! Porque sólo quien ama puede haber escuchado, capaz de oír y comprender las estrellas. Cuando amamos a alguien, esa persona parece estar presente en todo momento, en cada pequeño gesto que hacemos.

            Llevo vuestro corazón conmigo. Os llevo en mi corazón. Nunca estoy sin él. Dondequiera que vaya, tú vas conmigo y lo que quiera que haga solo. Lo hago por ti. No temo a mi destino. Eres mi destino, mi dulzura. No quiero el mundo por muy bonito que sea porque eres mi mundo, mi verdad por mucho que pueda vivir en él. Aquí está el gran secreto que nadie sabe. Aquí está la raíz de la raíz. El brote del brote y el cielo del cielo. De un árbol llamado vida que crece más de lo que el alma puede esperar o la mente puede ocultar, esa es la maravilla que encierra. Soy una mujer completamente enamorada, que me entrego al completo. Las estrellas a lo lejos. Llevo tu corazón conmigo. Lo llevo en mi corazón. Sólo porque fui abandonada en mi dolor y tristeza, no fue mi poesía o mi escritura lo que me dio valor, pero sigo escribiendo poesía hasta que pueda, cuando me llaman llevo la poesía junto a mí. Hoy tampoco voy a bailar.

            Las cuatro estaciones en mi puerta. Otros en abril pasarán por el huerto, por donde yo he pasado tantas veces, habrá largos atardeceres sobre el mar, otros amarán las cosas que yo amé. Será el mismo brillo, la misma fiesta, será el mismo jardín a mi puerta y el cabello dorado del bosque, como si no estuviera muerta. En estas palabras intento describir el anhelo y la angustia de alguien que ha perdido a la persona que ama. Como si el resto del mundo ya no importara, recordando cada detalle, continúo buscando, consumida por la melancolía y el deseo. Oh mar salado, cuánta de tu sal son lágrimas de Portugal. Por cruzarte, ¡cuántas madres lloraron, cuántos niños oraron en vano! ¡Cuántas novias quedaron por casarse para que fueras nuestra, oh mar! ¿Valió la pena? Todo vale la pena si el alma no es pequeña. Quien quiera ir más allá, tiene que ir más allá del dolor. Dios dio al mar el peligro y el abismo, pero en él reflejó el cielo.

            En este texto, describo con sentimiento algo tan natural y puro como una rosa que simplemente existe y encanta como su perfume, sin necesidad de ser arrogante, como una estrella de mar vive entre las olas, porque es allí donde pertenece. Me dirás que escuche las estrellas y yo, sin embargo, diré que al oírlas, muchas veces me despierto. Este sentimiento hace que todo sea mágico y, con solo existir, llena tu vida de nuevas posibilidades. Con apenas tres versos, intento describir los sentimientos de consuelo y pertenencia que surgen entre mi amor y yo. Como si comenzáramos a formar parte el uno del otro, entrelazándonos, compartiendo tiempo y hora. Cruzando contigo el desierto del mundo, enfrentando juntos el terror de la muerte. Observando la realidad, perdiendo el miedo. A tus pasos caminé, por ti dejé mi reino, mi secreto, Mi noche rápida, mi silencio. Mi perla redonda y su oriente, mi espejo, mi vida, mi imagen y abandoné los jardines del paraíso, aquí afuera, a la luz desvelada del duro día. Sin los espejos vi que estaba desnuda. Y el espacio abierto se llamó tiempo. Por eso con tus gestos me vestiste y aprendí a vivir en el viento.

            Oh, desearía poder vencer a un poeta de la generación de mi madre, pero lamentablemente seguí mi camino, como mi generación. El poema es caro pero en tiempos de mi madre se escribía gratis y la gente lo vendía en las viñas populares. Ante la dureza de la realidad y sus innumerables problemas, esta mujer se ve obligada a abandonar las ilusiones del pasado y luchar por ser feliz junto a la persona que ama. Quienes hacen el amor no sólo hacen el amor, sino que también dan cuerda al reloj del mundo.

            A través de una perspectiva romántica, el sentimiento se sitúa en el centro de la acción, como el sustento de la humanidad, lo que le da fuerza. Pero hoy lo que importa es el dinero, lo viejo los jóvenes no lo valoran. Te ofrezco este ramo de flores diseñadas en papel con mucho amor, como las cartas que escribes, solo que ahora tus fuerzas se han ido, ya es tarde para recuperar lo perdido. En la actualidad nos culpamos de todo y la sociedad en la que vivimos contribuye a la productividad exagerada y excesiva. La mayoría de las personas piensan que simplemente están durmiendo lo suficiente o tomándose tiempo para sí mismas. Cuando perdemos las ganas de hacer algo, entonces debemos prestar atención, hacer algo que nos guste, puedes salir a caminar al aire libre, leer un libro o ver una película, probar una nueva receta. Lo importante es estar rodeado de gente y cosas que tienen sentido para ti. Como el amor de tu vida. Pero lo peor es que si ya me han lastimado algunas de estas personas, la tristeza te aplasta el corazón y lloramos como tripas de sudor en verano.

            La felicidad es poder tener la posibilidad de recibir su cariño o poder enseñar lo que es el amor, dando el tuyo. Es felicidad poder despertar al día siguiente y elegir si te vas a quedar quieto o si vas a luchar por aquello en lo que crees y conseguir lo que tanto deseas. La felicidad es tener opciones. Es poder tener qué elegir. En medio de tanto ajetreo en las ciudades, el canto de un gallo te hace un poco más humano y creo que es en cada una de estas cosas que Dios se revela y la luz que observo solo se puede comparar con el brillo de tus ojos.

ANTES DE TOMAR DECISIONES…

quisiese irme, no me cojas.

No me fuerces a que me quede,

déjame ir hasta donde quiera ir.

Si un día me fuese, no pienses

 que mi alma no llora.

No pienses que no miré

por cada paso que di.

Si algún día me ves irme,

no pienses que no pensé.

 No pienses que antes

de decidirlo no lloré.

Piensa antes lo que

deberías haber hecho

cuando con respeto en mi silencio

buscaba tu atención.

No pienses que no sufrí

antes de tomar cualquier decisión.

Si un día me fuese para siempre,

experimenta el dolor de la pérdida.

Experimenta una de cada palabra

dicha sin corazón.

Recuerda las veces que callé

con las penas de mi razón.

 Recuerda las veces que

sin darte cuenta te di mi mano.

 Aún no me fui, porque aquí estoy.

Aún no sé por dónde va el camino.

Aún no sé cuál va a ser la solución

porque la vida aún sigue y voy a esperar tu perdón.

Me describiste de tantas formas,

que dejas deudas en el aire.

Hoy la vida es así, tan airosa

como los trazos de tu mirada.

 Riega las rosas de tu jardín,

mírate al espejo con cautela.

Se refleja en él un arcoíris

 con los colores marfiles

 perdidos en un color canela.

Déjate de evitar de noche

mirar al cielo, la luna

y las estrellas brillando.

Francelina Robin

Deja un comentario