PÁJAROS DEL OTOÑO
Alguna vez
te declara el sol la guerra,
y te acribillan los pájaros
a balazos de impaciencia.
Caminas, bajo el día,
como si fueses otro,
y esperas otra luna
y otra calma…
Llenas las copas de noche
hasta el borde,
y las bebes,
y levantas en ellas
las ausencias.
Al final vuelve a perderse
entre noctámbulos tu nombre.
Y regresas a casa
aturdido,
cansado y sordo,
con el día cumplido
y la vida vencida,
y prefieres cerrar los ojos
o dormir de un tirón
otros cuarenta años
mientras silban alrededor,
como una necia bandera,
los pájaros del otoño.