JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN

POPULARIZÓ EL HABLA EXTREMEÑA DEL CAMPESINO: EL “CASTÚO”

EL EMBARGO

Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos,
no le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo…

Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s’ha muerto!

¡Embargal, embargal los avíos,
que aquí no hay dinero:
lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
ya me está sobrando,
ya me está gediendo!

Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
y esa segureja
y ese cacho e liendro…

¡Jerramientas, que no quedi una!
¿Ya pa qué las quiero?
Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
ni esa segureja
ni ese cacho e liendro…

¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
si alguno de ésos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s’ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
cuatro mesis vivo
y una nochi muerto!

¡Señol jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
porque aquí lo jinco
delanti usté mesmo!
Lleváisoslo todu,
todu, menus eso,
que esas mantas tienin
suol de su cuerpo…
¡y me güelin, me güelin a ella
ca ves que las güelo!…

     Poema escrito en el más genuino dialecto “castúo”, el habla del campesino extremeño que este poeta defendió y enalteció con sus poemas en sus famosas Extremeñas, empleando y defendiendo su lengua y la vida campesina. La pretensión del poeta por recoger el habla popular extremeña no era otra que acercar su poesía al pueblo y hablar al corazón de las gentes sencillas. De hecho, autores como Unamuno -al que le unió una gran amistad-, Menéndez Pidal, La Pardo Bazán, José María de Pereda, Joan Maragall y otros más, le animaron a escribir en este estilo clasicista, alcanzando su mayor fama y popularidad con sus versos escritos en castúo. O como él autor decía: La lingüística de las gentes de por aquí.

     El castúo es un habla especial, una variante del castellano personalísimo que, en los versos, suena con unas características especiales por su acento y vocablos diferentes, algunos quizá difíciles de entender si no se es de allí.

     A mí, personalmente, me encantan estos acentos y modismos de las diferentes regiones que hay en España y, modestamente y con la mejor voluntad, tuve la ocasión de recitar en castúo un poema en mis “novicios” comienzos. Lo cual, reconozco, fue un atrevimiento por mi parte. Aún recuerdo aquellos primeros versos: No me gimples, no me gimples, mocosita, no me gimples, Carnación, ni esparrataques los ojos cuando te hablo… Como nadie de los presentes “hablaba” el castúo, hasta me aplaudieron. ¡Qué cosas!

     Pero, volviendo a nuestro poeta, el más leído de su tiempo en España, homenajeado y llorado a su temprana muerte, él fue también uno de los primeros autores que denunció la miseria de la comarca de Las Hurdes en sus poemas La jurdana y A su Majestad el Rey, en 1904, con objeto de sensibilizar a Alfonso XIII -que aún tardaría en visitar el territorio hasta el año 1922-, porque Infama la negrura / de la siniestra figura / de hombres que hundidos están / en un sopor de incultura / con fiebre de hambre de pan…

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     Comentemos ahora, someramente, la breve biografía de este poeta salmantino-extremeño, que falleció a muy temprana edad.

       José María Gabriel y Galán, poeta que escribió su obra tanto en tanto en castellano como en el dialecto extremeño, nació en Frades de la Sierra, Salamanca, un 28 de junio de 1870. Nace en el seno de una familia acomodada propietaria de sus tierras. Sus padres fueron Narciso Gabriel y Bernarda Galán, gran aficionada a la poesía, hecho que influyó asimismo en sus cinco hijos aficionándolos asimismo a la lírica.

     José María pasa la infancia en su villa natal y a los quince años se traslada a Salamanca para cursar sus estudios de Magisterio. Termina los mismos en Madrid, con el grado de maestro superior, y una vez acabados estos, realiza un viaje a Galicia con un compañero, quedando impresionado por el paisaje gallego. Allí compone La fuente vaquera, 374 versos, y Adiós. En realidad, ya escribía poemas desde los quince años.

     Obtenido el título de maestro, es destinado a Guijuelo, 1889-1892, y más tarde a Piedrahita, Ávila, donde permanece hasta el año 1898.

