Lavarse las manos – A TODA COSTA

Entre la higiene y la hipocresía
Desde la infancia, uno aprende que lavarse las manos es sinónimo de buena educación y salud. “Antes de comer, después de ir al baño, después de tocar al perro”, decían nuestras abuelas.
La ciencia respalda su sabiduría popular: lavarse las manos elimina gérmenes, bacterias y la tentación de meterse el dedo en la nariz con efectos pegajoso.
El problema es que, con el tiempo, lavarse las manos ha pasado de ser un acto higiénico a una metáfora nacional.
Y no es una metáfora cualquiera: tiene pedigrí bíblico. Pilato, ese gobernador romano con nombre de gimnasio moderno, se lavó las manos antes de mandar a Jesús a la cruz.
Lo que traducido al siglo XXI sería: “Yo no decidí nada, esto vino desde más arriba. O desde Bruselas.”

Hoy, esa misma frase se ha convertido en un deporte de élite entre políticos, ejecutivos y tertulianos de domingo por la noche. “Yo no sabía nada”, “no me consta”, “lo que digan los tribunales”, “mi conciencia está tranquila”… Todas ellas versiones pulidas del viejo y eficaz “me lavo las manos”.
En la vida cotidiana también abunda el lavado de manos selectivo: el jefe que te endosa un marrón con una sonrisa zen, el amigo que se olvida de que te debía dinero desde 2021, o ese organismo que predice el resultado electoral con un 100% de errores pero nunca se responsabiliza. Todos ellos, expertos en la higiene de manos… metafóricas.
Y como el humor es también una forma de desinfección del alma, aquí van algunas sugerencias para alegrar este gesto cotidiano:
- Lavarse las manos cantando el estribillo de alguna canción irónica. Por ejemplo, “Libre” de Nino Bravo, mientras se elimina el rastro de haber votado a cierto candidato.
- O regalar botellas de (gel espumoso con aromas de verdad) y con la foto de algún político especialmente hábil en eso de pasar la pelota.
Así que la próxima vez que lo hagas, piensa bien si estás eliminando microbios… o culpas. Y si es lo segundo, al menos que el jabón huela a propósito de enmienda.
Francisco Ponce Carrasco