Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras nº 517

Siguiendo nuestra línea de Editorial y hablando todos los meses de alguien importante de nuestro Proyecto, hoy toca hablar de una mujer que desde la constitución del mismo ha formado parte de él. Si bien, no en primera línea, sí ha estado en una segunda apoyando culturalmente y económicamente las funciones del desarrollo del Proyecto desde sus comienzos a finales de los 90’.

María Olveira García, de padres cubanos, pero abuelos castellanos, nace en España un 8 de diciembre de 1916 y deja de estar con nosotros el 28 de diciembre de 2021. Al referirme a que deja de estar con nosotros personalmente, quiero decir que, aunque se ha ido al otro mundo a descansar, según la fe cristiana, nos ha dejado un legado muy importante, el cual he tenido tiempo de ir repasando y he llegado a comprender que hay un potencial de cultura detrás de esta gran persona.

Los padres de María se instalan en la ribera del río Tajo porque en Cuba, al dejar de ser una provincia española y pasar a manos de los americanos, ya no les era atractivo vivir allí. Venden sus pertenencias, incluidos varios inmuebles y plantaciones, sobre todo de cañas de azúcar. Para poder viajar con ese gran montante, lo transformaron en pequeños lingotes de oro y piedras preciosas, que posteriormente utilizarían en España para intercambiarlas por el dinero de aquella época. De esta forma, adquirieron una gran mansión convertida en un molino, posada y granero. Estamos hablando de la época del reinado de Alfonso XIII y teniendo como presidente del Gobierno al Conde de Romanones.

En esa posada y ese molino, no solamente se desarrollan los primeros años de María, sino que estaría allí instalada hasta el 1951, cuando se traslada al barrio de Lavapiés, donde fundó el hostal La Habana, otra gran pensión inmensa con comedores de gran importancia en aquellos años de la posguerra. Allí estuvo hasta el año 1977, cuando siendo una mujer de cierta edad decide vender todas sus propiedades en Madrid y trasladarse a Mallorca. Por aquel tiempo, Mallorca empezaba a ser la élite, no solamente de los españoles, sino también de grandes artistas de Hollywood.

Por lo tanto, María, en su primera etapa de vida, tiene unos grandes conocimientos de todo lo que ocurre en España, gracias en primer lugar al molino y luego a su posada. Pues por allí pasaban grandes personalidades de aquella época y se llevan a cabo conversaciones sobre la situación del país.

María ejerce su voto por primera vez en 1933, y después de un largo periodo, lo volvió a hacer en 1978. Ella conoció la ley del divorcio, la vio derogarse y volver a instaurare con el Gobierno de Felipe González en los años 80.

En el molino, posada y taberna, se debatían la cantidad de gobiernos que tuvo el reinado de Alfonso XIII hasta la dictadura de Primo de Rivera y los últimos gobiernos de Alfonso XIII hasta la Guerra Civil Española.

En el tiempo de la contienda, en su posada y taberna, se cantaron tanto las canciones republicanas como las del bando sublevado, y que posteriormente gobernó España hasta el año 1975.

En aquella época conoció las grandes dificultades económicas, donde para poder sobrevivir incluso hubo que recurrir al estraperlo. Pero también conoció los años de auge económico vividos durante la dictadura, cuando por ejemplo visitaron España el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower en 1957, Evita Perón en 1947, o el Che Guevara en 1955. Así como los grandes artistas de Hollywood como Gary Cooper o Charlton Heston, entre otros, dado que España se convierte en un icono de la industria cinematográfica.

María, cuando llegó la hora de su despedida, dejó sus bienes materiales a entidad religiosas. Sin embargo, ha legado a este proyecto su legado intelectual, del que probablemente surgirá la edición de la novela con el título “María”.

Carlos Álvaro Segura Venegas

Vicepresidente del Proyecto de Cultura Granada Costa