Siesta de “sillón” – A TODA COSTA
¡El porqué de dormir la siesta!
Muchos extranjeros piensan que los españoles dormimos la siesta todos los días del año.
Bueno, esto no es cierto. La verdad es que la mayoría de los españoles dormimos la siesta solamente en verano, en los meses de más calor.
Eso es algo que pueden entender solamente aquellos que han estado en España en plena canícula, con especial acento en el LEVANTE y SUR peninsular, en ciudades como Córdoba, Sevilla, Granada o Murcia, por citar algunas, probablemente la temperatura a las cuatro de la tarde puede ser de 40 o 45 grados.
Analicemos: ¿Qué se puede hacer en la calle a las tres o las cuatro de la tarde con esos grados de calor?
¡No puedes hacer nada! Lo mejor es quedarse en casa, no salir. Comer algo ligero, encender el ventilador o el aire acondicionado (a pesar del precio tan elevado de la electricidad en este 2021), que no es baladí y esperar a que sean las siete de la tarde.
Hay que pensar también que, en verano, en España, es muy difícil conciliar el sueño por las noches. Hace mucho calor y te las puedes pasar dando vueltas en la cama, hasta las 5 o las 6 de la madrugada. Y a las ocho te despiertas para ir a trabajar. Por eso es normal reposar durante el día: Para compensar un poco las horas que no descansas durante la noche.
Cada persona duerme la siesta de un modo diferente. Algunas personas, pocas, se acuestan, van a la cama y reposan una hora larga o incluso más.
Pero eso no es lo habitual ni conveniente, tampoco práctica mayoritaria. Los más simplemente se quedan adormecidos unos 20 o 30 minutos en el sofá, delante de la televisión, el repicar monocorde de cualquier programa en esas horas, induce a la somnolencia.
Por otro lado, los extranjeros que llevan “cuatro días” en nuestro país, rápidamente adoptan esta saludable costumbre sin hacerle mucho “asco ni esfuerzo”.
Queridos amigos, en esta hora del duermevela, tras una opípara comida, en que estoy escribiendo este artículo, bajo la persiana de mi balcón y os dejo, porque tengo algo de modorra estival.
Creo que voy a dormir un poco. ¡Hasta lueguito!
Francisco Ponce Carrasco
