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MIRADA AL PASADO Desde el País de los cataros

Castillo de Foix (siglo XII)

Cuando la primavera duda en tomar asiento; con las últimas nieves cubriendo la cordillera pirenaica, en sus estribaciones se pueden contemplar sus montes, cumbres capitaneadas por los castillos cataros, que nos traen a la memoria aquellos monjes rebeldes, contra la línea oficial auténticos herejes según él papado, mientras que para la mayoría de los historiadores actuales, fueron unos simples puristas, cuyo empeño fue el intentar acercar el dogma al pueblo.

Cuando recorremos esta parte de la Occitania francesa; percibimos un culto al recuerdo cagado de admiración, por aquellos irreductibles, que prefirieron morir acordes a sus ideas, antes que claudicar. Con frecuencia visito esta zona, a la que me unen lazos familiares, siendo la primera visión cada mañana, esa cumbre que se levanta majestuosa, la cual guarda uno de esos castillos enriscados en un lugar casi inaccesible, con esta bucólica escena no resulta fácil abstraerse, a la historia  de todo aquel movimiento de rebeldía. 

En opinión de varios historiadores católicos; el rigor de las políticas papales, no se debían a perjuicios dogmaticos, sino al peligro de una revolución social, capaz de poner en peligro el orden establecido, a costa de poner en contradicción sus propios preceptos de “no matarás”.

El origen del movimiento cátaro; no descansa en ningún tipo de herejía, sucede en el momento que la iglesia adopta el latín como lengua oficial de la iglesia, una lengua destinada a los clérigos, haciéndola  incompresible para el pueblo llano, de esta forma los escritos “sagrados” solo quedaban en manos de los doctos en latín. Mientras que la propuesta catara era que cada pueblo tuviese acceso a dichos textos en su lengua materna, en este caso el occitano, una idea que rápidamente calo en los burgos, esto fue visto en las altas instancias eclesiásticas como un verdadero peligro.

Castillo de Quéribus

Antecedentes:

Algunos de nuestros lectores recordaran, como el tema cátaro fue tratado hace ya algún tiempo en nuestra sección MIRADA AL PASADO, sin embargo hoy quiero centrarme en “la Ruta Catara”, un recorrido turístico-cultural, que despierta interés y admiración, entre todos aquellos que intentan conocer esta página de la historia.

La derrota del movimiento cátaro; para muchos sucedió en territorio Occitano-francés, sin embargo los reinos medievales como Aragón y Navarra, también tuvieron su protagonismo, donde intentaron hallar refugio en su huida del país vecino; sin embargo estos reyes dejaron la actuación política en manos de la inquisición, impidiendo cualquier intento de otorgar asilo a estos monjes que pasados los siglos, la propia iglesia les termino dando la razón, hoy es impensable el desarrollo del culto en latín, sobre todo a nivel del pueblo, ya que en espacios de las altas jerarquías, se continua con esta práctica, pero resulta al menos extraño que gentes que no conocen la lengua, participen en ritos incompresibles.

En las actuaciones de la iglesia; vemos como la prudencia siempre brillo por su ausencia, algunos temas como el de Galileo, necesito de siglos para que en voz baja, la propia iglesia reconociese su error, pero en otros casos como son los propios juicios realizados por el Santo Oficio, no los haya declarado nulos, por lo menos para devolver la buena memoria de aquellas gentes, que aun hoy para  la sociedad, continúan pasando por herejes, brujas y otras cuestiones que un día los teólogos decidieron plantear.

A pesar de los reiterados intentos negacionistas; la única solución para no repetir errores, es el conocimiento histórico, al contrario de lo que propugnan desde diferentes ámbitos, la verdadera reconciliación se produce cuando existe la voluntad de llevarla a cabo, mientras que continuar con la ocultación y la desmemoria, lo único que logra es alargar para unos el sufrimiento y para otros continuar con el arte de la ocultación. La historia como herramienta científica; está demostrado que puede ser vehículo de convivencia, además de conocimiento para conocer de dónde venimos y lo que somos.

Fortaleza de Mirabat

La ruta de los cátaros:

A lo largo del siglo XII, la iglesia de los puros como se hacían llamar en un principio los cátaros, se extendió desde el norte de Francia hacia el sur, estableciéndose principalmente en la comarca del Languedoc, el motivo de tan rápida aceptación por el pueblo, se debió a los abusos de la iglesia católica, la acumulación de riqueza y la prohibición de la lengua romance, produjo un alejamiento de los fieles, a todo esto se sumo los excesivos impuestos (diezmos y primicias), incluso con los pagos por recibir los sacramentos.

