Descontento de nuevo en los Autónomos
El pasado miércoles se publicó por fin la tan esperada Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, pero con la sorpresa de que donde “digo diego, no es diego sino digo”. Así pues la gran apuesta por regularizar el tratamiento fiscal, y mejora cacareada y prometida por PP y Ciudadanos sobre la contribución y la desgravación por gastos de suministros de luz, agua, internet, gas y teléfono de la vivienda relacionada a la actividad económica, es decir, un porcentaje ligado al espacio de trabajo de la vivienda ocupado será ahora muy inferior. En este sentido, los autónomos pasarán de desgravarse entre un 20% y un 30% de los gastos previstos afectos al lugar de trabajo, a un 6% y un 9%, según se desprende del artículo 11 de la citada Ley.
Por tanto no es para menos que los pequeños autónomos se sientan decepcionados y critiquen que no se haya cumplido el compromiso político electoral existente; pero lo más triste es que a partir de ahora o mejor dicho, después de las elecciones autonómicas catalanas, vendrán más incumplimientos que justificarán lamentablemente los despilfarros y gastos ocasionados con los tejemanejes del proceso independentista catalán. Asimismo a finales de 2016 Ciudadanos presentó en el Congreso de los Diputados la nueva ley de autónomos, con el apoyo de los diputados del PP. La reforma legal formaba parte del pacto de investidura entre PP y Ciudadanos, y en particular pretendía clarificar la deducibilidad de los gastos de los autónomos en el ejercicio de su actividad, pues el tratamiento fiscal de este gasto no estaba correctamente regulado. Aunque era importante la regulación y seguridad jurídica, el caso es que se empeora la situación de los autónomos, posiblemente por la necesidad de cuadrar la ley con los presupuestos.
Francisco Velasco Rey