Tique
Un poema que invoca a Tique, diosa de la fortuna, para hallar luz en medio del dolor y descubrir la esperanza que se oculta tras la oscuridad.

Los infortunios te devastan
y las malas rachas te ciegan.
Vagas esclavo de tus sombras
en un mundo de incesante pelea.
Sin atisbo alguno de luz,
deambulando vano y a rastras,
con la respiración entrecortada
y heridas sin cicatrizar que sangran.
El ruido mental ensordece,
enredando los pensamientos.
La piel se desgarra en su grito
y el alma se ahoga en su lamento.
El caos parece reinante.
La senda imposible y pedregosa.
Ruegas a Tique que agarre el timón
para que la suerte te escoja.
Le suplicas que gire tu destino
y de la desdicha te libre.
La veneras invocando su compasión,
implorándole que te guíe.
Mas siempre te guardó bajo sus alas,
portando su cornucopia llena.,
atesorando toda la fortuna
que no ves cuando el dolor te hace mella.
Quítate la venda, abre los ojos
y mira lo que Tique te regala
porque entre tanta oscuridad
también ofrece luminarias.

