LA LECTURA, NUESTRA MEJOR ALIADA

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“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.

Jorge Luis Borges

Si usted está leyendo estas líneas, puede considerarse afortunado o afortunada, pues tiene en sus ojos y cerebro la segunda mejor herramienta de la que jamás ha dispuesto el ser humano, la lectura, siendo esta extensión incontestable de la que ocupa la primera posición: la comunicación. Desde luego, hay lecturas más o menos interesantes, al igual que lectores más o menos interesados, hay momentos en los que apetece leer y otros en los que no, hay quien lee tratados elementales de metafísica alegórica desde su tablet o teléfono cuando viajaba en el tranvía porque no tiene otro momento. Y hay quienes en ese mismo tiempo leen revistas del corazón u otros sucedáneos.

La lectura nos hace libres, y desde la libertad accedemos a la información, a la que nos interesa, por supuesto. A través de las letras expandimos nuestros conocimientos acerca de una materia, o como mínimo conocemos la opinión de alguien sobre la misma, quizás por eso decía Miguel de Unamuno que “Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”. Quizás, la lectura y el enseñar a leer también conllevan una cierta responsabilidad, debemos ser críticos, analíticos, saber cuándo alguien simplemente se quiere llevar nuestro valioso tiempo, es nuestra obligación contrastar la información… O no, quizás con pasar un buen rato nos baste y tan contentos.

La cuestión es, que tanto si queremos hacer una cosa como la otra necesitamos los libros, fuentes inabarcables e inagotables de conocimiento y diversión. El único combustible que nuestro cuerpo digiere y llega a procesar totalmente, pues el pequeño esfuerzo (es una lástima, pero hoy en día la comunicación fast food que nos llega por otras vías es más fácil de consumir), se ve recompensado infinitesimalmente cuando al fin comprendemos, o imaginamos comprender la idea. Hablo de algo fabuloso, de usar la mente, nada menos, de poner a trabajar “el coco”, de no dejar que se aletargue y se ponga fofo y triste. Podemos ponerlo en la cinta de correr con clásicos del terror, que dé brincos con novelas de aventuras, que haga pesas con ensayo y divulgación científica, etc. Si el cuerpo lo necesita, es indudable que el cerebro también.

Bien, después de darle la chapa a hombres y mujeres que sin duda tienen la lectura y la escritura como afición y entretenimiento, lo que me resta es quitarme el sombrero precisamente ante ustedes, que llevan en su corazón a cientos de personajes, en la cabeza toneladas de información y en las tripas esas mariposas tan especiales que habilitan para escribir poesía. ¿Y qué queda ahora? Pues muy fácil, seguir creciendo como lectores, que es a la vez crecer como personas, algo parecido decía Nicolás de Avellaneda, quien pensaba mejor de aquellos con el hábito de la lectura.

Una gran forma de seguir creciendo es aprovechar las numerosas Ferias del Libro que se instauran en nuestras ciudades cada cierto tiempo. Cierto es que también han sufrido los percances de la pandemia, que el año pasado no se celebraron tantos eventos como les hubiera gustado, pero este año vuelven con fuerza inusitada. Se notan las ganas de la gente por salir, conocer a los autores, dar paseos rodeados de libros y al final del día volver a casa con la seguridad de que lo adquirido vale la pena.

En Granada, la Feria del Libro del año 2021 se celebrará desde el 1 hasta el 10 de octubre en Carrera de la Virgen, como viene siendo habitual. Allí encontraremos casetas con diversas temáticas e incluso habrá charlas, conferencias y concursos. El motivo de este año será la ecología, el medio ambiente y la sostenibilidad, y también homenajearán a Lorca con un concurso para raperos y freestylers. Demuestran así la posibilidad de trascender de la literatura, influyendo incluso a variantes de la música más modernas y atrevidas.

Animamos a todo el mundo a pasarse por las Ferias del Libro que tienen a su alrededor. No hay nada más enriquecedor que abrir la mente a nuevas posibilidades. Pues como dijo Rubén Darío, “El libro es fuerza, es valor, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”.

Carlos Álvaro Segura Venegas

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