UNIDOS POR LA SANGRE

Hasta una estúpida guerra tiene sus normas. Desde las primeras guerras de las que tengo conocimiento, ambos bandos respetaban o eso creía yo, a los niños y a los hospitales salvaguardando en los bunkers obras de arte de todo tipo.

Intentaban, según los documentales de la época, no atacar monumentos. Bueno… cosa que siempre he dudado. Han trascurrido muchas décadas desde entonces. El señor de los infiernos, como así lo defino, no respeta ni el propio aire que respira, por cierto, debe de ser pestilente como el azufre.

Después de visualizar y separar la información de la desinformación. Ver una y otra vez lo mismo puedo decir que Rusia está vencida pero no derrotada, guarda la artillería pesada para el final ¡Dios No lo quiera! Cientos o miles de ciudadanos rusos están en contra de su presidente y la masacre que está llevando a cabo llegando a pagar un precio muy alto por manifestarse, soldados en alta mar negándose a luchar.

Lo peor no es eso, lo peor es o disparar a un tercero por la espalda, o le pega un tiro sin pensarlo dos veces a su propio compañero.

Esto parece una tabla de damas o matas o te mato, qué vergüenza. A los niños les lavan el cerebro con patrañas que más bien podrían decirse de la era de los nazis.

Soldados adolescentes en el frente de batalla disparando dios sabe a quién o a qué, sin saber que ellos son un blanco fácil. Atrincherados esperando una señal han permanecido los soldados rusos en camiones durante meses.

Obedientes como críos, mientras sus miembros se entumecían llegando a perderlos debido a las bajas temperaturas. Así es está miserable guerra donde un solo hombre da las órdenes mientras sus camaradas las cumplen.

Hospitales materno infantiles, escuelas, centros esenciales para la supervivencia de los ciudadanos bombardeados. Esta barbarie diseñada por una mente del siglo pasado me da que pensar que solo es el comienzo de una nueva generación o como la denominan generación “Z”.

Ahora no cuenta quien posee más millones, cuentan las vidas humanas antes de que todos los países del mundo terminemos enfrentándonos. Eso es lo que pretende este señor.

Considero que somos lo bastante inteligentes para darnos cuenta que a Putin no le importa ganar o perder solo le interesa pasar a la historia ya sea como vencedor o criminal de guerra.

Arriesgo escribiendo lo que pienso, pero estar callada es como estar viendo mi propio velorio sin poder moverme o articular palabra.

Alabo la gran labor de los ciudadanos españoles que han tenido las garras de ir a Ucrania trayendo con vida a refugiados, no me dejo a nadie fuera, defino españoles a todas las comunidades autónomas ya que en estos momentos lo más importante es ayudar dejando a un lado determinados intereses.

En este barco todos estamos abordo temiendo que un iceberg pueda partirlo.

Alabo la gran labor desinteresada de los ciudadanos que han creado cientos de asociaciones para recaudar enseres de primera necesidad sin olvidar a las grandes organizaciones humanitarias.

Cada país ayudando como puede, ya que toda ayuda es necesaria.

Mi corazón se parte en dos viendo a los refugiados esperando en las fronteras para ser atendidos. Al otro lado les esperan o bien familiares o un hilo de esperanza hasta que todo finalice.

Quiero pensar que Putin no sacará en el último momento esa artillería pesada para arrasar con todo. Saber que posee dichas armas, soldados experimentados en campo de batalla, produce terror.

Sin escrúpulos cada vez se aproxima al borde de la OTAN, generando una provocación constante, ¿acaso no se ha enterado que un paso en falso y todos nos vemos involucrados? O por decirlo de alguna forma, nos vamos al carajo.

No estoy redactando este artículo como escritora, plasmo lo que realmente sucede. Mis palabras quizás no lleguen lejos pero no callaré ante la barbarie. A todos los ciudadanos del mundo les digo que no pierdan las esperanzas. Recordad esto son cientos de palabras ordenadas.

El mensaje es más que evidente. PAZ PARA EL MUNDO SALVEMOS A UCRANIA.

Sigamos luchando por la libertad. Cada ciudadano del mundo es un eslabón muy importante para mantener la paz mundial.

María Manrique Pérez