LA ROSA MARCHITA

Yacía en la arena de la playa
una rosa ya marchita,
quizás llegó allí arrastrada
por las olas que arriban a la orilla.
El mar enamorado
mece tan linda flor
que va perdiendo sus pétalos blancos
quemados por los rayos del sol.
Cae la tarde sobre la ribera,
la flor yace muerta,
cubierta de blanca espuma,
la cual será su tumba.
¿Cual habrá sido su pecado?
alejada del jardín donde naciera
para morir entre los pardos granos
de la fina arena.
Se esconde el sol en la montaña,
va entrando la noche negra,
el cielo se cubre de estrellas,
la rosa aun yace sobre la playa.
En la lejanía se escucha un eco
en la oscuridad de la noche,
viene arrastrado por el viento.
Se marca una silueta de mujer allá en el horizonte,
pasea por la marina
y apretada contra su pecho
lleva la rosa marchita,
teñida de rojo
donde ha depositado un beso,
la luna ilumina su rostro.
Mirada de ternura,
sus pies hundidos en el agua,
tapados por la blanca espuma
que envolvió tan linda flor
con raíces en su corazón.

Eres formudable