LETEO, poema de Inmaculada González Mancera
LETEO
En cada arruga de mi piel,
agazapado, se esconde el olvido.
Aguarda, despiadado, el momento
para arrancarme lo vivido.
Comienza su aparición enredándome
y usurpando la noción del tiempo;
desorienta mis días y mis horas.
Me condena en su aturdimiento.
En una metamorfosis atroz
rejuvenecerá mi senescencia
y en una miscelánea de recuerdos
me poseerá el niño y su inconsciencia.
Mi mundo, mi ser y mis seres
serán para siempre abatidos.
Mi identidad se difuminará
convirtiéndome en un desconocido.
La soledad me dará su consuelo
mientras se borran mis sentidos.
Cual ente inanimado moraré
petrificado por un miedo enardecido.
Reo en esta cruenta maldición.
Me aterra su inminente apogeo;
pues sé que al atravesar el umbral
me ahogaré en las aguas de Leteo.
Inmaculada González Mancera