Libro Recomendado “Segundo Certamen Poesía Mística Granada Costa” de Rafael Camacho García
Podrá leer el libro entero a través de este enlace “Segundo Certamen Poesía Mística Granada Costa”
PRÓLOGO
RAFAEL CAMACHO nos ofrece este nuevo poemario, como consecuencia de ser ganador del II Certamen de Poesía Mística 2018, convocado por el Club Cultural Granada Costa, con un poema titulado: YO HABLÉ CON EL CRISTO; una Elegía impresionante, cargada de fervor y pasión. Todos estos poemas están escritos y dedicados al Santísimo Cristo de ALCORA, (Castellón), que es el Patrón del Pueblo, imagen por la que sienten los alcorinos un intenso fervor.
Alcora (Castellón), es el pueblo natal de la esposa del poeta. Un pueblo industrialmente rico, en todos los aspectos, pero en especial dedicado a la fabricación de cerámica; Azulejos para la construcción, cerámicas artísticas y alfarería. Esta amplia actividad es el medio de vida alcorino, y que les aporta destacada economía, hasta el punto que será el único pueblo de España donde no existe el paro.
A la par de su ambiente fabri, los habitantes de Alcora respetan y protegen el tesoro de sus tradiciones ancestrales, principalmente las religiosas. Por ello celebran con impresionante relieve las Procesiones de Semana Santa, y la especial del Santísimo Cristo del Calvario, en sus Fiestas Patronales. Han creado una Cofradía de “Peregrinos de las Ermitas; un Colectivo en defensa de la “Albada” alcorina, con su Denominación de Origen Local. (La Albada es una composición poética-mística, dedicada a la Santísima Virgen, en alabanzas, y al Niño Jesús, que se canta la noche de Navidad, después de la misa del Gallo, con reglas métricas especiales. La Rondalla y un Coro de cantaores la interpreta en el Altar Mayor de la Iglesia Parroquial). Esta composición poética es objeto de la convocatoria de un Certamen que publica el Colectivo, en colaboración con el Ayuntamiento. El ganador de la obra es nombrado por el Ayuntamiento “Albader de Honor”, obsequiándole con dos hermosos cuadros de cerámica artística.
También se celebran en el pueblo otros actos tradicionales, que trascienden más allá de sus fronteras, como son: La Fiesta del Rollo o de los Infantes; la Machada de San Antonio; una Agrupación de Tambores y Bombos; la afición de los “bous” del carré (toros por la calle). Sería prolija la explicación detallada de cada una de estas costumbres y tradiciones. Pero de todas la más sobresaliente es la Procesión del Santísimo Cristo del Calvario; es algo inenarrable que conmueve y apasiona, que ha fomentado una devoción muy arraigada y ferviente. Este acto se realiza en las Fiestas Patronales, por ser el Patrón. El lugar donde se custodia es la Ermita del Calvario, que está fuera del pueblo.
El autor de los poemas, es una persona muy vinculada al pueblo por razón de familia y confraternidad con sus gentes, además de sentir admiración por los muchos valores que encierran el pueblo y sus gentes.
Rafael Camacho es un personaje muy querido de Alcora, por lo que ha sido distinguido por el Ayuntamiento nombrándole Mantenedor de las Fiestas Patronales; pregonero de su Semana Santa, y como ganador de tres Certámenes de la “Albada”, es nombrado “Albader de Honor” por la Corporación. Ha sido el ganador del concurso denominado “Mancerina Poética”, con un poema dedicado a la Reina de las Fiestas Patronales. Ha intervenido en múltiples recitales y Actos Culturales. Todo ello ha sido motivo de despertar en él la admiración a sus tradiciones.
RAFAEL CAMACHO, hombre recto y culto, equilibrado en emociones y creencias religiosas, Él nos cuenta que la primera vez que asistió a la Procesión del Santísimo Cristo, ejerció en él una impresión excepcional, de profundo sentimiento espiritual. Desde esa fecha no dejó de asistir al Solemne acto religioso y multitudinario de la Procesión.
Todo este conjunto de actos, hechos y motivos vividos, han ido impregnando en el espíritu de RAFAEL CAMACHO la efervescencia de su ánimo para llegar a escribir esta numerosa colección de poemas emotivos y fervorosos, que componen este libro, fruto de un gran trabajo intelectual y emotivo.
Y nada más, léanlo relajados, y piensen que la fe es un don divino que nos lleva a reflexionar sobre el bien y el mal; y en esa reflexión aparecen las briosas tempestades humanas, que nos envilecen y destruyen.
La Fe en lo religioso nos aquieta las tentaciones desviadas. Porque la fe mueve montañas, según reza un adagio o frase popular, muy divulgada. Es por tanto el específico que aportará salud al espíritu y fortaleza al ánimo. Que así sea.
LUCÍA CAMACHO BACHERO
Ingeniero Técnico Industrial de Diseño
y Técnico Superior Cerámico.
