Sólo pueden los que creen que pueden
Podríamos comenzar diciendo que sí es cuestión de principios, no es cuestión del azar lo que ha ocurrido en la convocatoria andaluza del 19 de junio de 2022. Ojalá que la sensatez y la humildad sea una nueva forma de entender la política y la vida, con honestidad y transparencia, es decir, que los eslóganes no sean metáforas para la vida, sino que el lenguaje se asuma como algo que cuando se piensa, signifique cómo se dice. Es el antídoto ante la desafección o mentiras de la política. Pues es preocupante que los ciudadanos desconfían cada vez más de la clase política, de ahí el bajo índice de participación. Por ello, las democracias viven tiempos bastante agitados. Algunos estudiosos hablan, incluso, de “crisis existencial de la democracia”, dada su fragilidad si homogeniza una mayoría no compartida ni respetada, pero también su capacidad de resistencia puede provocar el efecto contrario de ataraxia. Así se dificulta el funcionamiento de la democracia porque hay poca participación cívica. Esa desconfianza se traduce en la extendida sensación de falta de apoyo de la ciudadanía porque la mayoría absoluta de una baja participación no deja lugar a una verdadera democracia, gobierne quien gobierne, arma de doble filo si corta de cualquier manera sin tener en cuenta que hay que gobernar por el bien general y para todos…priorizando la responsabilidad y sentido común para el bienser del que hablaría don Emilio Lledó.
Por tanto, la nueva realidad de la mayor Comunidad Autónoma gobernada por el partido popular (más del doble con una lectura de los porcentajes donde está claro que hay un trasvase de votos de los socialistas temerosos de que creciera y gobernara con Vox), viendo los precedentes que también han ocurrido en Galicia, Murcia, Madrid y León respecto al Partido en extinción de Ciudadanos. Nos llevaría a la siguiente reflexión: ¿habrá una transformación social, la derecha dominará como con un fin de ciclo y giro en una crisis que se ha superado en Andalucía? Me da qué pensar eso no es nada fácil pero tampoco imposible, todo depende de que esa alternativa no se convierta en soberbia y en cometer los mismos errores o hacer lo que han hecho otros, ya que así no se consolidará el PP si no intenta arreglar y hacer las cosas mejor.
Entonces si se habrá desmoronado el PSOE, y será su verdadera crisis hasta que no se regenere. Por eso la debacle podría amenazar y contagiar al gobierno estatal, como desgaste y crónica de una muerte anunciada. Quiero pensar que es y era necesario, y provechoso un cambio para los andaluces, pero después vendrán los ayuntamientos y su reacción, puedo afirmar sin temor a equivocarme, pues soy un analista que los idearios y la ética deben cumplirse por encima de personalismos. No hay una izquierda alternativa está claro, pierden la mitad de sus actas, en cambio me da vergüenza que para mantenerse en el poder Almuñécar se apoye en las antípodas y para eso no basta con gobernar a cualquier precio, hace falta una nueva y coherente forma de hacer política, centrarse en los verdaderos principios… ¿Entonces cómo se explica que gobierne el PP por Podemos e Izquierda Unida? Es algo vergonzoso después de desentenderse o matarse en cualquier ámbito territorial. ¿O algún día pueden cambiar las cosas y no temerse tanto los extremos pues al final es casi lo mismo, una diversidad más cínica y contradictoria de todo lo que nos rodea en la España vertebrada o invertebrada?, juzguen ustedes…
Francisco Velasco Rey