WHATSAPP, TIK TOK, LA IA … y OTRAS HIERBAS

         La tecnología ha dejado de ser una

        herramienta neutral para convertirse en un arma  

                        y el mundo se ha fracturado

         Hace poco que he conocido a Rashida, pues se ha incorporado a la tertulia de los jueves que tenemos un grupo de amigas. En la última reunión hablamos de muchos temas, pero ella tenía curiosidad por saber cómo era nuestro sistema educativo hace unos años atrás, tal vez décadas- y nuestro modo de vida en general…  estudió varias carreras en su país y ha cursado máster sobre las nuevas tecnologías, economía, etc.

 Marisa, Julie, Mari Sol, Susana…le explicamos nuestras experiencias en la escuela, en el instituto, en la universidad… más o menos así:

En los años sesenta, setenta, ochenta… los niños en la escuela estudiábamos de todo. Los maestros podían dar todas las asignaturas en todos los cursos y al final de la etapa dominábamos la geometría, las matemáticas, las ciencias, la lengua, dibujo religión, historia… y teníamos, en general, una buena base. Ah, y en aquellos años había clase los sábados, incluso en el instituto! supongo que habrá muchos que ya no se acuerden.

Después de la escuela se pasaba al instituto para estudiar el Bachillerato, y con muchas asignaturas. Si aprobabas los cuatro primeros cursos y una reválida obtenías el título de BACHILLER ELEMENTAL. Luego dos cursos más y otra reválida para el título de BACHILLER SUPERIOR, y por último, un curso preparatorio para entrar en la universidad, PREU o COU.  Hicimos hincapié en que las reválidas eran tan difíciles o más que una oposición de ahora. Entonces no aprobabas si no dominabas la gramática y la sintaxis. También había que saber conjugar bien los verbos y no hacer faltas de ortografía. Eso era sagrado.

Aquí hace poco hemos tenido algunos patinazos lingüísticos muy sonados como el de un ministro diciendo “hemos proponido una Ley…”, y nada menos que la ministra de Educación en plena rueda de prensa cometía un imperdonable error gramatical, confunde “se produjeron” con “producieron”, la ministra de Justicia hoy mismo ha dicho ”jurisdisprudencia” y la portavoz confunde “forja” con “alforjas”, otro, el señor x   “ha hablado ayer”… y así podíamos seguir. Será que los verbos son difíciles de conjugar y la gramática muy complicada. Y no sólo eso, el ministro de Cultura del Gobierno no tiene ningún título universitario.

Después llegaron reformas y más reformas en el sistema educativo para “modernizar la enseñanza”, pero lo que han hecho y siguen haciendo es rebajar el nivel cada vez más. Ya hoy se pasa de curso con varios suspensos. Tampoco hay que estudiar Filosofía ni Humanidades, y la Historia sólo a partir desde el año 1840. Lo anterior no importa. El periodista Fermín Bocos afirma rotundamente que ”suprimir las Humanidades de los planes de estudio es un suicidio cultural. La Filosofía enseña a pensar, a no ser un borrego, es necesaria para conocer la Antigüedad Clásica”.

       La historiadora y científica Dido Carrero en una entrevista dijo hace pocos días que “los profesores, filósofos y científicos de otras épocas hacían de todo, ahora vivimos en tiempos de mucha especialización. A mí me gusta hacer muchas cosas y el tiempo da para lo que da”.

    Otro tema de actualidad es el de las redes sociales, todos estamos conectados a las pantallas, son nuestros medios de comunicación imprescindibles y necesarios. De ello nos habló largo y tendido Rashida, pues trabaja en una multinacional muy importante. Subrayó el peligro que tienen cuando nos pasamos muchas horas mirando videos, Wats App, etc… como hacen nuestros jóvenes. En un estudio de la universidad de Málaga han llegado a la conclusión de que pasan más de 5 horas – como media –  pegados a la pantalla del móvil con los peligros que eso conlleva y el tiempo que le resta para sus estudios. Recuerdo las declaraciones del juez de menores de Granada, Sr. Calatayud, decir que un menor de 16 años le pidió que le pusiera de condena que le enseñaran a leer y a escribir.

    Hace pocos días se ha hecho viral en un periódico de Granada,  una carta del profesor de la Universidad de esta capital, DanielArias, catedrático del departamento de Organización de Empresastitulada: ”Querido universitario de grado: te estamos engañando”, en la que lamenta la bajada de calidad y de exigencia que existe en la educación actual, así como la falta de interés y motivación de los alumnos. También lamenta que el nivel ha ido disminuyendo para adecuarlo a los alumnos, se nota que no se hacen dictados en Educación Secundaria. Entre otras cosas dijo: “Hoy me dedico a engañar, no a enseñar, evidentemente soy más aburrido que un video de influencers  de Tik Tok, cada vez me siento como un profesor de instituto de una serie mediocre de los años 80 que como un catedrático. A menudo tengo que callarme porque el rumor generalizado se extiende por el aula y me da vergüenza mandar callar a universitarios constantemente”-  y referente a los alumnos: ”vives anestesiado por las redes sociales, si tu expresión es limitada, tu escritura lo es más, tu vocabulario es muy básico, te faltan habilidades básicas indispensables en estudios superiores, no tienes capacidad de expresión, no sabes estar, no te dignas a respetar la institución milenaria que te acoge y que se llama Universidad, no entiendes lo que eso significa y tampoco tienes ningún interés en saberlo…”

     Por otra parte, reclama/exige que se devuelva al profesorado universitario las competencias perdidas como autoridad intelectual a la hora de diseñar planes de estudio, modelos de enseñanza y currículum. El mundo cambia demasiado rápido para seguir impartiendo contenidos obsoletos. Aquí tenemos un sistema educativo que se rige por unas leyes que no paran de cambiar. Salimos a Ley y media por Legislatura, hay una confusión enorme  – la carta es muy larga y el contenido coincide con lo que viven en las aulas muchos profesores a los que he preguntado porque refleja lo que está pasando ahora en la enseñanza y no sólo en la universidad. Los fallos comienzan en los cimientos y esto se arrastra toda la vida.

      Rashida quedó muy sorprendida al conocer estos cambios tan profundos en la enseñanza en España y también en otros campos, y la influencia de las redes sociales a nivel mundial de las que ella es gran conocedora y además una persona entusiasta, alegre y positiva; muy responsable con su trabajo y se adapta a cualquier circunstancia. En otra ocasión nos hablará del metaverso, el Me Too, el lenguaje woke, la Inteligencia Artificial (IA) y algunas otras novedades interesantes.

AURORA FERNÁNDEZ  18-ENERO-2023