Según varios investigadores; se cree  que este movimiento, tuvo un origen oriental, siendo Bulgaria y Bosnia sus puntos de partida, alcanzando el norte de Italia y de aquí paso a Francia y la Occitania en el siglo XI. En el año 1167 Nicotas obispo búlgaro procedente de Constantinopla, presidio el primer concilio de los obispos cátaros en Saint Félix de Caraman, próximo a Toulouse, con el fin de organizar las comunidades cátaras del Languedoc, constituyéndose en comunidad con iglesia propia.

En el año 1206 la iglesia católica inicio la guerra contra los cátaros; sin embargo 19 años más tarde en el año 1225, la iglesia cátara permanecía tan organizada como en el momento de su fundación. El Languedoc contaba con cuatro diócesis: Toulouse, Albi, Carcassonne y Agnes, en este mismo año se creó la diócesis de Razés.

Durante la persecución entre los años 1220-1221, murieron quemados en la hoguera, más de seiscientos cátaros, pero lejos de frenar la expansión, el movimiento siguió creciendo, decían que de las cenizas surgían nuevos cátaros. La inquisición a la vista de la dificultad para acabar con los cátaros, comenzó una persecución policiaca, sembrando el terror, lo que obligo a los cátaros a pasar a la clandestinidad, con formulas imaginativas como la creación de talleres de ropa, que en la práctica eran seminarios de formación religiosa.

Entre los obispos más relevantes; estaba Siscard de Figueiras que en el año 1220, dirigía las comunidades de Fanjeaux, Laurac, Castelnarandy, Montsegur, Mirepoix y Toulouse. En 1207 se enfrento abiertamente a Santo Domingo de Guzmán y los legados pontificios. Siscard fue el que personalmente se dirigió a Raimos de Pereille, pidiéndole que pusiera a disposición de los fieles, su castillo de Montsegur, para proteger a las comunidades cátaras perseguidas. En el año 1226 Pierre Isaru obispo de Carcassonne fue quemado vivo en Caunes,  junto al diácono Gerard.

La ruta Cátara

Las practicas de consideración herética:

Los cátaros se mostraban orgullosos de fomentar las creencias en Cristo y el Evangelio, explicándolo en lengua occitana, de normal utilización por la población, Por el contrario la iglesia católica, prohibía la traducción de la biblia a las lenguas vulgares, a pesar de que el latín en aquel tiempo era ignorado por los mismos sacerdotes.

Resulta curioso cómo a pesar de predicar la pobreza; sin embargo su mensaje calo entre los señores feudales, poniendo a disposición de la iglesia catara, todos sus castillos, así como la acogida que tenía su predicamento en los burgos.

En el Languedoc las damas estaban más educadas que sus maridos; el cátarismo predicaba la igualdad entre hombres y mujeres, frente al catolicismo que se mostraba abiertamente antifeminista. Las perfectas eran consideradas como las autenticas madres, en sus respectivas comunidades, ejerciendo el apostolado sobre los creyentes, teniendo como cometido principal, la educación de los jóvenes y el cuidado de los enfermos.

Obligación de practicar la verdad; esta era una condición de obligado cumplimiento entre los cátaros, es importante la declaración del inquisidor Bernard Gui dejó escrito “cuando los cataros eran descubiertos, contaban toda la verdad, no pudiendo ocultar toda la verdad, no pudiendo ocultar sus errores, defendiéndose abiertamente, frente a los inquisidores”. El no matarás; la prohibición  de matar era llevada al último extremo, incluyendo a los animales, argumentando que todo ser vivo tiene derecho a la vida para la que fue creado. El trabajo como regla; los cataros seguían el consejo de San Pablo, “Trabajad con vuestras manos, como os hemos ordenado, si alguien no quiere trabajar que no coma”, a diferencia de otras comunidades católicas, que solo vivian de las limosnas.

Castillo de Puilarens

 Los castillos más importantes:

Esta es una de las rutas francesas de mayor demanda turística; conocida como la de “El País de los Cátaros”, con unos paisajes donde la naturaleza, toma un protagonismo principal, y con una cadena de montañas todas ellas coronadas, por inexpugnables castillos, con una gastronomía que para los españoles, hace que nos sintamos como en casa, todo ello regado con unos vinos de elaboración natural, que en estos momentos, compiten con los mejores caldos franceses.