     Su estado de ánimo es bajo. Él mismo se definiría como un hombre inquieto, en busca de su ideario poético, de carácter melancólico, sensible y de profundas convicciones religiosas -influencia de su madre-, que se reflejan en sus poemas, los cuales firma al principio cono El Solitario.

     En 1893 conoce a la que sería su mujer, Desideria Gascón, a quien llama cariñosamente mi vaquerilla, y contrae matrimonio en el año 1898. A partir de aquí, experimenta un cambio radical, abandona el Magisterio y se traslada a Guijo de Granadilla, Cáceres, para administrar la dehesa El Tejar, propiedad de la familia de su esposa. Allí, en plena naturaleza y la paz del campo, comienza a madurar su poesía alrededor del campo y sus gentes.

      Nace su primer hijo, Jesús, 1898, y compone El Cristu benditu, primer poema de sus famosas Extremeñas, empleando ya el habla del campesino, el castúo, y comienza a escribir en este dialecto autóctono.

     Se consagra como poeta en 1901 siendo galardonado con la Flor natural en Salamanca por su famosa composición El Ama inspirada por la muerte de su madre y en  la cual habla su padre por ellos. Por su extensión, 145 versos,  tan solo incluyo un fragmento.

EL AMA

(fragmento)

Yo aprendí en el hogar en qué se funda

la dicha más perfecta,

y para hacerla mía

quise ser como mi padre era

y busqué una mujer como mi madre

entre las hijas de mi hidalga tierra.

Y fue como mi madre, y fue mi esposa

viviente imagen de la madre muerta.

¡Un milagro de Dios, que me hizo ver

otra mujer como la santa aquella!

¡Qué buena era mi esposa

y qué feraz mi tierra!

¡Qué alegre era mi casa

y qué sana mi hacienda!…

     Su fama se acrecienta y conoce a los más consagrados poetas de su época tras ser el triunfador de los Juegos Florales de Zaragoza, Sevilla, Lugo y Buenos Aires.

     En 1902 publica sus dos primeros poemarios, Poesías y Castellanas y es invitado por el Ateneo de Madrid para dar un recital poético, que resultó un rotundo éxito. Asimismo, el pueblo de Guijo de Granadilla le concede el título de Hijo Adoptivo en 1903 y en esta ocasión compone el poema de 652 versos Solo para mi hogar. Colabora con la revista católica de ideas carlistas, como las suyas, Buena Prensa, y la Revista de Extremadura.

      Al tiempo que su carrera como poeta se iba acrecentando, Gabriel y Galán, que en el campo encontró la paz y en plena naturaleza se sentía feliz, un día 31 de diciembre de 1904, al finalizar una jornada supervisando las labores del campo, empezó a encontrarse mal. Y el 6 de enero de 1905 falleció prematuramente, con solo treinta y cinco años, probablemente a causa de una apendicitis aguda. Por expreso deseo, el poeta fue enterrado en el cementerio de Torrelodones rodeado de encinas.

     A su casa mortuoria acudieron “pobres, ricos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, ante el cadáver para orar por el descanso de su alma, al tiempo que besaban sus manos y sus pies. Los humildes y los pobres. Las mujeres llorosas y los hombres entristecidos”.

La temprana muerte de José María Gabriel y Galán fue el duelo de dos regiones: Salamanca y Extremadura.

      De él diría Unamuno: No ha pasado Galán por la tierra como callada sombra; deja cantos de consuelo para los pobres soñadores del sueño de la vida. En estos cantos nos queda el alma de su alma. Se la dio al pueblo y a su pueblo vuelve.

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SU OBRA

     El estilo literario de Gabriel y Galán es conservador, defendiendo la tradición, la familia y con una gran sensibilidad, la vida campesina. Desde 1898 su poesía se vuelca en el pueblo, la aldea y el paisaje, utilizando a menudo el dialecto extremeño, aunque también lo haría en castellano. Amante del pueblo, él mismo diría en una carta dirigida a un amigo: Sabrás que me he metido a predicador rural; hago unas coplas que yo llamo sermones, casi todas en verso, que recito y declamo los días festivos desde el balcón del Ayuntamiento. Los que me oyen lloran, ríen, se entusiasman y aprenden verdades morales, los hago más buenos, que es mi propósito…

     Su obra, pues, se centró en el ambiente rural y la naturaleza, la familia  patriarcal y la austeridad y sufrimientos del agricultor. De él, el escritor inglés Gerald Brenan diría: Fue uno de los pocos escritores de esta nación de campesinos que siente verdaderamente la vida del campo.

