Preguntas sobre salud y abordaje
Toñy Castillo
Atender las necesidades afectivas/emocionales desde nuestras parcelas como docentes y personal de salud, es una de las claves del éxito en el bienestar de la población que atendemos.
Los menores y jóvenes son seres, de por sí, abiertos y sensibles a lo que ocurre en su medio, acentuado, si sufren adversidades en salud.
Las preguntas sobre sus realidades se las hacen siempre, que las formule a su entorno o se las callen para sí, depende de cada caso, del miedo que tenga a hacer explícito algo de lo que nadie habla, de la oportunidad, las circunstancias, los vínculos emocionales, en el caso de las enfermedades crónicas o terminales, además, hay un aspecto esencial, la enfermedad implica siempre la vivencia de un duelo: Por lo que pudo haber sido y nunca fue, por lo que era y ya no es y por lo que querría ser y nunca será. El afrontamiento del duelo, es un factor clave en el desarrollo de su patología, y para ello, se necesita poder expresarlo, hablar de ello… compartir.
Todo lo que se le oculte pasará factura, tanto más, si lo descubre por otros medios que no sean las personas en quienes confía, “las personas del vínculo”.
No se puede tratar la enfermedad como algo que le ocurre al cuerpo. La persona sufre también por la vivencia de amenaza que le causa su desamparo, su soledad y su dolor Cassell
Si tienen indicio alguno de que viven en una mentira, o al menos, en un secreto a voces, dicha certeza puede dañar los vínculos ya establecidos y dificultar enormemente los que pudieran establecer posteriormente.
En muchas ocasiones, se asumen ante los menores una posición de protección, intentando eludir todo el sufrimiento posible. El problema, surge cuando este sufrimiento es una evidencia que no podemos evitar y necesitamos su implicación para intervenir sobre las causas, su condición y necesidades.
Para ello sería conveniente:
Adaptar el modo de comunicar la información a su estadio evolutivo y esto, no tiene por qué significar dar menos información, sino darla del modo adecuado. -La información en sí misma no hace daño, sino el modo e implicaciones que ésta tiene-.
Proteger no debe significar mantenerles al margen.. ya que en ese caso desprotegemos.
Hemos de incorporar de forma activa y consciente algunas pautas de trabajo específicas en las que los vínculos emocionales, -base del desarrollo del menor-, se construyan sobre pilares de una confianza mutua.
Los profesionales de la salud, e instituciones, tenemos el compromiso de incorporar herramientas que favorezca el equilibrio emocional y la promoción de actitudes saludables facilitando estrategias que ayuden a situaciones adversas en procesos vitales.