Si hablamos de los cátaros; no podemos dejar de mencionar su rico patrimonio defensivo, como es el catalogo de castillos que junto al de abadías, es una joya dentro del panorama cristiano. El recorrido lo iniciamos en el norte; para continuar al encuentro de la cadena pirenaica ya en la frontera con el antiguo reino de Aragón. El primer castillo a visitar es el de Lastours; muy cerca de este nos encontramos con el de Sanssac, de aquí nos dirigimos a la ciudad de Carcassonne, es un lugar que no se debería dejar de conocer, su castillo así como el conjunto de su ciudadela amurallada, es la mejor representación de lo que fue la vida en un burgo medieval. (En un próximo número prometo hacer un monográfico, sobre Carcassonne, espero que el próximo mes de septiembre, cuando haya bajado la presión turística, llevare a cabo una visita que me permitirá compartir con agentes de la cultura y autoridades, toda la belleza de este lugar y poder hacerles participes, a todos los lectores de “Granada Costa). Continuando con la ruta trazada; nos encontramos con los castillos de Arques y a su izquierda el de Termes, ciudad de origen romano, situada en la ruta de Andorra y que debe su nombre a sus aguas termales, es muy llamativa la gran plaza de este pueblo, es una gran piscina, rodeada de escalinatas, que permite al visitante descender y entrar en contacto con unas aguas termales, entre veinticinco y treinta grados, en invierno rodeado de nieve, entrar en contacto con estas aguas, supone todo un regalo. Muy cerca de Termes; nos  encontramos con el castillo de Villarouge-Termes, lo que denuncia la gran importancia que tuvo esta comarca en la vida cátara. Continuando la ruta en dirección a los Pirineos, tenemos entre otros los castillos de Aguilar, más abajo el de Peyrepertuse, muy próximo a este el de  Queribus, y el de Puilaurens otro de los que tuvieron gran protagonismo.

El castillo de Montségur; este lugar merece una detenida visita, se trata de un escenario emblemático dentro de la defensa cátara, fue en este lugar donde esta corriente cristiana, sufrió la mayor de las derrotas, poniendo en su contra lo que hasta entonces, había supuesto una clara ventaja frente a las fuerzas papales, tras este otros castillos tuvieron un gran protagonismo para los cataros, en su huida hacia el reino de Aragón, estos castillos son el de Lordat y el de Usson, sin embargo uno de los menos conocidos y quizá el que mayor protagonismo tuvo en el paso transpirenaico, fue el castillo de Mirabat, en la cumbre del monte del mismo nombre, situado a unos quince kilómetros de la frontera con España, perteneciendo a la comuna de Seix, la cumbre puntiaguda de este monte, es la imagen que veo todos los días desde mi ventana, este castillo de origen Sarraceno, fue muy importante en la causa cátara, hoy se encuentra en completo abandono, sus paredes arropadas por un manto de hiedra, que recuerda el abrazo de la madre protectora, que se niega a perder al hijo que agoniza.

Como hemos podido ver; el catalogo de castillos es muy generoso, pero no es de menor importancia el de abadías, algunas de ellas convertidas en museos, que conservan la memoria de aquellos “cristianos puros”, como se hacían llamar entre ellos. La ruta es amplia y muy rica en todos los sentidos; con una arquitectura propia, y muestras de arte tanto pictórico como escultórico. Desde el norte en la ciudad de Mazamet, donde su impresionante museo, nos informa con veracidad, sobre lo que fue el movimiento cátaro, hasta las estribaciones pirenaicas en Perpignan, a un paso de la frontera española, es un recorrido muy enriquecedor, para todo aquel que quiera disfrutar de un pasado histórico, encontrará un paisaje de gran valor natural, pudiendo disfrutar de su gastronomía, sin olvidar sus gentes hospitalarias y con una lengua romance, que encierra gran número de voces, con semejanza castellana…

José María Escribano Muñoz

I CERTAMEN DE ARTÍCULOS Y POESÍA PERIÓDICO DIGITAL GRANADA COSTA

Cada tres meses se entregarán dos premios: uno concedido en la vertiente de textos y otro para los poemas

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