     De 1902 a 1906 aparecieron sus libros, conteniendo por lo general poemas muy extensos, algunos de hasta 652 versos:

     Castellanas, 1902, 17 poemas. Extremeñas, 1902, 18 poemas. Campesinas, 1904, 27 poemas. Nuevas Castellanas, 1905, 22 poemas. Y Religiosas, 1906, 25 poemas. A estos se añadirían Diez cuentos en prosa y Fragmentos en verso y en prosa. Sus obras completas saldrían en el año 2005.

     Los poemarios más representativos son las Castellanas, en las cuales narra la vida mísera de los campesinos salmantinos, resignados y sin rebeldía. Las Religiosas expresan un sentimiento religioso del pueblo en tono costumbrista.

     Los poemas que alcanzaron mayor popularidad son El ama, 145 versos. El embargo, 46 versos. Mi vaquerillo, 76 versos. Qué tendrá, 46 versos. La pedrada, 135 versos. A la mujer castellana…, todos alcanzaron una gran popularidad y difusión, siendo aún recitados.

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HOMENAJES

     El Ayuntamiento de Frades de la Sierra mantiene la casa donde nació el poeta convertida en Museo, con sus libros y recuerdos cedidos por sus familiares.

     Famoso es el Pantano de Gabriel y Galán, donde en las cercanías y en la Casa de las Conchas, se halla una placa conmemorativa de la fecha en que se acordó darle su nombre a dicho pantano.

     Por Real Orden de Alfonso XIII, 1929, se autorizó transmitir los dos apellidos del poeta a su descendencia.

     En su honor se han erigido numerosos monumentos en las localidades de Plasencia, Cáceres, Granadilla, Salamanca, etc.

     En 2020, año en que se conmemoró el 150 aniversario de su nacimiento, la editorial Drakul publicó el cómic El tío Goro y la tía Pulía, adaptación de uno de los relatos escritos en prosa por el poeta.

     Asimismo, Centros oficiales, institutos, colegios, calles, plazas, paseos, asociaciones, sellos, etc., llevan el nombre de Gabriel y Galán.

     El Ayuntamiento de Guijo de Granadilla homenajeó a su célebre vecino con el nombramiento de Hijo Adoptivo un 3 de abril de 1903.

     Numerosos escritores consagrados han escrito libros, tesis doctorales, ensayos y demás, dedicados al poeta.

     La Junta de Extremadura publicó sus Obras completas en el año 2005.

Y por último, un buen número de poetas y rapsodas aún siguen recitando sus versos, los cuales siguen vigentes y de plena actualidad.

     Estos, por nombrar algunos de los numerosos homenajes en honor del poeta salmantino que, al mismo tiempo, se identificó y amó tanto las tierras extremeñas, en especial sus campos, defendiendo a las gentes humildes.

Gabriel y Galán influiría posteriormente en sucesivos poetas extremeños.

     Dicen que mientras nos recuerden no moriremos. Y José María Gabriel y Galán, mientras sus versos sigan siendo recitados, nunca morirá.

     Yo, con vuestro permiso y benignidad, quisiera dedicarle este sencillo trabajo a mi padre (QEPD). Hombre cabal y militar de honor. Él también era extremeño y amó mucho a su tierra, sus paisajes y su campo. Y llevaba a Extremadura en el alma.

     Vuestra amiga Carmen Carrasco

2 thoughts on “JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN

  1. Desde muy niña y a mí manera recitaba los Poemas de ese admirado y querido Poeta. El AMA. Y el Psae uste seño jues..
    Gracias por ese hermoso recuerdo del Poeta Salmantino Extremeño

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